Impuestos indirectos: Qué son y qué tipos hay

En este artículo podrás conocer qué son y cómo funcionan los impuestos indirectos y en qué se diferencian de los directos.

• Junto a los impuestos directos y las cotizaciones sociales, los impuestos indirectos son los tributos de mayor relevancia.
• Con frecuencia, las diferencias entre impuestos directos e indirectos son sutiles.

Según el último Informe Anual de Recaudación Tributaria, correspondiente al año 2022, la Agencia Estatal de la Administración Tributaria recaudó 108 480 millones de euros en concepto de impuestos indirectos. 

Además, la influencia de los impuestos indirectos en los negocios no se queda solo en lo recaudatorio. Por ejemplo, son fuente de múltiples obligaciones formales. También son tributos con una importante repercusión en los precios pagados y cobrados. 

¡TUITÉALO! Los impuestos indirectos forman parte de la vida cotidiana de los negocios. ¡Toma nota de sus características más destacadas!

Qué son y qué gravan los impuestos indirectos

Para intentar comprender la definición de impuestos indirectos, lo primero es partir del principio de capacidad económica. Este está establecido en el artículo 31.1 de la Constitución Española, que dice que “todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica…”.

La definición de impuestos indirectos no tiene un sustento teórico suficientemente claro; por ello, los expertos han buscado tradicionalmente su caracterización en las diferencias con los impuestos directos.

El problema es determinar cuándo una manifestación de la capacidad económica es directa o indirecta. Los teóricos del tema han propuesto varias formas de distinguirlo en función de las diferencias entre ambos tipos de tributos. En la práctica, se suele recurrir a criterios más convencionales:

• Los impuestos directos gravan, principalmente, la obtención de la renta o la posesión de un patrimonio.
• Los impuestos indirectos gravan la utilización de la renta y del patrimonio.

Diferencias entre impuestos directos e indirectos

En líneas generales, los impuestos indirectos y los directos guardan varias diferencias:

• Legales. En ocasiones, es la propia ley la que realiza la distinción. Así, el artículo 1 de la Ley 35/2006 califica al IRPF como impuesto directo, lo mismo que hace el artículo 1 de la Ley 27/2014 con el impuesto sobre Sociedades. Por su parte, el artículo 1 de la Ley 37/1992 adjetiva al IVA como indirecto, al igual que lo dice el artículo 1 del Real Decreto Legislativo 1/1993 sobre el impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados o el artículo 1 de la Ley 38/1992 sobre los impuestos especiales. En estos y en otros casos, un impuesto es directo o indirecto en función de lo que manifieste la norma.
• La repercusión. En general, es habitual que, al contrario de lo que sucede en los impuestos directos, el sujeto pasivo tenga que repercutir el impuesto a otros. Es el caso, por ejemplo, del IVA. Sin embargo, eso no es una regla universal, ya que encontramos impuestos, como el de transmisiones patrimoniales, en los que tal mecanismo de repercusión no existe y no por ello el impuesto se considera directo.
• Carácter personal. Es mucho más frecuente que las características del sujeto pasivo sean tenidas en cuenta en los impuestos directos que en los indirectos.

Como vemos, las diferencias son sutiles y no suelen guardar una regla universal. Se han propuesto otras distinciones. Por ejemplo, se dice que es más probable que el sujeto pasivo traslade un impuesto indirecto a otros (proveedores, clientes, empleadores, trabajadores, otros integrantes de la cadena, etcétera). Sin embargo, en realidad, eso depende de circunstancias relacionadas, principalmente, con la demanda, los costes y la estructura del mercado.

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Los principales impuestos indirectos

En el sistema tributario español, existen muchos impuestos indirectos. De todos ellos, destacan tres categorías:

Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA)

Es uno de los impuestos más importantes por diversas razones, entre las que destacan las siguientes:

• Su elevada recaudación. No suele estar lejana a la del IRPF e, incluso, en determinadas coyunturas puede superarlo.
• La armonización europea. Las leyes del IVA de los diferentes países de la Unión Europea deben seguir una directiva comunitaria. No obstante, hay algunos territorios en los que no se aplica. En España, es el caso de Canarias, Ceuta y Melilla, que aplican otros impuestos indirectos, como el IGIC canario o el IPSI en Ceuta y Melilla.
• La influencia en la facturación. De hecho, el reglamento de facturación se aprueba de conformidad con la ley del IVA. Ello tiene también una repercusión contable. Es muy recomendable contar con herramientas integrales como Sage 50. Con ello, podrás coordinar cómodamente tus datos de facturación, contables y fiscales relacionados con el IVA y otros impuestos.
• Los efectos sobre la distribución de la renta. En el IVA existen diversas exenciones y varios tipos de gravamen. Para que pueda aportar progresividad al conjunto del sistema tributario, el IVA debe centrar las tributaciones más elevadas sobre los bienes y servicios adquiridos con personas con mayor capacidad de pago. Sin embargo, no siempre es sencillo atinar. Hay que tener en cuenta que la composición de las cestas de consumo varía con el tiempo y muchas veces con más velocidad que la normativa del IVA.

Impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados

En realidad, este impuesto está, a su vez, conformado por tres impuestos:

• El impuesto sobre transmisiones patrimoniales sujeta diversos hechos. Entre ellos, destacan las transmisiones onerosas de bienes que forman parte del patrimonio de particulares. 
• El impuesto sobre operaciones societarias. Se aplica en constitución de sociedades, ampliaciones y reducciones de capital, aportaciones de socios sin aumento de capital y el traslado a España de la sede de dirección efectiva o del domicilio social desde fuera de la Unión Europea.
• El impuesto sobre actos jurídicos documentados se paga cuando se formalizan, otorgan o expiden ciertos documentos notariales, administrativos o mercantiles.

Los impuestos especiales

Son impuestos que se dirigen hacia operaciones específicas. Destacan los que gravan los hidrocarburos, el alcohol, el tabaco y la matriculación de vehículos. En general, buscan dos objetivos:

• Gravar más determinados hechos imponibles que afectan a la conservación ambiental o la salud o que son consumidos, principalmente, por rentas más elevadas.
• Recaudar más eficientemente. Algunos de estos impuestos gravan bienes cuyo consumo se reduce poco al subir su precio. Así, las repercusiones en la asignación de los recursos son menores.

Los impuestos indirectos y, en particular, el IVA forman parte del día a día de los negocios. Entender sus fundamentos te ayudará a mejorar tus tareas más cotidianas y las decisiones de mayor envergadura.