Temporada 1: Cómo encontrar y retener a los mejores

Bobette Buster Autora, productora de cine y profesora de Storytelling

La escucha como fuente inagotable de beneficios 

Una vez hayas pulido tus habilidades de escucha, te darás cuenta de que es una fuente inagotable de beneficios. Practicándola, no solo te vuelves más consciente y empático, sino que también aprendes a hacerlo de una forma más activa y sofisticada. 

Esto puede reflejarse en la forma de hacer una entrevista, en el tono y el ritmo de una reunión de equipo o en una conversación en el pasillo. Tómate el tiempo que necesites para escuchar a tus compañeros y descubre qué ocurre.  

Escucharnos a nosotros mismos 

¿Con qué frecuencia nos escuchamos a nosotros mismos? ¿A esa vocecilla interior que seguramente esté diciendo la verdad? Si lo hiciéramos, ¿qué podríamos aprender?, ¿a dónde podríamos llegar? Es importante escuchar y dejarse guiar por nuestra voz interior. Cuando lo hacemos, somos fieles a nosotros mismos y podemos llegar a descubrir lo que nos llena.  

¿Por qué no probarlo? Dedícale cinco minutos a sentarte tranquilamente: desactiva las notificaciones del teléfono, el ordenador y demás. Si estás demasiado ocupado, trata de incorporar este ejercicio a algo que estés haciendo. Por ejemplo, siéntate un rato en el coche antes de ir a trabajar o a recoger a los niños. Después, mira a tu alrededor, busca algo en lo que concentrarte (una nube, un árbol, lo que sea), detente… y escucha. Deja correr todo lo que se te pase por la cabeza, todas las tareas y preocupaciones, durante un minuto más o menos. Después, inspira y cuenta hasta siete. Expira y cuenta hasta once. Repítelo durante un minuto. Céntrate en tu respiración. Escucha. Intenta convertirlo en un hábito diario.  

Escucha a los demás 

Me gustaría compartir la historia de Maureen Chiquet, antigua CEO de Chanel, quien escribe sobre su ascenso en el sector desde Gap hasta Chanel pasando por Old Navy en su libro Beyond the Label: Women, Leadership and Success on Our Own Terms. El hilo conductor de su trayectoria es cómo, con el tiempo, desarrolló y perfeccionó su capacidad de escucha.  

Cuando le ofrecieron la oportunidad de trabajar en Chanel, le impusieron la siguiente condición: tenía que dedicar tres años a formarse antes de asumir toda la responsabilidad. Concretamente, le pidieron que escuchara y observara. Al hacerlo, adquirió un profundo respeto por la experiencia y los conocimientos de muchos de sus empleados más veteranos y aprendió que, como líder, es importante hacer las preguntas adecuadas y escuchar las respuestas.  

Con el tiempo, toda la empresa empezó a escuchar mucho más a sus clientes, a sus empleados y al mundo a su alrededor. Además de mantenerse fiel al propósito y a los valores centrales de la marca, esto les ayudó a superar grandes disrupciones, convulsiones e innovaciones creativas.  

Tómate el tiempo para escuchar 

Escuchar lleva tiempo. Tienes que parar, detenerte y prestar toda tu atención a otra persona. Sinceramente, a veces puede resultar un engorro. Puede que su problema te cause molestias, pero habrá otras veces en las que escuchar se convierta en lo más importante que hagas jamás.  

En conclusión…  

Escuchar es un acto cotidiano tan corriente como esplendoroso y, también, un acto de una gran generosidad.