Nos referimos a año fiscal al hablar del período de vigencia en el que se devengan los impuestos y que generalmente coincide con el año natural, es decir, empieza el 1 de enero y finaliza el 31 de diciembre. A elección del negocio u organización, puede determinarse un comienzo y final diferente que no coincida con el año natural.
Algunos países, como por ejemplo en EE.UU., es posible elegir el mes de inicio y de fin del año fiscal. Esto puede ser beneficioso para las empresas dedicadas a negocios muy estacionales.
Por ejemplo, una estación de esquí, a la cuál le resultará mejor cerrar ejercicio en junio que en diciembre. Así evitará que todas las gestiones, papeleos y trabajo administrativo que conlleva el cierre de ejercicio le coincida con una época en la que la actividad de la empresa es alta.
Algunas empresas multinacionales, pero con sede en diferentes países, como por ejemplo puede ser Sage en España, también suelen tener un año fiscal que no coincide con el natural. En el caso de Sage, cuenta con un año fiscal que comienza en el mes de octubre y finaliza en el mes de septiembre.
Para el cierre del año fiscal, toda empresa tiene que preparar previamente una serie de cosas para no dejar nada al azar. En el caso de las PYMES, pautas como la realización de un libros contables, hacer el depósito de las cuentas anuales, y presentar el Impuesto de Sociedades, son algunas de las cosas a tener en cuenta.
En este post, puedes encontrar todos los detalles que necesita saber una PYME para el cierre del año.