Tecnología e Innovación

Factor cultural, principal obstáculo para la digitalización de las empresas

Sage

La digitalización es un proceso en el que hay que superar obstáculos. En no pocas empresas uno de los más importantes es el factor cultural. Buena muestra de ello es que según un estudio internacional de Cap Gemini, el 62% de los directivos consultados consideran que el factor cultural es el más importante de los obstáculos.

España es una buena muestra de ello. Según el estudio de Cap Gemini, solamente el 5% de los directivos cree que su propia empresa tenga una cultura digital fuertemente asentada. Además, en materia de formación, también la OCDE señala la tecnología y la digitalización como una de las áreas más necesitadas de mejora. Lograr mejores resultados en estos campos es imprescindible para superar con éxito los retos de la economía digital.

Qué es el factor cultural en una empresa

Los comportamientos, actitudes, procedimientos acostumbrados en una empresa tienen una trascendencia enorme. Van moldeando una forma de trabajar y de relacionarse con terceros ajenos a la empresa.

Una parte de ellos pueden aportarlos los propios trabajadores. Vendrán condicionados por su experiencia previa, la formación acumulada y su propia forma de ser. También se ven afectados por las personas de su entorno. Por ejemplo, existen diferencias culturales entre unos lugares y otros.

Otra parte está constituida por lo que los trabajadores van aprendiendo dentro de la empresa. En definitiva, es una forma de transmitir el conocimiento y de compartir una manera de proceder. Se crea una cultura empresarial característica.

Cómo lograr que el factor cultural no sea un obstáculo para digitalizar una empresa

Para lograr que el factor cultural o, más bien, la falta de cultura digital arruine el proceso de transformación digital, es conveniente seguir algunas pautas.

Estudiar la cultura digital de los trabajadores

Una empresa que conoce las características de sus trabajadores está más capacitada para tomar medidas. Se trata de averiguar la predisposición ante la digitalización, cuáles son sus principales hábitos digitales, los conocimientos que tienen, las dificultades que surgen en su aprendizaje del manejo de las nuevas tecnologías, etc.

Emplear la digitalización como oportunidad para el empoderamiento

La digitalización puede abrir puertas profesionales a los trabajadores. Les permite acceder a más recursos, facilita la ejecución de tareas más completas y ofrece nuevas posibilidades formativas. Por ello, uno de los objetivos de los procesos de transformación digital debe ser el máximo desarrollo del potencial de los trabajadores.

Fomentar el liderazgo digital

Hay que detectar qué empleados tienen mejores características para el mundo digital y, dentro de ellos, quiénes tienen las actitudes y aptitudes más adecuadas para compartir sus conocimientos y experiencias. Una vez que tenemos como objetivo un cambio cultural en la organización, los líderes digitales pueden servir para agilizar el proceso.

Entender los factores locales y utilizarlos para consolidar una cultura digital

El contexto local de los lugares donde trabaja nuestra empresa contribuye a modelar la cultura organizativa. Puede haber una percepción de que la digitalización no va a resolver los problemas locales más enquistados y que puede amenazar las costumbres y tradiciones mejor valoradas. Sin embargo, la digitalización puede contribuir a analizar mejor los problemas y a encontrar soluciones efectivas. También facilita la conservación y compartición del patrimonio cultural. Implicar a la empresa en la utilización de la digitalización como herramienta para mejorar el entorno local puede facilitar el cambio de percepción.

Trabajar en la flexibilización de la empresa

La empresa en proceso de digitalización debe dar y requerir flexibilidad. Se debe luchar contra el presentismo. Eso demanda una actitud activa y adaptable. Por otro lado, se camina hacia una empresa cada día más cliente céntrica y hay que responder de forma flexible a los cambios en sus necesidades. Además, la empresa también debe ser flexible con sus trabajadores para favorecer la implicación, el compromiso e, incluso, la conciliación.

Emplear la creatividad como aliado

Digital no es sinónimo de mecánico y repetitivo. Uno de los miedos que están en la cultura de muchas organizaciones es el de que los trabajadores deban comportarse como robots. Surge porque algunos procesos se estandarizan y algunas exigencias son más concretas. Pero, por otro lado, la cultura digital ofrece muchas oportunidades a la creatividad en el entorno laboral. Cuanto más se fomenten, menor será el miedo del equipo a caer en una estandarización rígida.

Invertir en capacitación tecnológica

Ante la introducción de constantes novedades tecnológicas, es posible que muchos trabajadores tengan el miedo de no saber manejarse. Sin embargo, a medida que se va participando en iniciativas de formación, cada vez es más sencillo incorporarse a las novedades. Todo lo aprendido disminuye los costes de adaptación. Finalmente, la actualización acaba siendo parte de la cultura de la empresa. También puede ser útil invertir en ayudas para la formación digital de las personas del entorno familiar del empleado, con el fin de consolidar en el hogar la cultura digital.

Emplear las herramientas digitales como instrumento para la colaboración

La forma de crear una cultura digital es a través del contacto entre los miembros de la organización. Comparten visiones, experiencias y conocimientos. Si las tecnologías permiten una mejor colaboración, hay que aprovechar este hecho para que vean reforzada la idea de utilidad de la transformación digital. Además, el propio trabajo en equipo es el contexto perfecto para que esa idea se difunda.

Digitalizar la empresa de forma progresiva

El cambio, aunque en muchos casos deberá ser rápido, en la mayoría deberá ser progresivo. Hay que cubrir etapas. Por ejemplo, si una empresa rezagada no ha comenzado a dar sus primeros pasos en digitalización será muy dudoso que pueda abordar proyectos complejos de digitalización, como podría ser el lanzamiento de la versión digital de un producto. Hay que seguir un orden en el que cada paso que se dé se apoye sobre los anteriores. De este modo, buscaremos una paulatina consolidación de la cultura digital de la empresa.

Estamos ante un proceso de cambios que está transformando la forma en la que se trabaja. Internamente, eso obliga a realizar cambios en los procesos y a adaptar al equipo. El factor cultural es muy importante, porque está relacionado con una trayectoria definida a lo largo del tiempo, que la digitalización deberá moldear.