Finanzas

Contabilidad analítica: ventajas de llevar las rentabilidades al dedillo

Sage

Explicamos cómo la contabilidad analítica o de costes ayuda a tomar las mejores decisiones empresariales.

  • Es es una contabilidad interna, donde la propia empresa pone sus normas y códigos teniendo en consideración las características de su negocio
  • Nuestra solución de gestión contable juega un papel importante en la tarea de extraer el máximo provecho de nuestra contabilidad analítica

Cuando hablamos de contabilidad dentro de la empresa, tanto a nivel de gestión de una empresa como de formación, normalmente solemos pensar en la contabilidad financiera sin dar importancia a otra rama de la contabilidad que puede ser fundamental en la toma de decisiones. Nos referimos a la contabilidad analítica o también conocida como contabilidad de costes a la que, quizás por no ser obligatoria ni tener una regulación específica, no se le presta siempre la suficiente atención.

La contabilidad analítica se compone de un conjunto de técnicas que sirven para estudiar detalladamente la forma en la que se distribuyen los ingresos y costes de una empresa, diferenciando los factores (clientes, departamentos, productos…), con el objetivo de obtener información de uso interno que ayude a la toma de decisiones.

¿Por qué aplicar la contabilidad analítica?

Aunque llevar una contabilidad analítica no es obligatorio, hoy en día muchas empresas la llevan como herramienta para controlar el negocio en entornos cada vez más complicados y competitivos.

Aunque existen modelos estándar de contabilidad analítica, lo ideal es crear uno o adecuarlo a las características propias de la empresa. De esa forma podremos analizar en profundidad los ingresos que se han generado, los costes producidos, la rentabilidad de las distintas líneas de negocio o productos y entender al detalle el porqué de los resultados que estamos obteniendo.

Los motivos por los que aplicar la contabilidad analítica pueden ser muy amplios:

  • Decidir entre si lanzar o no un nuevo producto.
  • Cerrar o abrir un determinado departamento.
  • Bajar o subir el precio de un servicio.
  • Medir la aportación de cada producto al posible beneficio o perdida en la empresa.
  • Ver resultados de la empresa en general o solo de una parte de ella.
¡Comparte! Este post en el que conocerás cómo la contabilidad analítica o de costes ayuda a tomar las mejores decisiones empresariales.

Ventajas de la contabilidad analítica

La contabilidad analítica puede ser una herramienta fundamental en el desarrollo y crecimiento de nuestro negocio. Ofrece, en todo momento, información sobre cuál es la situación real de la compañía o si hay algún proyecto o departamento que está generando pérdidas o malos resultados.

Entre sus principales ventajas encontramos que permite conocer datos precisos sobre aspectos fundamentales de la empresa como, los costes directos, indirectos, los márgenes, punto muerto, etc.

Como la información siempre es poder y valor para la empresa, ayuda de cara a tomar las mejores decisiones empresariales en determinados momentos: política de precios, necesidad de continuar o no con un proyecto, etc.

Igualmente, ayuda a controlar más y mejor los gastos generados por la empresa, así como conocer su evolución o en cuáles se puede ahorrar.

Todo ello ayuda proactivamente a mejorar la productividad, eficiencia y desarrollo del negocio. Está claro que la contabilidad analítica supone un esfuerzo, pero merece la pena.

¿Cómo llevar la contabilidad analítica?

Como ya hemos dicho, cada negocio es un mundo diferente, por lo que lo primero es ver qué necesidad de información y análisis necesitamos, e irlo desgranando como si de una naranja se tratara, llevando cada gasto e ingreso a su “caja” correspondiente.

Para lograr esto debemos poner en marcha ciertos códigos analíticos para, posteriormente, imputar los costes e ingresos a cada código. Estos códigos pueden ser establecidos por proyectos, por centros de trabajo, por líneas de negocio, etc. Esta es una tarea sencilla cuando contamos con una solución de gestión contable que tenga integrada esta opción para llevarla a cabo.

Contabilidad analítica vs contabilidad financiera

Llegados a este punto, puede que haya quien diga que ambas contabilidades son lo mismo. Aunque ambas tratan de sacar una información numérica de la empresa, sus fines son muy diferentes. En primer lugar, la contabilidad analítica no es obligatoria y no se rige por ninguna ley específica, mientras que la contabilidad financiera está sujeta a la regulación mercantil y al Plan General de Contabilidad.

Aunque de la contabilidad financiera también pueden obtenerse información interna como, por ejemplo, qué nos debe un cliente determinado, tiene un carácter mucho más externo y menos específico que la analítica. Con la analítica, podemos obtener y aislar la rentabilidad de un proyecto concreto de todos los que hay dentro de nuestra empresa.

Es decir, el “fin último” de la contabilidad financiera es la obtención de los estados financieros con un carácter general, mientras que la analítica analiza los resultados en detalle por áreas concretas.

Igualmente, la contabilidad analítica tiene más una orientación a futuro que la financiera. Pongamos un ejemplo para entenderlo mejor. Imaginemos que queremos saber el beneficio neto de cada unidad de negocio de nuestra empresa para tomar decisiones sobre si continuar o no con ellas. La única forma es realizando una contabilidad analítica de la unidad en cuestión.

Igual que la contabilidad financiera es una pieza clave de nuestras relaciones con terceros, la analítica es uno de los motores de la información al servicio de la toma de decisiones.

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