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Recomendaciones para gestionar bien la baja de paternidad de un empleado

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Tener un hijo es uno de los momentos más importantes en la vida de cualquier persona. Los nueve meses que dura un proceso de embarazo suelen hacerse largos, sobre todo para la mujer, y duros porque hay que compaginarlos con las demás tareas del día a día, incluido el trabajo. Precisamente el impacto del embarazo en el ámbito profesional es bastante alto, tanto para mujeres (las que más), como para los hombres.

En cualquier caso, padre o madre, resulta importante estar preparado y desplegar una serie de medidas para gestionar las bajas por maternidad y paternidad, siendo el sentido común y la capacidad de anticipación los dos elementos clave para poder dejar todo atado en la empresa cuando se va a tener un hijo. El trabajador tiene derecho a una serie de días de ausencia de su puesto de trabajo y es algo que a la empresa no le puede pillar por sorpresa:

Hay que preparar un plan

El embarazo puede ser visto como un proceso que dura nueve meses, al menos eso es lo que dice la teoría. Sin embargo, la realidad enseña que cada uno es diferente y que pueden ocurrir muchas cosas en ese camino de 40 semanas durante la gestación. Una baja para prevenir males mayores, un nacimiento prematuro, son sólo algunos ejemplos de situaciones comunes que suceden y que pueden provocar que la persona embarazada o su pareja se vean obligados a dejar su puesto de trabajo antes de lo que pensaban.

Teniendo en cuenta que la baja por paternidad supone al menos dos días de permiso retribuido, más los días de prestación que correspondan (entre 13 y 20, más alguno más en casos especiales) y que la baja por maternidad es de 16 semanas, más lo que pueda requerir cada caso para evitar riesgos para el bebé, para mitigar el riesgos de quedarse colgada la empresa en cualquier proyecto o tarea, es necesario elaborar un plan y preparar cómo se podría cubrir la ausencia de estas personas:

  • ¿En quién se van a delegar sus funciones?
  • ¿Qué formación hace falta para cubrir las funciones delegadas?
  • ¿Qué aspectos técnicos es necesario atajar, como asignación de permisos de acceso a sistemas, conocimiento de contraseñas corporativas, etc.?
  • ¿Qué material se necesita para cubrir el trabajo durante el período de ausencia?
  • ¿Qué contactos son clave para desarrollar el trabajo?
  • ¿Qué respuesta se le dará a los clientes que puedan preguntar por la persona que se ausenta?

Todo lo anterior, teniendo en cuenta que el inicio de la baja puede suceder en cualquier momento. Es recomendable dejar los acuerdos e instrucciones por escrito, para que quede todo claro el día en el que haya que activar el protocolo de sustitución temporal de la persona.

Conciliar es más importante que nunca

En la empresa, a un trabajador se le exige que cumpla con la misión que se le ha encomendado, que desarrolle de la mejor manera posible las funciones que están establecidas formalmente en su contrato. De la misma manera, durante el período de baja por paternidad esta persona tiene un objetivo y es el de cuidar al bebé en sus primeros días de vida y a su pareja, que viene de pasar un ciclo muy complicado y que en los días posteriores al parto requiere una buena dosis de ayuda.

La empresa debe comprender que este momento es único en la vida de un trabajador, por lo que es importante que respete al máximo su derecho a la conciliación de la vida familiar y profesional. Si se realiza una buena previsión de las necesidades que habrá durante la baja, no debería ser necesario para la empresa requerir los servicios del trabajador durante este período.

El trabajador debe preparar los trámites legales con tiempo

Los trabajadores que cumplan una las condiciones exigidas, tienen derecho a recibir una prestación de la Seguridad Social que consiste en un subsidio equivalente al 100% de la base reguladora. En función de la base que tenga cada trabajador, tendrá derecho a cobrar durante la baja una cantidad de dinero que no tiene por qué coincidir exactamente con su salario.

Para gestionar este subsidio se requiere cumplir una serie de trámites y aportar una documentación, todos ellos con la Seguridad Social. La mayor parte del peso de estos trámites recaen sobre el trabajador, mientras que a la empresa tan sólo le toca ajustar los pagos de la nómina y gestionar para el trabajador el certificado de las bases de cotización, cuando éste se lo requiera.

Es importante que la empresa aporte su experiencia en el campo laboral para orientar al trabajador, tanto en materia de trámites, como en los días de permiso retribuido, días de prestación y pagos que va a percibir. Dependiendo de cada caso, el pago de la nómina cuando se disfruté de la prestación de paternidad o maternidad puede ser muy diferente al de un periodo de trabajo normal y provocar un «susto» en el momento de cobrar. Incluso cuando la empresa compensa la diferencia entre la prestación y el salario, al haber dos pagadores, es conveniente aclararlo con el trabajador para que lo tenga en cuenta.

Conclusiones

La baja por maternidad y paternidad es algo que se vive pocas veces en la vida y que puede causar un trastorno si no se prevé la ausencia con antelación. Dejar colgado a un cliente, por ejemplo, es una de las consecuencias que podría tener no ser previsor.

La empresa debería ponerse en el lado del trabajador a la hora de preparar la baja de paternidad. El nacimiento de un bebé es algo que sucede una vez en la vida y es importante comprender que es un momento único para la persona y muchos de los que pasan por él afirman que no conviene mezclarlo con asuntos de trabajo. Ya habrá tiempo de retomarlos tras la baja.