Estrategia y Gestión

Cotizar por el mínimo y contratar planes de pensiones privados: ventajas e inconvenientes

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Cada año se establecen en los Presupuestos Generales del Estado las bases máximas y mínimas de cotización para los trabajadores del Regimen General de Autónomos (RETA). Para el año 2015 se han establecido entre 884,40 euros/mes de cotización mínima y una base máxima de cotización: 3.606,00 euros/mes. Dentro de estos baremos, los autónomos pueden elegir su base de cotización que, en teoría, tiene que adecuarse a los ingresos que ha obtenido en el año, aunque esto no siempre ocurre. En algunos casos se apuesta por cotizar por el mínimo y contratar planes de pensiones privados para complementar la pensión pública.

Esto tiene una serie de ventajas y de inconvenientes que es imprescindible evaluar antes de tomar la decisión de apostar por una u otra alternativa. Si queremos tener una pensión más alta en el momento de la jubilación, tenemos que cotizar por una base más alta, ya que con la mínima nos va a quedar también la pensión mínima. Cuando se tenían en cuenta los últimos 15 años de cotización para el cálculo de la pensión, lo que muchos hacían era subir la base de cotización en esos últimos años para mejorar la pensión que cobrarían. Al ampliarse el número de años de cotización para el cálculo, esto ya no tiene demasiado sentido.

La cotización del autónomo

La pensión pública tiene la ventaja de que siempre será igual, si se mantiene el sistema actual, independientemente de los años de vida que nos queden por delante una vez que nos hayamos jubilado. Es decir, da lo mismo que vivamos cinco años más que veinte después de jubilarnos, cobraremos siempre nuestro dinero, mientras que un plan de pensiones implica una cantidad de dinero ahorrada, finita y que nosotros mismos tenemos que gestionarnos.

Aumentar la base de cotización implica también aumentar la cuota mensual de autónomos. Supongamos que ahora estamos cotizando por la base mínima de 884,40 y queremos pasar a cotizar por una base de 1.500€ pensando en mejorar la pensión del futuro. Esto implica que si aplicamos el tipo del 29,8% común pasaremos de pagar 263,55€ a la Seguridad Social cada mes a pagar 433,50€. Esta diferencia entre los costes que supone una base u otra es la que tenemos que evaluar que es más rentable para nosotros, si añadirlo a nuestra base de cotización para mejorar nuestra pensión pública o invertirlo en un plan privado.

La diferencia será de unos 2.000 € anuales que invertiríamos en un plan de pensión privado o a mejorar la pensión que tendríamos en el futuro. La decisión no es sencilla. A veces simplemente no se puede cotizar por un valor más alto ya que a duras penas se llega a final de mes. Aumentando la cotización a 1.500€ de base, podemos llegar a tener una pensión que ronde los 1.000€ en doce pagas, aunque dependerá mucho de los años que hayamos cotizado por dicha base y la edad a la que nos jubilemos. La Seguridad Social nos permite mediante un simulador hacer un cálculo en función de los datos que aportemos.

Otro aspecto que también tenemos que considerar es que si subimos nuestra base de cotización, si estamos enfermos o tenemos una baja laboral, tendremos una retribución más elevada, ya que con la base mínima si no trabajamos a duras penas podemos aguantar un par de meses de baja. Para una enfermedad menor no tendrá mucha importancia, pero en caso de tener un accidente y pasar un par de meses sin poder trabajar agradeceremos no tener la base mínima de cotización.

Además a partir de una edad determinada, 47 o 48 años, la base sube por ley. Para el 2015 la base de cotización de los autónomos que con fecha 1 de enero hayan cumplido 48 o más años deberá ser un valor dentro del intervalo 953,70 y 1.945,80 euros mensuales, excepto en el caso del cónyuge del titular del negocio que a causa de su fallecimiento, haya tenido que hacerse cargo del mismo y darse de alta en el Régimen Especial de Autónomos y tenga con cuarenta y cinco o más años de edad.

Planes de pensiones para complementar la pensión futura

Si apostamos por un plan de pensiones privado, y teniendo en cuenta el diferencial antes calculado de unos 2.000€ anuales, debemos tener en cuenta el número de años durante el cual se van a realizar aportaciones a dicho plan. Pongamos que con 45 años iniciamos nuestro plan de pensiones y realizamos aportaciones durante 20 años. Al llegar a nuestra jubilación tendremos una aportación de unos 40.000€.

Pero esta no será la cantidad definitiva ya que los planes de pensiones realizan una inversión de nuestro dinero en rentas fijas y variables, es decir, tienen una rentabilidad que pueden hacer crecer nuestros ahorros, por lo que la cantidad que al final percibimos será mayor a la cantidad aportada. El total será más o menos en función de la rentabilidad prevista y la volatilidad que tenga el fondo de pensiones donde hemos dejado nuestros ahorros.

Pero además el plan de pensiones tiene una desgravación fiscal que debemos tener en cuenta, pero también generará unos gastos en el momento de su rescate, donde tenemos que hacer frente a un aumento patrimonial y pagar los correspondientes impuestos al recuperar nuestro dinero. Es importante tener un buen asesor fiscal que nos ponga todos los números en claro en función de las aportaciones que vamos a realizar. Además estamos expuestos a los cambios legislativos que sobre este aspecto puedan producirse de aquí al momento de su rescate.

Por otro lado existe la posibilidad de rescate anticipada antes de la edad de jubilación en determinadas condiciones, un aspecto muy interesante para muchos autónomos. Estas situaciones suelen contemplarse en caso de desempleo, de desahucio, enfermedad grave o invalidez, entre otros. Esto permite a algunos autónomos tener un ligero margen para volver a comenzar en caso de que nuestro negocio no haya salido tal y como esperábamos.

Como habéis visto son varios los aspectos y las ventajas por ambos lados de mejorar la aportación mínima a la Seguridad Social como base de cotización. Hacerlo a través de un plan de pensiones privado o con mejorar nuestra base para tener una pensión en el futuro con la que poder vivir con más holgura.