Temporada 2: Da rienda suelta a la productividad

Madeleine Dore Escritora, entrevistadora y presentadora de podcasts

Por qué necesitamos ampliar nuestra definición de productividad

Vivimos en una sociedad obsesionada con la productividad y la eficiencia, buscando constantemente trucos y consejos para hacer más en menos tiempo.

  • Sin embargo, muchas veces esta búsqueda nos deja sintiéndonos agobiados y desconectados.
  • Desde mi perspectiva, es hora de abrazar la creatividad en lugar de la productividad para enriquecer nuestras vidas.

Somos una sociedad obsesionada con trucos y consejos para aumentar la productividad, trabajar de forma más eficiente y hacer más. Se nos dice que nuestros logros son la medida de nuestra valía personal, ¿pero qué tal nos va con eso?

Atrapados en una lista de tareas interminable, buscamos constantemente soluciones para ser más eficientes, pero a menudo acabamos sintiéndonos incompetentes, sobrepasados, exhaustos y solos.

Tendemos a culparnos a nosotros mismos —o a los demás— por no trabajar lo suficientemente duro, pero al hacerlo olvidamos que cada día es distinto y que cada uno de nosotros también lo es. 

La productividad nos dice que vivamos de forma secuencial, pero nuestros días rara vez se desarrollan en un orden perfecto. Y no solo los días varían: nosotros también lo hacemos con ellos. Para sumergirnos más a fondo en las distintas versiones de nuestro día, creo que no debemos ser más productivos, sino más creativos. 

Cómo aportar mayor creatividad a nuestros días

Tras dedicar buena parte de una década a entrevistar a artistas, diseñadores, músicos y pensadores, descubrí que todos podemos aprender de sus perspectivas sobre el proceso creativo y aplicarlas a muchos aspectos de nuestra vida.

Por ejemplo, la ilustradora Mari Andrew me enseñó a marcarme objetivos basados en cómo quiero sentirme en lugar de en qué quiero conseguir.

El artista y autor Austin Kleon me confesó que tener su escritorio digital despejado le ayuda a concentrarse a la hora de escribir y el escritorio analógico desordenado, a crear sus obras de arte.

Cuando dedicamos tiempo a transformar nuestra energía, nuestra atención y nuestro foco, empezamos a ser conscientes de lo que necesitamos para trabajar mejor.

La clave está en experimentar

A veces no nos damos cuenta de que hemos adoptado una forma de hacer las cosas que es insostenible o poco apropiada para nosotros o para nuestro equipo hasta que acabamos agotados o cayendo en el desgaste.

La solución reside en aplicar nuestra creatividad humana para experimentar. Podemos experimentar de formas grandes y pequeñas con nuestro propio enfoque al trabajo o con nuestro trabajo como equipo. Podemos pedir más tiempo, trabajar desde casa y revisar nuestra lista de tareas, agenda y prioridades con cierta frecuencia.

No siempre acertaremos pero puede que, si nos mostramos abiertos a nuevos enfoques, podamos invitar a otros a hacer lo mismo.

Acepta tu forma de hacer las cosas

Si dejamos de compararnos con cómo hacen las cosas los demás o abandonamos toda expectativa en torno a hacerlo bien, podremos aceptar nuestra propia forma de hacerlas.

Hay muchas razones por las cuales deberíamos medir nuestros días de forma distinta a los demás porque todos somos diferentes. No podemos esperar recrear la misma receta porque disponemos de distintos ingredientes, pero podemos ponernos creativos con lo que tenemos y darnos permiso para descubrir lo que mejor nos funciona.

En resumen, si la productividad limita nuestros días, la creatividad los expande al permitirnos aceptar los altibajos, experimentar y encontrar nuestra propia forma de hacer las cosas.