Estrategia y Gestión

¿Qué es un delito contable?

Un delito contable es cualquier actividad fraudulenta relacionada con la contabilidad financiera de una empresa, con consecuencias legales graves.

Sage

Los delitos contables pueden tener graves consecuencias legales y financieras para las empresas y los individuos involucrados.

  • En este artículo conocerás qué es un delito contable y sus consecuencias.
  • La Ley 11/2021 de 9 de julio de Medidas de Prevención y lucha contra el fraude fiscal busca entre otras cosas evitar que se comentan delitos contables. 

El pasado 20 de octubre de 2023 la Agencia Tributaria publicaba su memoria del ejercicio 2022, con los siguientes resultados destacados:

  • La deuda liquidada por la Agencia Tributaria fruto de inspecciones financieras y tributarias ascendió a 4.693,32 millones de euros.
  • 23.051 contribuyentes fueron inspeccionados.

Las herramientas de contabilidad B o doble contabilidad son una de las principales formas de ocultación de facturas y ventas por parte de las empresas. Por ello, la Ley 11/2021 de 9 de julio de Medidas de Prevención y lucha contra el fraude fiscal buscar erradicar este tipo de software fraudulento.

Este reglamento, que entrará en vigor el 1 de julio de 2025, establece un nuevo sistema de facturación electrónica. Con su entrada en vigor se  dificultará la manipulación de las facturas y la ocultación de ingresos, evitando el llamado ‘software de doble uso’ o ‘ocultación de ventas’.

¿Qué es la contabilidad B?

La contabilidad B es aquella en la que las operaciones realizadas por las empresas se realizan fuera de la contabilidad oficial. De esta forma se lleva una contabilidad paralela principalmente con el objetivo de pagar menos impuestos al Estado. 

Llevar una contabilidad B puede ser considerado un delito contable.

La Ley de Medidas de lucha contra el fraude fiscal establece sanciones “fijas” por ejercicio para los autónomos, comercios y empresas que dispongan de software de doble uso. Es decir, aquel que permite derivar a una caja B las ventas e ingresos. Además, las empresas que fabrican o comercializan este tipo de programas también se enfrentan a multas de considerable cuantía.

Definición de delito contable

Un delito contable es una acción u omisión que altera o falsea de forma relevante la realidad económica y financiera de una empresa o entidad. 

La finalidad del delito contable es eludir obligaciones fiscales o perjudicar a terceros

Se trata de un tipo penal complejo que abarca diversas conductas, desde la falsificación de documentos hasta la ocultación de información contable.

La mejor defensa contra los delitos contables es la prevención. Implementar un sistema de control interno eficaz, contar con un asesoramiento fiscal y contable adecuado y promover una cultura ética dentro de la empresa son medidas esenciales.

Tipos de delitos contables

El Código Penal español, en su artículo 310, establece dos tipos de delitos contables:

    • Delito contable por omisión: se produce cuando se incumple la obligación legal de llevar una contabilidad ordenada, adecuada y completa. Esto implica no llevar libros contables, hacerlo de forma irregular o no presentarlos ante la Administración Tributaria.

    • Delito contable por falsedad: se produce cuando se alteran o falsifican los datos reflejados en la contabilidad, ocultando información o simulando operaciones inexistentes. El objetivo es distorsionar la imagen fiel de la empresa y obtener un beneficio ilícito.

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Diferencias entre delito contable y fiscal

Es importante distinguir entre delito contable y delito fiscal, ya que aunque ambos implican aspectos financieros, se refieren a situaciones diferentes:

    • Delito contable: se centra en la manipulación fraudulenta de la contabilidad financiera de una empresa con el fin de engañar a partes interesadas y obtener beneficios indebidos.

    • Delito fiscal: se refiere a la evasión o el fraude en el cumplimiento de las obligaciones fiscales, como no declarar ingresos o realizar falsas deducciones, con el fin de reducir ilegalmente la carga impositiva.

Ejemplos de delitos contables

Entre la lista de delitos contables podemos destacar los siguientes:

    • Falsificación de facturas.

    • Ocultar ingresos y pérdidas.

    • Crear empresas ficticias.

    • Sobrevaloración de activos.

    • Infravaloración de pasivos.

    • El uso indebido de fondos de la empresa para beneficio personal.

    • La creación de transacciones falsas o ficticias para mejorar artificialmente la apariencia de la salud financiera de una empresa.

Implicaciones legales del delito contable

Los delitos contables pueden tener graves implicaciones legales para aquellos que los cometen. Dependiendo de la gravedad y la extensión del fraude, las personas involucradas pueden enfrentarse a cargos penales y cuantiosas multas

Responsabilidad del asesor ante el delito contable y fiscal 

El asesor fiscal puede tener una doble responsabilidad

    • Frente a su cliente, si no actúa con la diligencia debida.

    • Como colaborador necesario en un delito contable y fiscal si su intervención es imprescindible para la comisión del delito.

Un cooperador necesario es aquella persona que participa de forma relevante en la comisión de un delito, aunque no sea el que lo ejecuta. Esta conducta se regula en el artículo 28 del Código Penal, que establece que «también serán considerados autores del delito los que cooperan a su ejecución con un acto sin el cual no se habría efectuado».

En diferentes sentencias del Tribunal Supremo se recoge que «es cooperador necesario el asesor fiscal que planea y diseña la compleja operación al objeto de ocultar beneficios y que determinó la omisión del pago del IRPF, sin cuya intervención no se habría cometido el delito».

En relación con la responsabilidad con su cliente, la responsabilidad de los asesores fiscales surge por aplicación del artículo 1.101 del Código Civil, que indica que «quedan sujetos a la indemnización de los daños y perjuicios causados los que en el cumplimiento de sus obligaciones incurrieren en dolo, negligencia o morosidad, y los que de cualquier modo contravinieren al tenor de aquellas».

Responsabilidad penal de las personas jurídicas ante el delito contable

La modificación de la Ley Orgánica del Código Penal, introdujo la responsabilidad penal de las personas jurídicas. Esto supone que la empresa sea penalmente responsable si cualquier empleado comete un delito, por no haber estado sometido al debido control de los administradores. Incluso pueden derivarse responsabilidades personales para administradores y directivos.

Qué dice el Código Penal

En el artículo 31 bis del Código Penal se establece que las personas jurídicas serán penalmente responsables de los siguientes delitos:

    • Los cometidos en nombre o por cuenta de las mismas, y en su beneficio directo o indirecto, por sus representantes legales o por aquellos que actuando individualmente o como integrantes de un órgano de la persona jurídica, están autorizados para tomar decisiones en nombre de la persona jurídica u ostentan facultades de organización y control dentro de la misma.

    • Los cometidos en el ejercicio de actividades sociales y por cuenta y en beneficio directo o indirecto de las mismas, por quienes, estando sometidos a la autoridad de las personas físicas mencionadas en el párrafo anterior, han podido realizar los hechos por haberse incumplido gravemente por aquellos los deberes de supervisión, vigilancia y control de su actividad atendidas las concretas circunstancias del caso.

En ambos casos, la persona jurídica quedará exenta de responsabilidad si el órgano de administración ha adoptado y ejecutado con eficacia, antes de la comisión del delito, modelos de organización y gestión para prevenir la comisión de delitos. Estos modelos deben incluir las medidas de vigilancia y control idóneas para prevenir delitos de la misma naturaleza o para reducir de forma significativa el riesgo de su comisión.

Por lo tanto, es necesario que los administradores se tomen muy en serio la tarea de diseñar e implantar un correcto modelo en la empresa de Gestión del Cumplimiento, para evitar que se cometan dentro de ella delitos contables y fiscales. 

Un delito contable es cualquier actividad fraudulenta relacionada con la contabilidad financiera de una empresa, que puede tener consecuencias legales graves. Es fundamental para las empresas y los profesionales contables mantener altos estándares de integridad y ética para evitar incurrir en este tipo de prácticas ilícitas. Además, es crucial entender las diferencias entre delito contable y fiscal para poder abordar adecuadamente cada situación y cumplir con las obligaciones legales y éticas.