Temporada 1: Cómo encontrar y retener a los mejores
Escuchar es tu superpoder secreto
Aprende a escuchar
En los últimos 25 años habré escuchado más de 10.000 historias como productora cinematográfica y consultora de guion. Con el tiempo he ido observando que, cuando escuchaba las mejores historias, ocurría algo más; a mí me gusta llamarlo «la historia detrás de la historia». Para llegar a esa conclusión he tenido que aprender a escuchar activamente, a dar al storyteller todo el tiempo que necesite para hacerlo, porque es ahí cuando se revelan las cosas.
En el lugar de trabajo actual, escuchar es fundamental. No es una habilidad que nadie ponga en su currículum, pero lo cierto es que puede cambiar nuestra forma de trabajar, de comunicar y de lidiar con los problemas.
¿Y qué pasa cuando alguien nos escucha a nosotros? Pues que la cosa puede ponerse muy emotiva al sentirnos escuchados y valorados. Puede cambiar por completo lo que sentimos al ir a trabajar cada mañana. Tomarnos el tiempo necesario para escuchar a los demás puede incluso cambiar todo el entramado de nuestra cultura interna.
Las exigencias sobre nuestro tiempo y nuestra atención
¿Cómo se ha convertido este acto tan básico en un semejante lujo? Vivimos en un mundo que demanda todo nuestro tiempo y nuestra atención, y esto es algo constante y abrumador. Cuando no lo hacen las personas que nos rodean, lo hacen nuestras pantallas y dispositivos: todos compiten por nuestra atención. El mundo se ha convertido en un lugar increíblemente ruidoso: plataformas de mensajería, redes sociales, correos electrónicos, llamadas de teléfono. Casi se echa de menos que alguien llame a la puerta. ¿Cómo escuchar, cómo oír a los demás?
Encuentra el silencio
Una forma muy sencilla de acabar con el ruido es saliendo a la calle a dar un paseo. Puede ser en un entorno urbano, junto a la orilla del mar o por una amplia avenida. Puede ser en cualquier sitio, pero trata de alejarte del sonido del tráfico, las sirenas o los trenes en la medida de lo posible. Mientras paseas, tómate el tiempo de escuchar los sonidos de la naturaleza: el canto de los pájaros, el viento en los árboles,… Escuchar conscientemente estos sonidos es una forma de recalibrar nuestras ondas cerebrales y nos resintoniza con el corazón y con la mente. Desaceleramos. Y puede que las personas que te encuentres también lo hagan y que el resto del día sea mejor por ello.
Escucha a otra persona
Escuchar lleva tiempo. Si lo que te falta es tiempo, te recomiendo encarecidamente que lo busques. Escuchar a otra persona durante tan solo cinco minutos puede tener resultados duraderos. Para hacerlo, tómate el tiempo que necesites, haz preguntas sencillas y abre un espacio común entre vosotros. Haz preguntas como: «¿Y qué pasó después?», «¿Por qué crees que hiciste eso?», «¿Cómo te sentiste?», «¿Cómo te sientes ahora?». Intenta escuchar sin juzgar: nada de suspiros o reacciones audibles.
Al hacerlo, estarás invitando a la otra persona a entrar en un espacio más amplio y más abierto. Este es un acto muy poderoso: establece una relación de confianza entre ambos.