Estrategia y Gestión

Paso a paso: Cómo realizar un análisis de resultados para tu empresa

Te explicamos los principales pasos para realizar un análisis de resultados y cómo este proceso puede influir para mejorar tu negocio.

Grupo de compañeros reunidos

Describimos los pasos para hacer un buen análisis de resultados. Te contamos cuáles son los principales aspectos en los que has de fijarte en cada etapa y cómo este proceso puede influir para mejorar tu empresa.

  • El análisis de resultados moderno ha de explicar su sostenibilidad financiera, ambiental y social.
  • Las herramientas informáticas facilitan el análisis de datos de diferentes fuentes.

El análisis de resultados es una labor importante tanto si se quiere examinar la propia empresa como otras (competidores, posibles socios, etcétera). Su objetivo último es extraer conclusiones prácticas que orienten las decisiones.

Por tanto, conviene ser ordenados y tener claros los pasos que hay que dar para hacer un análisis de resultados correcto. Es la manera de prevenir errores de interpretación y de extraer la máxima utilidad de la información disponible.

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Paso 0: formación y conocimiento

De nada sirve tener todos los datos y herramientas si no cuentas con los conocimientos necesarios para realizar un análisis de resultados:

  • Tendrás que contar con profesionales expertos en materias como la contabilidad y las finanzas. Pueden estar en plantilla o ser asesores externos, incluso combinar ambas opciones.
  • No todo es estrictamente formativo. También es muy importante contar con cierta experiencia que permita extraer auténtica información de los datos sobre resultados. Por ejemplo, a veces hay tendencias que hay que comprender desde el contacto con el sector y la evolución del entorno económico.
  • Por eso, en el análisis de los resultados tiene mucho interés el contraste con otras fuentes de datos. Todo puede ayudar: estadísticas macroeconómicas, datos sociodemográficos, tendencias comerciales, informes de ingeniería, documentos de asesoramiento sobre reformas jurídicas, etcétera.

Paso 1: puesta en contexto

Ningún dato informa por sí solo con la profundidad que nos gustaría. Por ello, hay que buscar fuentes que pongan los datos en contexto:

  • Diferentes cifras de resultados (partidas distintas de una misma cuenta de pérdidas y ganancias y comparaciones con otros años). 
  • Cifras del balance, que permiten obtener ratios, como las que ponen en relación flujos de resultados con fondos de financiación e inversión.
  • El texto de la memoria, que añade explicaciones al conjunto de las cuentas anuales.
  • Datos de otras empresas, como los compendiados por la Central de Balances del Banco de España, que te pueden proporcionar un punto de referencia y comparación.
  • Informes sobre la situación macroeconómica y financiera y, en general, cualquier otro que ayude a comprender el entorno externo y su evolución.
  • Datos de la planificación, como los objetivos relacionados con los propios resultados.

Paso 2: estudio de relaciones en el análisis de resultados

Una vez tienes una perspectiva global de los datos, es importante relacionar unos con otros. Es la manera de comprender por qué los resultados se mueven en la dirección en la que lo hacen. Para ello, los tres tipos principales de datos son:

  1. Transversales, que permiten seguir los resultados de muchos individuos en el mismo momento del tiempo. Por ejemplo, analizas el comportamiento de diferentes plantas de producción, segmentos de clientes, departamentos, áreas geográficas, productos, etcétera.
  2. Series temporales, que siguen variables o atributos referidos a un mismo individuo a lo largo de un período de tiempo. 
  3. Paneles, que combinan los datos de diferentes individuos a lo largo del tiempo. 

En general, esta etapa exige el manejo de algún tipo de técnicas estadísticas, como modelos de regresión, contrastes, etcétera. No obstante, también suelen exigir un marco teórico sólido de análisis de resultados. 

No olvides, por ejemplo, que las correlaciones que observes tienen que tener alguna explicación sólida. Por ejemplo, puede ser que tus resultados son mejores cuando sucede algo porque esa variable, a su vez, esté relacionada con otra que es la que realmente influye en los resultados. Por tanto, conviene extremar la prudencia a la hora de extraer conclusiones.

También puede resultar muy útil el empleo de herramientas y modelos informáticos para la detección de patrones ocultos. Deben ayudar a comprender las fuerzas que mueven los resultados en uno u otro sentido.

Paso 3: predicciones sobre los resultados

Aquí es muy importante comprender los mecanismos estabilizadores de los resultados. Se trata de todo aquello que, ante una perturbación, hace que, con el tiempo, se vuelvan a encauzar las cifras.

En particular, resulta muy necesario no solo analizar la sostenibilidad de los resultados financieros, sino también el comportamiento previsible en materia ambiental y social. En ese sentido, conviene tener presentes diferentes escenarios del entorno y de la propia respuesta de la empresa. 

Para realizar estos análisis, pueden ser útiles modelos estadísticos y matemáticos dinámicos de otro tipo. Lo fundamental, es tener un marco de estudio con una mínima solidez que permita ofrecer una referencia de hacia dónde se dirigen los resultados.  

Paso 4: conclusiones internas y externas del análisis de resultados

Una vez comprendido el contexto y las fuerzas que mueven los resultados, llega la hora de extraer conclusiones. En particular, te interesará conocer dos aspectos:

  • Qué fortalezas y debilidades internas afectan a tus resultados.
  • Cómo el contexto puede aportar oportunidades y generar amenazas para tus resultados.

Paso 5: control de los resultados

Todo el análisis de resultados tendría poco sentido si no se traduce en medidas concretas. El control debe dirigirse a verificar si se han cumplido los objetivos de la planificación, pero también a la proposición de medidas de corrección ante las desviaciones. 

En ese sentido, en las etapas anteriores tendrías que haber alcanzado un conocimiento sobre los mecanismos reguladores del resultado en tu empresa. Una buena organización no solo debe depender de medidas de corrección estudiadas tras un resultado desviado. También ha de ser capaz de reequilibrarse por sí misma ante los desequilibrios

En definitiva, el análisis de resultados no es algo que se hace en una jornada. Más bien es una actitud de aprendizaje y respuesta conformada por sucesivos pasos que busca mantener a tu empresa en armonía con la realidad interna y externa.