¿Cómo pueden los líderes empresariales gestionar la complejidad en un mundo en constante evolución?
Tradicionalmente, el crecimiento siempre ha sido un indicador de éxito empresarial. Es fundamental para la supervivencia a largo plazo, ya que la expansión de una empresa se traduce en un aumento de su presencia en el mercado (y de su rentabilidad). En este post hablamos de cómo el crecimiento también implica una mayor complejidad, especialmente en un entorno empresarial global e interconectado. Para crecer, tu negocio tiene que ser capaz […]
- En este post hablamos de cómo el crecimiento también implica una mayor complejidad, especialmente en un entorno empresarial global e interconectado.
Problemas relacionados con la complejidad que los líderes empresariales deben resolver
Cuando una organización aumenta de tamaño, los procesos empresariales y sistemas informáticos pueden llegar a un punto en el que empleados, clientes y socios tengan que superar numerosas trabas para encontrar lo que necesitan. Cuando aumenta la complejidad de un negocio, puede acabar aislándose, lo que provoca que los empleados se centren en sus propios trabajos y no colaboren de forma que puedan beneficiar a toda la organización. Uno de los principales problemas es el hecho de que la complejidad dificulta la innovación, un elemento crucial para las empresas que quieren crear nuevos flujos de ingresos y productos. La complejidad suprime la colaboración y la capacidad de las empresas de compartir información entre los distintos equipos. También puede afectar a otras funciones, como la cadena de suministro, los recursos humanos, el desarrollo de productos y la atención al cliente. Se necesitará más tiempo para comercializar los productos, se podrían perder oportunidades y las empresas podrían perder en poco tiempo las ventajas competitivas con las que empezaron su negocio. Los problemas asociados con la complejidad tienen una mayor incidencia en épocas de incertidumbre económica, ya sea debido a normativas, incertidumbre geopolítica, volatilidad de los tipos de cambio o incluso la disponibilidad de aptitudes clave. Entre las presiones que generan complejidad entre las grandes empresas y que deberías conocer se incluyen las siguientes. Fusiones y adquisiciones- Son un factor clave del crecimiento empresarial, pero aumentarán la complejidad con la incorporación de nuevos centros de datos, aplicaciones y entornos de trabajo.
- A medida que las empresas crecen es posible que se descentralicen y que algunas unidades de negocio tomen sus propias decisiones en el ámbito tecnológico e implanten sistemas y aplicaciones independientes.
- Esto generará problemas para las organizaciones que desean presentar una única perspectiva financiera o de rendimiento, o bien satisfacer necesidades de cumplimiento internacional.
- La tecnología digital que los negocios necesitan puede añadir presión sobre una infraestructura de TI poco firme, que tal vez no tenga capacidad para gestionar la toma de decisiones en tiempo real, la velocidad y la agilidad que las organizaciones necesitan para enfrentarse a contextos empresariales cambiantes y exigentes.
- También es posible que las empresas sufran la presión de tener que respaldar nuevos productos y servicios con rapidez. La servitización, un concepto que significa que las empresas ofrecen nuevos servicios personalizados, es un nuevo factor que se debe tener en cuenta. Algunos negocios incluso se plantean cambiar sus modelos empresariales como elemento diferenciador.
- Es habitual que los sistemas que utiliza una empresa se hayan implementado en periodos distintos, por lo que interconectarlos puede resultar una tarea compleja. Con el paso de los años, las necesidades empresariales pueden haber cambiado debido a la incorporación de nuevos productos y servicios.
¿Cómo puede tu empresa gestionar la complejidad?
Vamos a describir dos posibilidades para que tu empresa gestione la complejidad mediante la tecnología.- Dispón de flexibilidad y agilidad para cambiar los procesos empresariales donde sea necesario
- Consolidación y optimización de aplicaciones, sistemas y centros de datos. Reducir el impacto físico del departamento de IT podría facilitar el trabajo de tu personal, y ofrecerles más tiempo para dedicarlo a la innovación. La convergencia e integración de sistemas también podría reducir la complejidad.
- Modernización de aplicaciones y sustitución de sistemas antiguos. La sustitución de tus aplicaciones antiguas puede simplificar los sistemas informáticos y reducir el tiempo dedicado a su gestión. También está la posibilidad de usar aplicaciones en la nube.
- Unificación de sistemas operativos en un solo entorno. La optimización de un entorno, en lugar de tener que gestionar varios sistemas, reducirá la complejidad.
- Subcontratación a terceros y proveedores informáticos en la nube. La posibilidad de externalizar la complejidad a proveedores en la nube y de servicios gestionados como Amazon Web Services (AWS) puede ayudar a eliminar la complejidad de tu negocio.
- Implantación de herramientas y tecnologías de automatización e inteligencia artificial (IA). En todos los sectores existe la oportunidad de aumentar la productividad y la eficiencia mediante las herramientas y tecnología de automatización e IA. La automatización robótica de procesos (RPA) ya está muy extendida en una serie de sectores.
- Creación de un ecosistema diverso. Esto permitirá la adopción temprana de nuevas tecnologías.
- Conecta el negocio en tiempo real utilizando y monetizando los macrodatos
- Es importante que seas consciente de que la complejidad no es simplemente un problema asociado con la tecnología. Las culturas corporativas, las organizaciones e incluso la forma de trabajar de los empleados pueden bloquear los esfuerzos de abordar la complejidad.
- La ausencia de una gobernanza informática eficaz puede conllevar distintos problemas. Sin duda uno de ellos es el uso de demasiados sistemas distintos, que también podrían provocar el fracaso de los proyectos relacionados con TI y afectar gravemente a tu empresa.
- También existe el riesgo de que las iniciativas solo se implanten en tu departamento de TI, sin confluir con los objetivos empresariales globales. Hay que ser capaz de gestionar las expectativas. Como líder directivo tienes que estructurar con claridad lo que se puede hacer, elegir las batallas que valgan la pena y conseguir victorias pequeñas pero frecuentes a largo plazo.
- Los empleados y el equipo directivo sénior, especialmente si llevan muchos años trabajando de una determinada manera, pueden resistirse a los cambios en su flujo de trabajo o preocuparse ante las repercusiones de una nueva tecnología.
- Es una reacción comprensible, pero, si tu empresa quiere avanzar, tienen que aceptarlo, ya sea como una cambio cultural o simplemente recurriendo a la formación.