Finanzas

¿Qué es el capital circulante? Consejos para mejorar su gestión

Sage

El capital circulante es clave para garantizar la liquidez de cualquier empresa y, por lo tanto, su supervivencia. Conoce más en este artículo.

  • Descubre en este post qué es el capital circulante al detalle.
  • Conoce algunos consejos para mejorar la gestión del capital circulante.

La tesorería es como el aparato circulatorio del cuerpo humano. Tiene que llegar a todas partes para que la empresa subsista. Primero tiene que recibirse por parte de los clientes, para luego ser bombeada a todas las partes de la empresa: proveedores, nóminas, pago de impuestos, pago de préstamos, etc.

El cálculo del capital circulante, también conocido como fondo de maniobra es una magnitud clave a tener en cuenta para la correcta gestión financiera de las empresas. Ya que nos muestra la capacidad de la empresa para hacer frente a sus compromisos de pago.

¿Qué es el capital circulante o fondo de maniobra?

El fondo de maniobra refleja la capacidad de una empresa para poder atender sus pagos a corto plazo y, a la vez, poder realizar inversiones o adquisiciones propias de cualquier actividad mercantil.

El capital circulante se puede calcular como la diferencia entre los capitales permanentes y el activo no corriente. La fórmula más utilizada para su cálculo es la siguiente:

CAPITAL CIRCULANTE = ACTIVO CORRIENTE – PASIVO CORRIENTE

  • Activo corriente: existencias, tesorería, los derechos de cobro a corto plazo y de cualquier activo líquido a corto plazo. En general son los activos que circulan a corto plazo por la empresa al ser líquidos o rápidamente convertibles en líquidos.
  • Pasivo corriente: obligaciones de pago a corto plazo con proveedores, acreedores, administraciones públicas, entidades financieras, etc. Es decir, pasivos exigibles en un plazo inferior a un año.

El resultado de la fórmula ha de ser positivo, ya que hay una parte del activo corriente (como el stock de seguridad o el saldo mínimo necesario de disponible) que, por su importancia en el proceso productivo, debe ser financiada con capitales permanentes.

Si el capital circulante es negativo, parte del activo no corriente estará financiado con pasivos corrientes. Lo que aumenta la probabilidad de entrar en concurso de acreedores, al no poder la empresa hacer frente a sus deudas a corto plazo con sus activos más líquidos (activos corrientes).

10 consejos para mejorar la gestión de tu capital circulante

Una empresa rentable puede no ser viable por un deficiente control de su capital circulante. La gestión del capital circulante consiste en planificar y controlar los flujos de caja, para garantizar la suficiente liquidez a la empresa. Así como para que le permita operar con normalidad, cumpliendo en todo momento con sus compromisos de pago.

Para mejorar la gestión de capital circulante de tu empresa puedes seguir algunos de los siguientes consejos:

1. Contar con un software que facilite una buena previsión de cobros y pagos

En este sentido, algunas soluciones de gestión no solo te permiten conocer tus previsiones. Sino que, además, puedes contabilizar los cobros y pagos directamente desde la previsión. Lo que te permite tenerlas actualizadas en todo momento.

2. Control exhaustivo de las cuentas a cobrar

La empresa tiene que saber en todo momento lo que tiene que cobrar. Además, debe tener definidos protocolos para actuar en caso de impagos o retrasos en los cobros. Cuanto antes se inicien los procesos de recobro de impagados, mayores serán las probabilidades de éxito.

3. Control del crédito comercial

Los comerciales pueden intentar alargar los plazos del crédito comercial como una herramienta de marketing. Pero los financieros, por su parte, tienen que intentar que los plazos de cobro sean lo más reducidos posibles, aunque sea ofreciendo descuentos por pronto pago.

4. Asegurar tus créditos a cobrar

Los créditos comerciales se pueden asegurar en empresas de crédito y caución. Lo que permite minimizar los riesgos de impago.

5. Control de los pagos de la financiación bancaria

La empresa también debe tener controlado en todo momento los importes que tiene que pagar, así como los plazos de las cuotas de sus préstamos. Si la empresa no cumple con sus compromisos de pago con las entidades financieras en tiempo y forma, le será difícil conseguir nueva financiación en caso de que la necesite.

6. Cumplir siempre con los pagos de las nóminas

Si se producen retrasos en el pago de las nóminas de forma reiterada, los mejores trabajadores pueden abandonar la empresa. Y, como consecuencia, la falta de talento puede acabar llevando a la empresa a la ruina.

7. Financiar si es necesario el pago de impuestos y seguros sociales

Tanto la Agencia Tributaria como la Seguridad Social permiten aplazar impuestos y seguros sociales. Además, en la Seguridad Social se puede solicitar el aplazamiento de las deudas que estén en plazo reglamentario de ingreso. Por su parte, en la Agencia Tributaria, también se permite el aplazamiento de las liquidaciones de determinados impuestos.

Para las solicitudes de deudas inferiores a 30.000 euros no se exige constitución de garantías. Pero para los importes superiores se requiere un aval solidario formalizado por una entidad financiera u otros medios. Lo que no se puede hacer es no atender los compromisos de pago con las administraciones públicas. Ya que pueden enviar cartas a nuestros clientes para embargar los créditos comerciales pendientes o embargarnos directamente las cuentas.

8. Control de inventarios

El inventario debe ser el justo, ni mucho ni poco. Si tenemos excesivas existencias estaremos invirtiendo nuestro dinero en mercancía que no se mueve y no genera liquidez. Si el inventario es muy reducido se pueden producir roturas de stock, con la consiguiente pérdida de ingresos y el deterioro de la imagen de la empresa por no atender sus pedidos. Por otra parte, el exceso de stock supondrá un incremento de los costes de almacenaje.

9. Control de los pagos y financiación con los créditos comerciales de los proveedores

En la medida de lo posible, la empresa debe intentar financiarse con sus proveedores hasta los límites que determina la ley de morosidad.

10. Anticipar cobros

Las entidades financieras ofrecen la posibilidad de anticipar el cobro de los créditos comerciales de la empresa si esto es necesario.

En resumen, recuerda que las nuevas tecnologías son las grandes aliadas de la gestión del capital circulante. Por lo que contar con un software de gestión que facilite una buena previsión de cobros y gastos será clave para el buen funcionamiento de tu empresa.

¿CONOCES LAS SOLUCIONES DE TESORERÍA DE SAGE?

Sage XRT, con su nueva solución Advanced, responde a las necesidades de gestión de liquidez de las empresas. Además, gracias al acuerdo con Swift, los clientes de Sage podrán gestionar de forma centralizada sus pagos y cobros en todo el mundo gracias al servicio L2BA (Lite 2 for Business Applications).