Temporada 2: Da rienda suelta a la productividad

Etienne Ageneau Codirector de L’étincelle RH y reconocido experto en consultoría y contratación de RR.HH

La gestión valiente y desde el corazón: Claves de un liderazgo inspirado e inspirador

Los responsables de las tomas de decisiones contemporáneos parecen haber adoptado un nuevo mantra: identificar, comprender y gestionar sus emociones para liderar mejor.

  • Conoce cómo los líderes contemporáneos están adoptando un enfoque centrado en las emociones para tomar decisiones efectivas.
  • En un entorno de incertidumbre, se destaca la importancia de incorporar valores como la amabilidad y la autenticidad en la gestión, incluso en ambientes laborales competitivos.

En estos tiempos de incertidumbre y de cambios rápidos y desestabilizadores, resulta indispensable que las organizaciones sitúen la amabilidad, el cuidado y la atención a los demás en el centro de su gestión y de sus preocupaciones. Sin embargo, puede parecer difícil incluir estos valores en un entorno laboral a menudo marcado por los choques de egos, las carreras por los resultados y las luchas de poder. Afortunadamente, existe un enfoque, la Gestión valiente y desde el corazón, pero tiene un coste: el de un esfuerzo constante por mantenerse atentos y cuestionarse lo establecido continuamente. He aquí cómo funciona.

La valentía en la gestión: Un enfoque humano para una organización próspera

Jeremy Lamri, cofundador de Le Lab RH y autor del libro Oser le Courage (Atreverse a ser valiente), ofrece una visión inspiradora de la valentía. Para él, el concepto va mucho más allá de la audacia o la temeridad, sino que abarca un complejo conjunto de características que sustentan todas las acciones que llevamos a cabo en nuestra vida diaria. Este enfoque de la valentía en un contexto de gestión nos permite superar de forma colectiva los momentos difíciles, perseverar a pesar de los obstáculos y asumir riesgos calculados para alcanzar objetivos concretos.

Es importante subrayar aquí que valentía y amabilidad van de la mano. Valentía no significa ser autoritarios o insensibles, sino tener el valor de mostrarnos con autenticidad y honestidad, admitir los propios errores y promover un entorno en el que todos se sientan escuchados y respetados. Al aunar valentía y empatía, surge una dinámica positiva en la que las personas se sienten valoradas y motivadas para dar lo mejor de sí mismas. Al adoptar la valentía y actuar con amabilidad, los líderes pueden guiar a sus equipos hacia un futuro más prometedor, en el que el compromiso, la innovación y el bienestar estén en el centro del éxito colectivo.

Para ello, es necesario adoptar los principios de la gestión solidaria mediante el establecimiento de relaciones auténticas y empáticas.

Las habilidades clave para gestionar con el corazón: Lucidez e inteligencia emocional

«La inteligencia del corazón va más allá de lo racional; nos permite conectar con los demás, funcionar con intuición. Quienes toman decisiones deben tener en cuenta “al otro” en el sentido más genérico». – Jean Noel Thurel, fundador de un movimiento de directivos impulsados por la inteligencia del corazón y presidente de Naos.

La inteligencia emocional, señalada como una competencia fundamental por el Foro Económico Mundial, es clave para todos aquellos que ocupan, o desean ocupar algún día, un puesto de liderazgo. Requiere entender y gestionar las emociones ―un papel crucial en la toma de decisiones y la gestión de las relaciones―, así como la capacidad de prestar verdadera atención a las necesidades y aspiraciones de los equipos. Como directivos, es importante tomar distancia, entender los propios métodos de funcionamiento y actuar en interés de todos para proteger al mayor número de personas.

Si a esto le añadimos la lucidez que da entender nuestros puntos fuertes, nuestros puntos débiles y nuestra forma de relacionarnos, estaremos en mejores condiciones para conectar con los demás y actuar con mayor autenticidad.

Para difundir este enfoque en las organizaciones, es fundamental seguir invirtiendo en el desarrollo personal de los directivos y responsables. La búsqueda del autoconocimiento y la autenticidad es un punto de partida esencial para una gestión centrada en el corazón. Esto puede lograrse mediante programas de desarrollo personal, la asistencia de especialistas en coaching o intercambios con compañeros o mentores. Hay muchas formas de entender mejor nuestro propio funcionamiento y nuestras emociones, y convertirnos así en directivos más conscientes y conectados. Al invertir en el crecimiento personal de sus líderes, las organizaciones están mejor preparadas para afrontar los retos y guiar a sus equipos hacia el éxito: mediante la promoción de su compromiso y la creación de un entorno de trabajo sano y productivo.

La necesidad de un liderazgo valiente y el equilibrio entre corazón y rendimiento

En definitiva, sería simplista concluir que la gestión valiente y desde el corazón es un enfoque de gestión difuso que descuida el rendimiento y los resultados. Este enfoque exige tomar decisiones difíciles, en ocasiones impopulares, pero siempre en aras del interés colectivo. Supone asumir responsabilidades, decir las cosas abiertamente y gestionar los conflictos de forma constructiva. Al desarrollar su propia valentía como líderes, los directivos inspiran a sus equipos para que actúen valentía también, lo que da lugar a una cultura de acción e innovación. Se sabe que los equipos comprometidos, motivados y bien respaldados tienen más probabilidades de superar las expectativas y alcanzar altos niveles de rendimiento en contextos cambiantes. Al promover el equilibrio entre la consecución de objetivos y el bienestar de los empleados, fomentamos el crecimiento sostenible y una cultura de éxito a largo plazo.

En una época de búsqueda de valor y de renuncias silenciosas, el compromiso de los empleados resulta más crucial que nunca. Atreverse a gestionar desde el corazón y con valentía es una opción poderosa con la capacidad de transformar la manera en que las organizaciones dirigen y orientan a sus equipos, lo que puede aumentar drásticamente la retención del talento. Al situar la autenticidad en el centro de la relación, al permitir que todos sean ellos mismos sin artificios, al promover el valor de tomar o no decisiones difíciles y al fomentar un entorno de confianza y expresión, las organizaciones crean las condiciones adecuadas para la realización personal y colectiva. Los líderes valientes siempre verán los frutos de su compromiso reflejados en el rendimiento y el bienestar de sus equipos.