Como muchas de las empresas a las que proporcionamos servicios, Sage también empezó como una pequeña empresa y ha crecido mucho más de lo que podíamos imaginar. Actualmente, más de 13 000 empleados prestan servicio a millones de empresas en 23 países.
Ayudamos a los emprendedores actuales con una nueva generación de soluciones que permiten gestionarlo todo, desde el dinero hasta el personal.
Nuestra tecnología social y móvil suministra información en directo para que puedas tomar decisiones rápidas e informadas en cualquier momento y desde cualquier lugar del mundo. Ofrecemos apoyo permanente a los emprendedores a través de opciones, soporte, experiencia e innovación. Defendemos tus causas y te damos consejos y asistencia de máxima calidad cuando más lo necesitas.
En 1981, nuestro fundador, David Goldman, quería crear presupuestos rápidamente para su imprenta y hacer un seguimiento de su contabilidad, y para ello contó con la colaboración de un equipo de la Universidad de Newcastle integrado por el Dr. Paul Muller, un experto informático que había trabajado para la NASA, y el estudiante Graham Wylie. Nuestros fundadores se dieron cuenta de que otras empresas podrían beneficiarse también de los resultados de su trabajo. Ocho años después, Sage cotizaba en la Bolsa de Londres con una valoración de 20 millones de libras.
Actualmente trabajamos con millones de empresas de todo tipo de sectores en todo el mundo. Nuestros 13 000 empleados prestan servicio a clientes de 23 países de Europa, África, Australia, Asia, Latinoamérica y Norteamérica.
Acompañan a las personas emprendedoras allá donde vayan (en la nube, en sus oficinas o ambos) para ofrecerles la libertad de trabajar en movilidad.
Las soluciones de Sage se adaptan a las necesidades de las startups o de los negocios que están empezando, de las empresas en expansión y de las grandes compañías, ya sea para mantenerse al día de sus finanzas, para capacitar a su equipo humano o para potenciar su crecimiento.
Todos los empleados de Sage disponen de cinco días remunerados al año para colaborar con su organización benéfica preferida. Es decir, unas 120 000 horas de voluntariado para ayudar a que sus comunidades sean lugares mejores para vivir.