Día Internacional de la Juventud: jóvenes, emprendedores… y mucho más

Explicamos cómo están cambiando los perfiles de jóvenes emprendedores y cómo ello influye en la clase de servicios de asesoramiento que demandan.

• Los perfiles de jóvenes emprendedores van siendo progresivamente más diversos
• Las asesorías se enfrentan a un reto de adaptación y de oferta de servicios a medida de las nuevas necesidades

Este domingo 12 de agosto se celebrará el Día Internacional de la Juventud. Promovido por la Organización de Naciones Unidas, busca colocar el foco en la mejora de la situación de las personas entre 18 y 29 años. Y eso pasa por múltiples esferas como, por ejemplo, la salud y el empleo o las cuestiones intergeneracionales, entre otras muchas.

En el ámbito de los negocios, no solamente es importante mejorar la situación de los jóvenes emprendedores, sino también valorar su papel como transformadores de la realidad económica y su inserción dentro del conjunto del ecosistema empresarial. En este punto es muy importante la aportación de todo tipo de asesores y crucial comprender que nos encontramos ante un incremento duradero de la diversidad de perfiles.

El incremento de la diversidad de perfiles de jóvenes emprendedores

Si echamos la vista hacia atrás, uno de los saltos más importantes en el emprendimiento ha sido el de la diversidad. Hasta hace no mucho, las “radiografías” de jóvenes emprendedores arrojaban valores medios bastante representativos. Determinadas características eran poseídas por la mayoría de ellos.

Sin embargo, en la actualidad, la situación ha cambiado mucho. Con decir que una persona joven es emprendedora, no podemos ser capaces de conocer cómo será. Debemos indagar para conocer su perfil.

En ese sentido, Sage realizó el pasado año un estudio referido a los millennials, Halló diferencias reseñables entre los perfiles de los emprendedores de dicha generación, de modo que hoy es más ilustrativa una “radiografía” del emprendimiento joven con cinco perfiles que con uno solo que recoja los valores medios del conjunto.

Ya no es solamente que haya mayor diversidad, sino que la disparidad tiende a crecer. Previsiblemente, este fenómeno tenderá a repetirse en la generación Z y en las posteriores. La diversidad en el emprendimiento joven ha llegado para quedarse y asentarse cada día más. Razones no faltan como, por poner algunos ejemplos:

• El cambio que se seguirá produciendo en la pirámide poblacional.
• La llegada de innovaciones tecnológicas.
• El asentamiento de nuevas costumbres.
• El contacto de las pymes internacionalizadas con todo tipo de realidades.

El reto del asesoramiento a jóvenes emprendedores

Dada la creciente diversidad, las empresas dedicadas a todo tipo de asesoramiento tienen que tener presente que cada vez tendrán menos sentido las ofertas estándar que proponen el mismo conjunto de servicios, con pequeñas adaptaciones, a todos los clientes.

Por ejemplo, una de las tendencias en diversidad es la relacionada con la internacionalización. Hoy no hablamos de unos pocos jóvenes emprendedores interesados en un grupo reducido de países a los que acceden de forma semejante. Nos encontramos con intereses muy variados en mercados cada vez más amplios y complejos. Ese cliente reclama de sus asesores una adaptación ya no a lo usual, sino a las realidades concretas que se va a encontrar en los lugares que quiere estudiar.

Si una asesoría diseña una oferta cerrada, pensada para el joven emprendedor medio, cada vez será útil para menos clientes. A medida que van llegando más perfiles distintos, hay que hacer un mayor esfuerzo de adaptación. En ese sentido, es muy trascendente una adecuada segmentación. La asesoría debe buscar grupos homogéneos a los que poder dirigir su estrategia comercial.

La oportunidad del asesoramiento innovador

Las nuevas necesidades de unos jóvenes emprendedores más diversos serán una de las claves de la supervivencia a largo plazo de los mejores despachos profesionales. En el fondo, se trata de adentrarse en un terreno desconocido, en nuevas formas de apoyo al emprendimiento.

Ello implica varios pasos trascendentes. Es muy importante conjugar las nuevas necesidades de los jóvenes emprendedores con las potencialidades de la asesoría o despacho profesional.

No obstante, además de ofrecer servicios innovadores, hay que generar confianza. De nada sirve ser pionero en un determinado tipo de asesoramiento si los clientes potenciales prefieren otras opciones. Por eso, debe hacerse un esfuerzo de comercialización especial.

También es un paso inevitable la reforma de los procesos. En ese sentido, la flexibilidad es un requisito. En el futuro, será necesario cambiar con frecuencia la forma en la que se presta asesoramiento.

La tendencia es a que las transformaciones en los procesos reclamen periódicas inversiones en capital humano. Se hará necesario incorporar nuevos perfiles de asesores y estar muy pendientes de la formación continua.

La empatía con los jóvenes emprendedores

Para los jóvenes emprendedores, las asesorías y despachos profesionales han sido tradicionalmente una suerte de guía por los caminos del emprendimiento que indicaba las acciones que tenían que tomar en diferentes campos.

Los cambios tanto de perfiles de jóvenes emprendedores como del propio entorno propician que ese camino esté cada vez más abierto. Por lo tanto, requieren más bien un compañero de viaje que averigüe conjuntamente con ellos la ruta que hay que trazar.

Además, será cada vez más frecuente que los jóvenes emprendedores soliciten servicios complejos de asesoramiento donde intervengan varios profesionales, no necesariamente del mismo despacho. Compatibilizar visiones exigirá un esfuerzo especial para los asesores para ponerse en el lugar del emprendedor, de forma que pueda tomar decisiones equilibradas en todos los terrenos.

Las asesorías y despachos profesionales tienen un papel muy importante en la mejora del emprendimiento joven. En ese reto, el primer gran hito es un giro hacia una filosofía cada vez más adaptada a la diversidad creciente de perfiles.