Estrategia y Gestión

Consejos para activar un cambio organizacional de tu pyme

Toma nota en este artículo de estos consejos para activar un cambio organizacional en tu empresa exitoso.

Sage

En este artículo descubrirás cómo activar un cambio organizacional y convertirlo en el mejor aliado del crecimiento de tu negocio.

  • La tecnología al servicio de las personas es el principal factor de impulso del cambio organizacional en la actualidad.
  • La motivación y los incentivos son las palancas que nos permiten movilizar a los actores implicados en el cambio organizacional.

En los últimos años, el cambio organizacional ha pasado de ser una oportunidad a casi un requisito. La causa es evidente: variaciones en el contexto tecnológico, demográfico, financiero, ambiental, social, normativo, de relaciones internacionales…

Como consecuencia, la mayoría de los negocios vive una alteración profunda en los procesos, las relaciones laborales, las inversiones, la financiación, la comercialización y muchos otros aspectos de interés. La travesía que hay que afrontar es desafiante, pero puedes tomar acciones que harán más sencillo que la experiencia dé los frutos deseados.

¡TUITÉALO! Sigue estos consejos para allanar el camino del cambio organizacional de tu negocio.Sage

Apóyate en la previsión financiera

Sin una correcta previsión financiera, el cambio organizacional es un mero proceso de deriva. Necesitas un movimiento ágil de los datos sobre:

  • Ingresos y gastos.
  • Movimientos financieros y patrimoniales.
  • Cobros y pagos.
  • Desarrollo de proyectos.

Además, necesitas hacer simulaciones sobre los cambios en el entorno y análisis de los escenarios de cambio. Así, podrás adoptar un enfoque estratégico que robustezca las transiciones. Minimizarás los momentos de carencia de medios, recursos ociosos o cuellos de botella.

La información financiera traduce los proyectos en estrategias y planes creíbles que puedan obtener la implicación de los agentes del cambio.

Humaniza la tecnología

La transformación digital es, en buena parte, tecnología más cambio organizacional. Y este afecta no solo a los procesos, sino también a las personas. Por ello, es indispensable contar con el factor humano:

  • Hay que plantear cómo los cambios propuestos pueden mejorar el clima laboral y hacerle resiliente a las dificultades procedentes tanto del entorno como de su dinámica interna.
  • El papel de la tecnología en el diseño de la experiencia del cliente debe tener en cuenta todas las empresas que siguen a la tuya en la cadena. Debe pensar en el consumidor final y en los trabajadores desde su dimensión personal.
  • Deben proveerse medios tecnológicos para hacer más fluida la relación con proveedores y otras partes interesadas. En particular, debe hacer más sencillos y humanizados los marcos de colaboración entre empresas.
  • La tecnología debe favorecer la inclusividad laboral y de consumo. Ha de minimizar la necesidad de adaptaciones para hacer accesible la experiencia de trabajo o de consumo. En su lugar, son preferibles diseños en los que cualquier perfil de personas puede desenvolverse, más allá de que cada individuo tenga capacidades diferentes.

Implicaciones jurídicas de un cambio organizacional

El análisis jurídico puede ayudarte mucho con el cambio organizacional desde dos perspectivas:

  • Aporta preguntas clave que debes hacerte. Las normas también organizan y disciplinan relaciones, marcan límites y verificaciones. Tendrás que reflexionar sobre cómo el cambio afectará a contratos, garantías, documentación registral y contable…
  • Orienta las respuestas. En la sucesión de etapas del cambio organizacional, la seguridad jurídica es una de las claves que marcarán el riesgo financiero de los proyectos. Además, es necesario comprender las posibles consecuencias de hechos, actos y negocios jurídicos para poder asimilar los escenarios en los que puede desenvolverse el cambio.

El cambio organizacional debe abordarse desde una perspectiva integral que analice el negocio en su conjunto y que ofrezca respuestas a los retos del entorno.

Diseña programas de incentivos

El cambio no es una decisión personal, sino el fruto de un conjunto de relaciones complejas. No es viable sin la participación e implicación de otras partes y, en especial, de los trabajadores.

Por eso, debemos introducir las fórmulas para hacer partícipes a los demás de nuestros propios objetivos. Además, debemos hacerlo en una secuencia creíble que convierta la colaboración con el cambio en la mejor respuesta para todos.

Una de las razones habituales de fracaso del cambio organizacional es la existencia de incentivos perversos que conducen en la dirección contraria a los agentes que deberían implicarse.

Busca la conexión emocional con los objetivos

El cambio supone un esfuerzo que la motivación hace más llevadero. De otro lado, también ofrece aprendizajes y satisfacciones que hacen que el camino de transformación pueda ser atractivo en sí mismo. Incluso, algunos individuos tienen una predisposición natural favorable a introducir novedades para intentar mejorar.

Sin embargo, el objetivo suele ser la motivación principal para el cambio. Por ello, debes intentar comprender qué aspectos generan resistencia y qué conexiones emocionales facilitan la alineación de esfuerzos. No todo son incentivos, sino también un esfuerzo empático y de comunicación.

Contrata consultores externos

Los consultores de diferentes ramas acumulan conocimiento y experiencia útiles para el cambio. Su perspectiva permite:

  • Ver caminos que quizá no se te hayan pasado por la cabeza.
  • Analizar mejor las resistencias.
  • Anticipar dificultades posibles procedentes del entorno externo.
  • Proponer medidas de prevención o corrección de desviaciones.

Además, podemos contratar consultores especializados en gestión del cambio. Estos pueden complementar la visión técnica de consultores de otras ramas con un aporte centrado en el propio proceso.

Apoya la credibilidad del cambio organizacional

Un cambio organizacional que no es tal puede convertir tu empresa en una caricatura y puede ocasionar graves daños reputacionales. Por ello, es necesario que trabajes en medidas que refuercen la credibilidad, tales como:

  • Verificadores externos.
  • Implementación de protocolos estandarizados.
  • Refuerzo de departamentos de cumplimiento normativo.
  • Colaboración con organizaciones con un cambio reputado.
  • Medidas de control.
  • Políticas de transparencia.
  • Gestión activa del feedback de los agentes implicados en el cambio organizacional.

El cambio organizacional es inaplazable. Todos los negocios deben acostumbrarse a convivir con un viaje permanente en busca de nuevos caminos y formas de hacer prosperar su actividad. La tecnología, la adaptación al entorno y la orientación a las personas te guiarán en la transformación.
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