Cómo realizar el diagnóstico financiero de un negocio paso a paso

Jose Ramón Fernández de la Cigoña
Reconocido blogger, experto en temas sobre contabilidad, finanzas y aspectos legales de la empresa.
Sage

La importancia de un buen diagnóstico financiero se podría asemejar al diagnóstico precoz de una enfermedad, que al ser detectada a tiempo facilita su curación.

  • Te explicamos qué es un diagnóstico financiero y cuál es su principal objetivo.
  • Conoce paso a paso cómo realizar el diagnóstico financiero de tu negocio y analizar los resultados.

Un buen diagnóstico financiero es clave, tanto para el crecimiento empresarial, como para la supervivencia de cualquier negocio.

Sin embargo, no se debe de dejar en manos de cualquiera. Al igual que, volviendo al símil del diagnóstico médico, no dejamos nuestra salud en manos de cualquiera.

El diagnóstico financiero debe ser fiable. Y, si es posible, debe automatizarse mediante la utilización de un software contable, para facilitar la emisión de las principales ratios que se suelen utilizar para su elaboración.

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¿Qué es un diagnóstico financiero y cuál es su objetivo?

Podríamos definir el diagnóstico financiero de una empresa como el análisis de la información facilitada por la contabilidad, para determinar la situación económica de una empresa.

El objetivo de todo diagnóstico financiero es determinar la situación financiera de la empresa midiendo magnitudes como:

La medición de estas magnitudes se realiza con el objetivo de obtener información relevante que facilite la toma de decisiones.

¿Qué pasos hay que dar para elaborar un diagnóstico financiero?

Para la realización de un completo diagnóstico financiero se pueden dar los siguientes pasos:

  • Análisis preliminar para determinar el objetivo del análisis y las principales magnitudes a determinar.
  • Análisis del balance de situación y de la cuenta de resultados.
  • Cálculo e interpretación de las principales ratios financieras y contables.
  • Apoyarse en la memoria, el informe de gestión y el informe de auditoría de cuentas.
  • Calcular e interpretar el EBITDA.
  • Realizar el cálculo del fondo de maniobra y analizar su resultado.
  • Analizar el cash flow de la empresa.
  • Análisis del diagnóstico financiero final y conclusiones.

1. Análisis preliminar para determinar el objetivo del análisis y las principales magnitudes a determinar

Antes de realizar el diagnóstico financiero se debe determinar:

  • El objetivo del análisis a realizar.
  • La información necesaria para realizar el diagnostico.
  • El software contable que se va a utilizar.
  • Y cómo se trasladarán los datos del diagnóstico financiero a sus usuarios. Por ejemplo, en un cuadro de mando o dashboard contable, mediante gráficos, mapas conceptuales, etc.

2. Análisis del balance de situación y de la cuenta de resultados

Para realizar el diagnóstico financiero de la organización, lo primero es contar con información financiera actualizada y normalizada. Principalmente de los estados financieros comparativos de dos períodos consecutivos.

En este sentido, las principales fuentes de información de las que se nutre el diagnóstico financiero son:

  • Balance de situación. Es una fotografía del estado financiero de una empresa en una fecha determinada. En este se puede ver rápidamente lo que tiene la empresa (activo), lo que debe (pasivo) y su capital (patrimonio neto).

Si se sabe leer un balance, se puede ver si la estructura financiera de la empresa es la adecuada. Además de ver, por ejemplo, si los activos más líquidos que tiene la empresa son suficientes para hacer frente a los vencimientos de las deudas a corto plazo.

  • Cuenta de resultados o de pérdidas y ganancias (PyG). Es un instrumento de análisis de la posición económica de una empresa. En la cuenta de PyG se resumen todos los ingresos y gastos que genera una organización durante un ejercicio contable. En ella se puede apreciar la capacidad de la empresa para generar beneficios y su estructura de ingresos y gastos.

¡TUITÉALO! ¿Conoces la verdadera importancia de un diagnóstico financiero? Te la descubrimos en este artículo.

3. Cálculo e interpretación de las principales ratios financieras y contables

Las ratios financieras o contables son coeficientes que aportan unidades financieras de medida y comparación. A través de ellas, se establece la relación que presentan los datos financieros, y es posible analizar el estado de una organización en base a sus niveles óptimos.

Las ratios se pueden dividir en económicas y financieras. Y con ellas, se pueden comparar las fortalezas y debilidades de las empresas. Así como ver su evolución en el tiempo.

Por otro lado, las ratios deben reflejarse en un cuadro de mando de fácil accesibilidad para facilitar la toma de decisiones.

A la hora de realizar un análisis de ratios hay que analizar otros factores. Ya que por sí solo, el resultado de determinadas ratios nos puede inducir a error en nuestros análisis. Por ello es fundamental tener en cuenta el tipo de negocio, la estacionalidad y el sector al que permanezca la empresa.

Las ratios contables aportan una valoración cuantitativa. No obstante, es fundamental saber interpretarlas y extraer de estas un análisis cualitativo que facilite la toma de decisiones por parte del empresario y/o directivos.

Ratios utilizadas en el diagnóstico financiero (y cómo interpretarlas)

Algunas de las principales ratios que se utilizan para realizar un diagnóstico financiero son las siguientes:

  • Ratio de liquidez: Es similar al fondo de maniobra, ya que mide la capacidad de la empresa para hacer frente a sus compromisos a corto plazo.

FM=Activo corriente / Pasivo corriente

Su resultado debería de ser mayor que uno. Ya que hay una parte del activo corriente (como el stock de seguridad o el saldo mínimo necesario de disponible) que, por su importancia en el proceso productivo, deben ser financiados con capitales permanentes. En cualquier caso, su análisis por sí solo puede inducir a error. Esto se debe a que puede haber empresas solventes con una ratio menor que uno.

  • Ratio de tesorería o coeficiente de liquidez inmediata (RT): Mide las posibilidades de hacer frente a las obligaciones de pago a corto plazo. Su valor óptimo es entre 0,1 y 0,3. Por encima de 0,3 se puede producir un exceso de liquidez de la empresa, que puede afectar a su rentabilidad.

Se calcula mediante la siguiente operación:

RT= Activo disponible (tesorería e inversiones financieras temporales) + Realizable / Pasivo corriente

  • Ratio de autonomía financiera (RAF): Relaciona los recursos propios netos con las deudas totales, e informa sobre la composición estructural de las fuentes de financiación. La ratio mide la autonomía o independencia financiera e intenta conocer cuál es el nivel óptimo de endeudamiento de una empresa.

Esta es su fórmula:

RAF = Recursos propios netos / Recursos ajenos

  • Periodo medio de cobro

Mide el número de días que, por término medio, se tarda en cobrar a los clientes. Desde el punto de vista del ciclo de explotación, nos aportará información sobre el número de días que transcurren desde que vendemos un producto hasta que se produce el cobro. También lo podemos interpretar como el número de días que estamos financiando a nuestros clientes. La manera de calcular esta ratio es la siguiente:

  • Plazo medio de cobro = (Saldo medio de clientes / Ventas) x 365 días

Si el sector en el que se aplica esta ratio es muy estacional, debería calcularse por períodos, al objeto de obtener una información lo más objetiva posible. Cuanto más elevado sea el valor de esta ratio, significará que la empresa tiene un mayor volumen de recursos indisponibles.

  • Periodo medio de pago: Mide el número de días que se tarda en pagar a los proveedores. Y es en consecuencia la relación entre el saldo medio de las cuentas a pagar y las compras diarias.

Se calcula mediante la siguiente fórmula:

Periodo medio de pago= (Saldo medio de proveedores / Compras) x 365 días

Cuanto más elevado sea el valor de esta ratio, más se demora el pago a los proveedores. Lo que revela que la compañía se está financiando con ellos.

  • Rentabilidad económica: Mide la capacidad del activo de generar beneficio, independientemente de cuál sea la composición de la estructura financiera de la empresa. También se puede definir como la rentabilidad del activo, o el beneficio que éstos han generado por cada euro invertido en la empresa.

Se obtiene de la siguiente fórmula:

RAI = Resultado Antes de Intereses e impuestos / Activo Total

  • Rentabilidad financiera: Mide la capacidad de la empresa para remunerar a sus accionistas. Representa el coste de oportunidad de los fondos que se mantienen en la empresa, frente al coste del dinero o inversiones alternativas. Relaciona el beneficio económico con los recursos necesarios para obtener ese lucro.

La ratio para calcularlo es:

ROE = Beneficio neto después de impuestos / Fondos propios

4. Apoyarse en la memoria, el informe de auditoría de cuentas y el informe de gestión

Por otro lado, es muy importante que a la hora de realizarse el diagnóstico financiero de un negocio se apoye en elementos como la memoria, el informe de auditoría de cuentas y el informe de gestión.

  • La memoria amplía y comenta la información contenida en los otros documentos que integran las cuentas anuales. En ella se desglosan y detallan determinadas partidas del balance y de la cuenta de resultados. Todo ello con el objeto de facilitar la comprensión de la situación patrimonial de la empresa, de sus resultados y conocer la aplicación de estos.
  • Informe de auditoría. El informe de auditoría, además de evaluar la situación económica de la empresa, permite certificar la veracidad de los Estados Financieros. El auditor, tras la revisión de la contabilidad y de las cuentas anuales de la sociedad, emite un informe de auditoría. En este se plasma si las cuentas anuales representan la imagen fiel de la sociedad, así como una opinión no vinculante sobre la realidad económica de la empresa.
  • Informe de gestión. Es un complemento de la memoria anual de la empresa, cuya misión es contribuir a aumentar la transparencia en la presentación de información sobre una sociedad. Así como ofrecer detalles sobre su situación, gestión y planes de futuro más inmediatos.

5. Calcular e interpretar el EBITDA

El EBITDA es uno de los indicadores de medición del resultado de la empresa más utilizados. Este acrónimo proviene del inglés earnings before interest, taxes, depreciation and amortization. Es decir, “beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización”.

El EBITDA mide la capacidad de una empresa para generar beneficios, considerando únicamente su actividad productiva.

6. Realizar el cálculo del fondo de maniobra y analizar su resultado

El fondo de maniobra o fondo de rotación es una medida de la liquidez de la empresa que indica la capacidad de maniobra que un negocio tiene para poder hacer frente a sus pagos en el corto plazo. Y, a la vez, poder realizar inversiones o adquisiciones propias de cualquier actividad mercantil. La fórmula que se utiliza para su cálculo es la siguiente:

FONDO DE MANIOBRA = ACTIVO CORRIENTE – PASIVO CORRIENTE

El activo corriente está compuesto por las existencias, tesorería, los derechos de cobro a corto plazo y en general por cualquier activo líquido. Mientras que el pasivo corriente aglutina las obligaciones de pago a corto plazo. Es decir, las que son exigibles en un plazo menor de un año.

El resultado de la fórmula ha de ser positivo. Ya que hay una parte del activo corriente, como el stock de seguridad o el saldo mínimo necesario de disponible, que por su importancia en el proceso productivo debe ser financiado con capitales permanentes.

Si el fondo de maniobra es negativo, parte del activo no corriente estará financiado con pasivos corrientes. Lo que aumenta la probabilidad de entrar en concurso de acreedores, al no poder la empresa hacer frente a sus deudas a corto plazo con sus activos más líquidos (activos corrientes). Aunque dependiendo del sector y del tamaño, hay empresas que pueden sobrevivir con fondos de maniobra negativos, por eso hay que saber interpretar correctamente este dato.

7. Analizar el flujo de efectivo (cash flow) de la empresa

El Cash flow es el indicador de análisis financiero que nos permite valorar la capacidad que tiene una empresa para generar liquidez y, por tanto, atender sus pagos. Para ello no es suficiente con conocer el beneficio de la empresa. Ya que el beneficio contable lleva detraído en sí mismo el importe de las provisiones y de las amortizaciones que, si bien suponen un incremento del gasto contable, no significan una salida de dinero real de la empresa.

En términos generales, el cash flow viene dado por el resultado de la siguiente fórmula:

CASH FLOW= BENEFICIO + AMORTIZACIONES + PROVISIONES

8. Análisis final del diagnóstico financiero y conclusiones

Finalmente, el diagnóstico financiero deberá finalizar con una etapa de análisis en el que se analice la información obtenida, con el objeto de tomar las decisiones oportunas para solventar problemas, buscar financiación, alternativas de inversión, etc.

Como ves, el diagnóstico financiero de una empresa es muy completo y complejo, por lo que no puedes perderlo de vista para ser consciente de la situación financiera actual del negocio, detectar y solucionar un posible problema a tiempo y tomar las mejores decisiones que garanticen la viabilidad de la empresa.

Nota del editor: Este artículo fue publicado con anterioridad y actualizado a 2023 por su relevancia.

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