La motivación de los trabajadores en la empresa
La motivación de las personas, la palmadita en la espalda, el reconocimiento en el trabajo son elementos fundamentales que contribuyen al éxito empresarial y de esos factores depende en gran medida la consecución de los objetivos de la empresa.
Parece que todavía en muchos sectores de actividad no se han dado cuenta de la importancia de estas cuestiones y siguen practicando una gestión que no tiene en cuenta el factor humano y siguen basando la gestión en identificar objetivos comerciales difíciles de realizar y manteniendo políticas de crecimiento basadas en el corto plazo.
Uno de los elementos más importantes para motivar es la comunicación y el diálogo con el trabajador. Suele ser frecuente que la empresa incorpore programas de mejora, encuestas de clima y ventajas para las personas que trabajan en ella pero que no se saben transmitir adecuadamente y pierden su eficacia porque no tienen repercusión.
En este caso la gerencia de la empresa es clave para liderar el proyecto empresarial y hacer sentir a los empleados su implicación en el mismo. Por eso desde los departamentos de formación de las empresas se ponen a disposición herramientas como portales de formación o sitios específicos de Recursos Humanos para facilitar la comunicación.
Estos mecanismos de comunicación suelen ser accesibles desde el hogar, no solo desde el trabajo, y cumplen con la misión de potenciar la marca, la imagen y las capacidades de la empresa.
La motivación de las plantillas de trabajo se puede hacer de dentro a fuera, cuando las personas encuentran su motor de desarrollo a través de las características intrínsecas del trabajo. Y de fuera hacia dentro, cuando las personas están fundamentalmente guiadas por factores como premios, castigos, mediciones de logro y cumplimiento de objetivos.
La comunicación resulta inspiradora para la motivación
Una comunicación adecuada en la empresa, e independientemente del tamaño que tenga ésta, contribuye a reducir los errores en la actividad, a reducir el estrés físico y mental, potencia la creación de buenas relaciones entre los compañeros, es un mecanismo de impulso del trabajo en equipo para resolver eficazmente los problemas, potencia la productividad y la creatividad, alinea los intereses y el grado de acuerdo entre las partes, mantiene el interés en lo importante y evita dispersar esfuerzos.
Por ejemplo, en el caso concreto de trabajos repetitivos, de escaso potencial para el reconocimiento interno, con alta rotación y con bajos salarios, existen algunas teorías y experiencias para que el trabajador se motive y sienta que su tarea es significativamente más relevante, se sienta feliz y sobre todo sea muy productivo.
Esta teoría se basa en que el simple conocimiento de que el trabajo que se realice tenga un impacto sobre otras personas fomenta la motivación. Para ello la mejor forma es comunicarse personalmente con los individuos que se benefician de un trabajo bien realizado.
Cuando un profesional observa que su trabajo tiene un alto impacto sobre otras personas su rendimiento es mejor y esto es independiente de la profesión que se ejerza. Los médicos, los bomberos, los ingenieros, los policías, etc, todos tienen la capacidad de que su actividad tenga un «valor social» lo que facilita que el trabajo sea motivador porque se considera muy importante atender las necesidades de otras personas.
La tecnología es una herramienta que nos permite realizar nuestro trabajo de forma más práctica, rápida y sencilla pero nos impide muchas veces identificar a la otra persona que está al otro lado de nuestros requerimientos. De vez en cuando conviene poner cara y comunicarse con las personas incluidas en el proceso productivo. Así se mejora la relación y se fomenta la interacción.
Conocí a una compañera que cambiaba su discurso y su forma de comunicarse cuando a la persona con la que hablaba por teléfono la conocía personalmente porque le permitía generar un contexto, un clima de satisfacción que repercutía positivamente en la ejecución de su trabajo alcanzando resultados y acuerdos rápidamente.
Factores de higiene y factores motivacionales
Uno de los mayores exponentes de la teoría de motivación es Frederick Herzberg quien simplifica el análisis identificando dos tipos de factores que influyen sobre la motivación en el trabajo, los factores de higiene (que desmotivan) y los factores de auténtica motivación (que impulsan).
Los factores de higiene son los que influyen negativamente sobre el trabajador y son los que, aunque se modifiquen y se alteren, el trabajador nunca se sentirá completamente satisfecho. Son factores de higiene por ejemplo la política de la empresa, los mecanismos de supervisión, el sueldo o el status alcanzado en el trabajo.
Al contrario de lo que se pueda creer, el sueldo no es un aliciente sino que puede llegar a ser desmotivador. Si se siente que se está cobrando menos de lo que se debería se puede sentir insatisfecho y decae la motivación. En el caso contrario, si el sueldo es el adecuado el trabajador se siente conforme pero no genera mayor impacto.
Se puede decir que los factores higiénicos son los cimientos pero son los motivacionales los que producen ese salto cualitativo que hace aumentar el rendimiento de la persona de forma espontánea y con innumerables beneficios en forma de eficacia en la labor y eficiencia en la consecución de objetivos.
Herzberg propone una serie de factores motivacionales para el enriquecimiento de tareas que a continuación se enumeran y que se reconocen fácilmente a pesar de lo difícil de su ejecución:
- Suprimir algunos controles y permitir que el trabajador asuma la responsabilidad
- Conceder mayor autoridad y mayor libertad al trabajador en su misión
- Informar al trabajador sobre los resultados con frecuencia y de forma periódica
- Repartir y asignar tareas nuevas y más difíciles que permitan al trabajador mejorar profesionalmente
La motivación genuina y sustentable de los equipos es una responsabilidad gerencial que no admite delegación. Sin duda los resultados de las encuestas de clima son fundamentales para percibir la sensación de los trabajadores, de las motivaciones que los animan y son esenciales para detectar las carencias por las áreas de recursos humanos.
En un futuro próximo los valores sociales comentados es posible que se conviertan en motores de la motivación laboral permitiendo, por ejemplo, que los trabajadores realicen tareas de prestación de servicios a la comunidad con un patrocinio activo por parte de la empresa.