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Trasladar tu residencia fiscal fuera de España: pros y contras

Conoce cuándo se considera que un contribuyente tiene su residencia fiscal fuera de España, y las ventajas e inconvenientes del cambio.

Sage

En su plan de control tributario de 2024 la Agencia Tributaria intensificará sus acciones para evitar situaciones de fraude de los no residentes que generan rentas en nuestro país.

  • Conoce cuando se considera que un contribuyente tiene su residencia fiscal fuera de España.
  • Te explicamos los inconvenientes de trasladar tu domicilio fiscal para ahorrar impuestos.

La determinación del régimen fiscal, aplicable a los rendimientos obtenidos por personas físicas o empresas, en función de su residencia o del lugar de ejercicio de sus actividades, es una fuente permanente de conflictos entre contribuyentes y la Agencia Tributaria.

El traslado del domicilio fiscal de contribuyentes que deberían tributar por sus rentas obtenidas en España, es algo que levanta ampollas en la Agencia Tributaria. Por ello, la Agencia Tributaria vigila de cerca a deportistas de élite, artistas, youtubers o influencers, entre otros, que obtienen rentas en nuestro país y trasladan su domicilio a países con una menor presión fiscal. 

¿Cuándo se considera que un contribuyente tiene su residencia fiscal en España? 

Según el artículo 9.1 de la Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del IRPF, se entenderá que el contribuyente tiene su residencia habitual en territorio español cuando se dé cualquiera de las siguientes circunstancias:

  • Que permanezca más de 183 días, durante el año natural, en territorio español. Se computarán, como período de residencia, las ausencias esporádicas, salvo que se acredite la residencia fiscal en otro país. Tratándose de países o territorios considerados como paraísos fiscales, la Administración tributaria podrá exigir que se pruebe la permanencia en los mismos durante 183 días en el año natural.
  • Que radique en España el núcleo principal o la base de sus actividades o intereses económicos, directa o indirectamente.
  • Cuando residan en España el cónyuge no separado legalmente y los hijos menores que dependan de él.

Ventajas de trasladar el domicilio fiscal a países con menor tributación

Pagar menos impuestos cambiando la residencia fiscal es algo lícito, si efectivamente el contribuyente cumple los requisitos antes mencionados.

Las razones para cambiar el domicilio fiscal fuera de España son variadas, pero las principales suelen ser:

  • Reducción de la carga fiscal. La elevada carga fiscal de las rentas altas de determinados profesionales, o los elevados beneficios de determinadas empresas, provoca que tanto personas como empresas se instalen en otros países. Algunos de estos países, son catalogados como paraísos fiscales, donde la carga tributaria es menor, consiguiendo de esta manera un ahorro fiscal

Los paraísos fiscales son un instrumento típico de elusión o trasvase fiscal. Esto es así, ya que las personas físicas o empresas que se registran en ellos consiguen una tributación reducida y opacidad en sus operaciones.

  • Simplificación de los trámites que deben realizar los contribuyentes y menor control fiscal. En otros países se simplifican los trámites que tienen que realizar los contribuyentes y existe mucho menos control por parte de las autoridades fiscales
  • Mejora de la calidad de vida: algunos países ofrecen una mejor calidad de vida para las clases adineradas.
  • Acceso a nuevos mercados y oportunidades de negocio. Trasladar la residencia fiscal a otro país puede abrir nuevas oportunidades de negocio y acceso a nuevos mercados.

Inconvenientes de trasladar el domicilio fiscal fuera de España

  • Se puede incurrir en un delito fiscal. Cada cierto tiempo salta a la palestra algún famoso al que se le imputan delitos fiscales por evasión de impuestos, al trasladar su domicilio fiscal fuera de España. 

Se califica como delito de fraude fiscal la acción u omisión de eludir el pago de tributos, cantidades retenidas o que se hubiesen debido retener o disfrutar indebidamente de beneficios fiscales. El límite para que se considere delito fiscal es de 120.000 euros. Este delito puede ser castigado con la pena de prisión, de uno a cinco años, y multa del tanto al séxtuplo de la citada cuantía.

  • Complejidad del proceso. Trasladar la residencia fiscal puede ser un proceso complejo, ya que hay que tener en cuenta una serie de requisitos legales y administrativos. Entre estos obtener un visado, empadronarse en el nuevo país y presentar la documentación necesaria ante las autoridades fiscales.
  • Pérdida de acceso a servicios públicos. Al cambiar de residencia fiscal, se puede perder el acceso a algunos servicios públicos en España, como la sanidad pública o la educación pública.
  • Dificultades para mantener relaciones sociales. Trasladar a otro país puede suponer un desarraigo social, al alejarse de familia, amigos y conocidos.

Otros inconvenientes

  • Limitación de los días en los que se puede permanecer en territorio español. Si se traslada el domicilio fiscal fuera de España hay que cumplir los siguiente:
  • Comunicarlo a la Agencia Tributaria.
  • No permanecer en territorio español más de 183 días al año, ni tampoco su cónyuge e hijos. 
  • Pérdida de deducciones. Un cambio de residencia habitual supone la pérdida de deducciones si se tiene una hipoteca, constituida con anterioridad al 1 de enero de 2013. En este caso no se podrán seguir aplicando dichas deducciones.

No perderán la condición de contribuyentes por IRPF las personas físicas de nacionalidad española que acrediten su nueva residencia fiscal en un país o territorio considerado como paraíso fiscal. Esta regla se aplicará en el período impositivo en que se efectúe el cambio de residencia y durante los cuatro períodos impositivos siguientes.

Recomendaciones si estás pensando en cambiar tu residencia fiscal

  • Consulta con un abogado o asesor fiscal. Antes de tomar la decisión de cambiar de residencia fiscal, es importante consultar con un abogado o asesor fiscal. De esta forma conseguirás asesoramiento sobre las mejores opciones en tu caso particular.
  • Infórmate sobre la legislación del país de destino. Es importante informarse sobre la legislación del país de destino para conocer los requisitos legales y administrativos para cambiar de residencia fiscal.
  • Planifica cuidadosamente el proceso: trasladar la residencia fiscal a otro país es un proceso complejo que requiere una planificación cuidadosa.

Aunque te puedas ahorrar impuestos cambiando tu lugar de residencia, fuera de España puedes tener dificultades para encontrar aceite de oliva. Dependiendo del país a donde vayas, los vinos no serán tan buenos y puede que no encuentres tortilla de patatas en los bares. También tendrás morriña, sobre todo si eres gallego, y cada vez que vengas a España de vacaciones, pensarás en lo bien que vivías en este maravilloso país.

Por lo tanto, la decisión de cambiar de residencia fiscal debe tomarse después de haber considerado cuidadosamente los pros y los contras.

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Nota del editor: Este artículo fue publicado con anterioridad y actualizado a 2024 por su relevancia.