Temporada 2: Da rienda suelta a la productividad

Mike Coulter Director creativo, propietario de una pyme y coach de Tiny Habits®

Por qué los pequeños hábitos pueden dar lugar a grandes avances

Descubre qué me llevó a adoptar el método de Tiny Habits y a revolucionar mi enfoque hacia el cambio personal y profesional.

  • Conoce más sobre el método Tiny Habits y experimenta resultados inmediatos y transformadores, cambiando tu perspectiva sobre el cambio conductual y hábitos.
  • A través de los estudios de Fogg, comprendí que la simplicidad y la facilidad son esenciales para cambiar el comportamiento.

Lo confieso: durante años no paraba de procrastinar.

Se me daba de lujo posponer las cosas, dudar y remolonear, tanto en el caso de proyectos nuevos como de acabar los que ya estaban en marcha a tiempo y cumpliendo las indicaciones recibidas.

Lo más paradójico es que era bastante bueno en lo mío y se me daba bien trabajar con otras personas en entornos creativos, tanto grandes como pequeños. Bastante bueno, sí, pero no buenísimo, que era a lo que yo aspiraba.

Así que decidí que tenía que hacer algo.

Me puse a hacer lo que hago SIEMPRE que me enfrento a un reto en el trabajo: ponerme a ver vídeos de YouTube al buen tuntún.

Fue entonces cuando encontré una charla TED —sí, OTRA charla TED—, pero esta vez fue distinto. Muy distinto.

Era de un profesor de la Universidad de Stanford, B.J. Fogg, y se titulaba «Olvídate de los grandes cambios: empieza por pequeños hábitos».

Esta charla me cambió la vida.

¡Adelante!

Lo que ocurrió en esos 17 breves pero transformadores minutos fue que caí en que yo era consciente de querer dar un cambio a mejor, pero no contaba con un sistema, un marco, unas pautas sencillas para ponerme las pilas de verdad. Y eso que era algo que quería hacer con todo mi ser.

Esto de los Tiny Habits era un gran sistema… Y empecé a obtener resultados inmediatos.

Lo que estaba haciendo mal

Siempre me ha interesado el cambio conductual. Me interesaba, pero no se me daba muy bien. Me subía a todos los carros, seguía a todos los gurús, compraba todos los libros habidos y por haber, me hacía propósitos de Año Nuevo abocados al fracaso una y otra vez. No me enteré de que el 80 % de estos propósitos fracasan antes de que llegue febrero hasta que aprendí los principios de los hábitos y el cambio conductual, ni de que solo el 10 % de las personas que compran libros de autoayuda pasan del Capítulo 1.

Yo siempre había pensado que el cambio conductual y la adquisición de nuevos hábitos consistían en ponerse el listón muy alto, tirar de motivación y fuerza de voluntad, mostrar determinación e ir a por todas.

Pero no. Por increíble que parezca, es más bien todo lo contrario.

Cómo conseguí avanzar

Después de ese momento de vagancia tan profético de ponerme a ver vídeos en YouTube, me aficioné al método Tiny Habits y me encantó.

Más adelante descubrí que este señor, B.J. Fogg, es en realidad toda una leyenda en el campo del crecimiento personal y el desarrollo profesional. Como el investigador más prominente del mundo en materia de cambio conductual, también es la persona a la que recurren algunas de las empresas más exitosas e innovadoras del planeta.

Gracias a él descubrí que, como seres humanos, nos resulta más fácil cambiar cuando nos sentimos bien que cuando nos sentimos mal, así que se acabó eso de ser tan crítico conmigo mismo por no ser capaz de cambiar: no sabes el alivio que eso supuso tras toda una vida de fustigarme constantemente.

Descubrí que el poder de dar pequeños pasos que después acaban convirtiéndose en hábitos consolidados supone un punto de inflexión, y también que son el camino más corto a los beneficios inmediatos.

Me di cuenta de que depender de la motivación para avanzar no me funcionaba nada bien, porque la motivación y la fuerza de voluntad no son aliados muy fiables; es genial cuando hacen acto de presencia, pero tienden a esfumarse bastante a menudo.

La simplicidad, hacer que las cosas resulten muy fáciles de hacer, es con diferencia la mejor forma de cambiar nuestro comportamiento, tal y como demuestran los estudios de Fogg.

Empecé a verme de otra forma, como si toda mi identidad hubiera pasado de «No puedo» a «Puedo, y lo haré».

La primera vez que oí hablar de este método supe que tenía potencial, pero no tenía ni idea de que estaba a punto de empezar la etapa más productiva, feliz, creativa y satisfactoria de toda mi vida y mi carrera.

Espero que mi historia, mi trayectoria y mis mejoras te ayuden a emprender tu propio camino hacia el cambio con resultados similares.