Temporada 2: Da rienda suelta a la productividad

Mike Coulter Director creativo, propietario de una pyme y coach de Tiny Habits®

Por qué dar pequeños pasos da lugar a grandes hábitos

Durante cinco años he utilizado el método Tiny Habits® para mejorar mi vida personal y profesional, y sigue siendo igual de efectivo, incluso en situaciones desafiantes.

  • Descubrí el método Tiny Habits gracias al profesor B.J. Fogg de la Universidad de Stanford. Este sistema, diseñado por el investigador líder en comportamiento humano, se basa en adoptar hábitos que ya queremos adquirir.
  • El método enfatiza hacer que los hábitos sean extremadamente fáciles. Esta simplicidad crea un camino gradual hacia hábitos más desafiantes a medida que nuestras capacidades crecen.

Llevo unos cinco años usando el método Tiny Habits® (pequeños hábitos) para obtener mejores resultados en mi vida personal y profesional, y sigue funcionándome igual de bien —en todo tipo de situaciones— que la primera vez que me senté a trabajar y decidí darle una oportunidad con cierto escepticismo.

Estaba trabajando en un proyecto muy exigente y, sorprendentemente, al aplicar este método, mi productividad se disparó: pasé de un trabajo mediocre a uno excepcional.

Bien, ¿en qué consiste un pequeño hábito?

Para empezar, te diré que esta es una idea del profesor B.J. Fogg, de la Universidad de Stanford. Este investigador especializado en el comportamiento humano es el mejor en su campo y diseñó el sistema de adquisición de hábitos más rápido, fiable y validado del mundo.

Para mí, uno de los pilares claves del método es su consejo de adaptarnos a hábitos que ya queríamos adquirir. ¿Por qué? Porque de esta forma no tienes que cargarte de motivación de forma artificial. ¿Por qué? Porque ya querías adquirir el hábito —será una perogrullada, pero para mí fue una revelación—.

Fogg también subraya la importancia de hacer algo que nos resulte extremadamente fácil. ¿Por qué? Porque lo fácil siempre es fácil, y a medida que vayan creciendo nuestras capacidades, podremos hacer cosas más difíciles que den lugar a nuevos hábitos consolidados.

En lo que respecta a la adquisición de nuevos hábitos, nunca vale la máxima de café para todos. Así pues, voy a darte muchos ejemplos reales de cuántas opciones, flexibilidad y variaciones ofrece el método a la hora de crear distintos hábitos, pero voy a empezar por un truco muy sencillo y práctico para ayudarte a aplicarlo.

Las recetas te ayudan a recordar

Los pequeños hábitos pueden expresarse en lo que llamamos una «receta».

Esta simplemente consiste en usar una rutina fiable o un hábito que ya tengas —como servirte un café cada mañana— para recordarte un pequeño comportamiento —como hacer tres respiraciones conscientes—.

Te doy algunas ideas más que puedes probar hoy mismo para rendir al máximo, pero hay cientos que puedes usar en todos los ámbitos de tu vida: reducción del estrés, pérdida de peso, sueño, relaciones, crianza, desarrollo empresarial, ejercicio o cómo ser mejor jefe, por mencionar algunas.

El truco consiste en experimentar, iterar y descubrir los mejores hábitos para TI. Observa que, de primeras, no conviene apuntar muy alto. El secreto reside en dar pequeños pasos y después ir aumentando el tamaño del hábito con el tiempo, una vez que el pequeño se haya consolidado.

Pequeños hábitos en el trabajo para triunfar

«Cuando oigo el despertador, me levanto de la cama sin remolonear».

«Cuando me siento a trabajar, pongo el teléfono en silencio».

«Cuando el equipo se reúne, TODOS ponemos los teléfonos en silencio».

«Cuando me siento a trabajar, miro cuál es la tarea más importante del día».

«Cuando identifico la tarea más importante del día, me pongo el temporizador para trabajar en ella».

«Cuando me pongo los auriculares, cierro todas las ventanas innecesarias de mi ordenador».

«Cuando termino un vaso de agua, lo vuelvo a rellenar».

«Cuando miro la agenda, destaco en rojo los compromisos más importantes».

«Cuando leo un correo que no puedo responder inmediatamente, lo marco como ‘no leído'».

«Cuando veo que un compañero ha hecho un gran trabajo, le envío una nota rápida o un emoji».

«Cuando apago el ordenador, archivo una serie de documentos».

«Cuando cierro la puerta, pienso en una cosa —o varias— que haya salido bien hoy».

Aplicar estos pequeños cambios en mi rutina diaria lo cambió todo para mí, tanto a nivel personal como laboral: espero que tú obtengas los mismos resultados.