Temporada 2: Da rienda suelta a la productividad

Matt «Mills» Miller Cofundador de ustwo studios

Empodera a tu equipo y obtén resultados espectaculares

Ser diagnosticado con TDAH después de los 40 me enseñó que romper las reglas es esencial para la productividad del equipo. Aquí comparto lecciones clave sobre cómo mantener la productividad a través de la flexibilidad.

  • La productividad se cultiva a través de la flexibilidad, la confianza y la creación de un entorno donde jugar y creer en lo que haces son esenciales.
  • Estas lecciones han sido fundamentales para mantener el impulso y la dedicación en mi viaje personal y profesional.

Me diagnosticaron TDAH pasados los 40, así que créeme cuando te digo que ceñirme a las reglas no es lo mío. Esa es una de las mayores lecciones que he aprendido: si quieres mantener la productividad de tu equipo, debes flexibilizar esas reglas.

Dales permiso para jugar

Antes solían llamarme «Jefe Wonka»: me movía en monopatín, mi oficina era una casita de juegos y me ponía pelucas en las entrevistas. Lo que pretendía con esto era recalcar la importancia del juego y demostrar a mi equipo que no quería que fuéramos como los demás. No quería que nadie nos cuestionara. Quería que nuestros resultados fueran una expresión de nuestra cultura. Este es un enfoque muy distinto al de muchas empresas, pero hace que el equipo se involucre de verdad.

Cuando a las personas se les da permiso para jugar, estas están más dispuestas a compartir sus ideas porque se crea un ambiente en el que todo vale. El equipo está más relajado, y las reuniones se vuelven más fructíferas.

Crea un entorno flexible

Es necesario crear un entorno en el que a ti te gustaría trabajar, en el que te sentirías a gusto y podrías concentrarte. Y hacer que este sea flexible. Llegó un momento en el que trasladamos al equipo creativo de la zona más expuesta al público (en la que eran monos de feria para nuestros clientes y se los interrumpía constantemente) a su propia zona en la parte de arriba, en la que disponían de más espacio y tiempo para trabajar, jugar y experimentar. ¡Esto hizo que su productividad se disparara! La libertad de ser creativos y de tener muchas ideas permite que las personas piensen con más claridad sobre qué es lo que pueden aportar a su trabajo.

También puedes cambiar las cosas en cualquier momento sin que esto suponga cambiar todos los muebles de sitio. ¿Por qué no celebras la próxima reunión en algún sitio más divertido? La playa, un parque, un museo,… Un entorno menos formal puede dar lugar a conversaciones más profundas y hacer que la creatividad fluya.

Escribe un manifiesto

Recuerda que eres tú quien debe motivar la productividad. Mantener el entusiasmo y la ilusión y ayudar a las personas a centrarse es tu responsabilidad. Prueba a escribir un manifiesto por puntos que le recuerde a tu equipo —¡y a ti!— cuál es el objetivo final. ¿Por qué haces lo que haces? ¿Cuál es tu propósito empresarial o misión?

Pégalo en la cocina comunitaria o envíaselo a todo el mundo cuando la productividad empiece a fallar: les ayudará a reconectar y a centrarse en lo importante. Si trabajas en solitario, ¡envíatelo al correo!

Confía en ellos

Esta es la clave para que se produzca la magia. Cuando se dan las condiciones adecuadas y al equipo le importa lo que hace, nadie necesita que lo lleven de la manita.

Para mí, ser productivo consiste en creer de verdad en lo que haces, y en dar a los demás algo en lo que creer y permiso para jugar. No esperes éxito tras éxito, pero sigue adelante: la clave está en la perseverancia, en mantener el impulso. Esa determinación y convencimiento (tu estrella polar) serán lo que te ayude cuando vengan curvas. Todo forma parte del viaje.