Cómo dar rienda suelta a tu equipo para mejorar tu marca

Siempre me ha fascinado el poder de las grandes marcas para influir positivamente en las sociedades y las culturas. Para unir a la gente. Para superar los límites y crear ideas originales que celebran algo importante aparte de los productos o servicios que venden.  

Surge de un propósito más profundo. Un impulso más profundo. El deseo de provocar un cambio o aportar algo nuevo al mundo. La gente percibe cuando una marca tiene alma y una causa, y cuando lo hace, se une a ella.  

He tenido la suerte de trabajar con personas y empresas pioneras de todo el mundo durante más de 30 años. Cada experiencia fue única, pero a todas las unía una fantástica energía: el poder de sus culturas internas. 

Para mí, hoy en día, la naturaleza anímica de lo que podrían ser las empresas ha sido secuestrada. Con demasiada frecuencia, las empresas están condicionadas por la necesidad de saber qué va a suceder. Van a lo seguro. Se vuelven rígidas, mecánicas. Se pierde la sensación de asombro, el deseo de nuevas ideas y aventuras. 

¿Cómo podemos generar entonces las condiciones para volver a despertar ese sentido de la curiosidad y lo lúdico? Las siguientes tres ideas exponen cómo la belleza del desconocimiento puede insuflar un nuevo espacio y energía a tu empresa:  

1. Facultad a tu equipo y dale rienda suelta 

Para muchos de nosotros, la libertad y la confianza nos empoderan. Así que, como líder o jefe, ¿por qué no intentar dar un paso atrás de vez en cuando? No des órdenes. Anima a tu equipo a descubrir. No le des instrucciones y objetivos que puedan apagar su intuición. En su lugar, hazles preguntas importantes. También, reconoce las lecciones que se pueden aprender al cometer errores. 

2. Descentraliza el control 

El mundo natural no tiene un panel de control y, sin embargo, ha prosperado durante 3.800 millones de años; nosotros llevamos aquí una milésima de segundo. En mi opinión, las organizaciones descentralizadas reflejan esa misma dinámica de descubrimiento natural. Son una fuerza al servicio del bien en las empresas. Tu papel es crear esas mismas condiciones y luego dejar que la gente juegue. 

3. Acalla tu inteligencia 

Las mejores culturas son culturas de aprendizaje y los mejores líderes, líderes en formación continua. En lugar de tener todas las respuestas, haz preguntas que den en el clavo. La creación de un entorno que fomente la curiosidad y la indagación es vital para impulsar nuevos descubrimientos. Las nuevas ideas y la diversidad prosperan en estos entornos. 

En el corazón de todas las culturas vivas hay un sentido de lealtad sin esfuerzo. Recuerda que fomentar a los demás no es una debilidad; animarles a buscar nuevas ideas y respuestas no es una tontería. Es la mejor forma de liderazgo. Un regalo formidable. Cuanto más espacio para el pensamiento original crees, más rica será tu empresa. 

No saber es realmente bonito.