Finanzas

Ocho preocupaciones ante el final de la campaña de la Renta que tienen solución

Explicamos algunas posibles decisiones con la declaración de la Renta ante el fin de la campaña de la Renta.

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El fin de la declaración de la Renta puede generar preocupaciones, pero con una buena planificación y las soluciones adecuadas, es posible gestionarlas de manera eficaz.

  • Con la campaña de la Renta no se terminan todas las preocupaciones sobre la declaración de la Renta.
  • Conviene planificar los impuestos con antelación y controlar permanente el cumplimiento normativo.

El fin de la campaña de la Renta es un momento que puede ocasionar diversas preocupaciones. La primera es que el 1 de julio de 2024 se terminan los plazos para presentar la declaración de la Renta. Además, debes cumplir con tus obligaciones sin que trastorne tus planes o los de aquellas personas o entidades importantes para la empresa.

Afortunadamente, la mayoría de las preocupaciones más relevantes que surgen ante el fin de la campaña de la Renta tienen solución. Veamos algunas de las principales y los remedios para afrontarlas.

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1) La falta de liquidez para efectuar el pago

Las personas físicas que desarrollan actividades económicas están sujetas al IRPF. El pago de la cuota diferencial puede, en algunas situaciones, representar una dificultad para los autónomos. Si ese es el caso, en primer lugar, debes analizar si es debido a problemas en la gestión de la tesorería.

Una primera solución es recurrir al fraccionamiento previsto por la normativa del IRPF. Permite efectuar el pago en dos plazos sin intereses:

  • El primero de ellos sería de un 60% de la deuda y se efectuaría en el momento de presentar la declaración. No obstante, si se realiza mediante domiciliación, el cargo en la cuenta se hace el día 30 de junio. 
  • El segundo, por el 40% restante, se efectuaría el 5 de noviembre de 2024.

Otra posibilidad, incompatible con la anterior, es solicitar un aplazamiento. Permite trazar un calendario para ir pagando poco a poco y atravesar el problema de liquidez. Supone el pago de intereses de demora.

Al solicitar un retraso, hay que tener en cuenta si se superan los 50 000 euros o no. Si el importe es menor, puedes realizar la solicitud telemáticamente y sin presentación de garantías. La tramitación es, en muchos casos, automatizada, en especial si la deuda es menor de 3 000 euros o no se piden más de 24 pagos mensuales.

En los últimos años, se ha facilitado el acceso a diferentes formas de aplazamiento o fraccionamiento de impuestos.

2) Los propietarios de la empresa han pagado mucho IRPF

Con la declaración de la Renta, llega la hora de comprobar cuál ha sido la cuota líquida. Por ello, el fin de la campaña de la Renta es un momento clave para tomar conciencia del peso del IRPF en la actividad.

Mal arreglo tendrá a estas alturas lo pagado del IRPF de 2023. Sin embargo, sí que puede ser el momento para iniciar, de no haberlo hecho antes, una correcta planificación fiscal para el futuro. De hecho, es una tendencia que se consolidará, si cabe aún más, con el nuevo software antifraude. El motivo es que Hacienda va a tener vías más sencillas para disponer de los datos.

En todo caso, hay que introducir los costes o ventajas fiscales en todos los procesos de decisión. Deben analizarse las diferentes formas jurídicas de afrontar los proyectos. Puede ser, por ejemplo, conveniente examinar si la forma jurídica a través de la que se desarrolla la actividad es la correcta. En todo este proceso es muy importante la sintonía entre asesor y cliente. Y, para favorecer la fluidez de esta relación, lo mejor es contar con herramientas que, como Sage for Accountants, permitan un enfoque colaborativo entre ambas partes.

3) Empleados con una cuota diferencial muy elevada

En las pymes, suele haber algún empleado que paga una cuota diferencial elevada. Puede deberse a diversas circunstancias. Por ejemplo, es posible que obtenga habitualmente rentas no sujetas a retención.

En algunos casos, sucede que el trabajador se preocupa, a pesar de que, en realidad, está demorando el pago del impuesto. Normalmente, este problema es más frecuente entre personas con hábitos deficientes de ahorro.

La solución para estos casos es subir el tipo de retención. La empresa lo puede hacer siempre que lo solicite el trabajador, sin superar nunca el tipo marginal máximo.

4) Presentar una declaración de la Renta con la que no se está de acuerdo

Las normas fiscales se prestan, con cierta frecuencia, a varias interpretaciones. Con el fin de la campaña de la Renta, llega el momento de tomar una decisión. Hay que presentar la autoliquidación conforme a una de ellas. La tentación razonable es presentarla de forma que pagues lo mínimo.

El problema es que puedes ser sancionados por Hacienda. La ley indica que, si has declarado conforme a una interpretación razonable de la norma, habrás puesto la diligencia necesaria en el cumplimiento de tu obligación y no se te podría sancionar. La cuestión radica en qué es o no una interpretación razonable.

Con Sage for Accountants, puedes ofrecer un servicio más optimo a tus clientes y ayudarles a que la declaración de la Renta no sea una preocupación más. 

Para evitar la sanción, una solución es presentar la autoliquidación conforme a los criterios habituales de Hacienda. Sin embargo, si no quieres pagar de más, deberás defender tu posición. Los siguientes pasos serían:

  • Solicitar la rectificación de la declaración de la Renta presentada. 
  • Si no te dan la razón, podrás, en primer lugar, presentar un recurso de reposición. De todos modos, este paso no es obligatorio. 
  • También puedes presentar directamente una reclamación económico-administrativa. O puedes presentarla tras el recurso de reposición.
  • Si la Administración no te da la razón, es posible interponer un recurso contencioso-administrativo.

5) Declarar más allá del fin de la campaña de la Renta

Con el fin de la campaña de la Renta, pueden quedar rentas por declarar. Puede ser por hechos que correspondan a un ejercicio, pero de los que no se tenga constancia hasta después de cerrado el período de declaración. 

En ese sentido, es importante tener en cuenta los criterios de imputación temporal que determina el artículo 14 de la ley del IRPF. Este establece cómo actuar en diferentes situaciones. Hay casos en los que lo nuevo de lo que tienes constancia deberás declararlo en la campaña de este año (la que presentes el que viene). En otros, tendrás que presentar declaraciones complementarias o solicitar la rectificación de las de años anteriores. Incluso, hay situaciones en las que la norma te da varias opciones para elegir.

También es posible declarar lo que no incluiste en su momento. Al hacerlo antes de un requerimiento de la administración, evitarás la sanción. No obstante, habrás de pagar un recargo por declaración extemporánea sin requerimiento previo

El mecanismo para hacerlo es la autoliquidación complementaria. No obstante, solamente se emplea en el caso de que corresponda pagar más o una menor devolución. Si lo nuevo que se declara implica que Hacienda te tiene que devolver dinero, habrá que recurrir a una rectificación de la autoliquidación o a la solicitud de devolución de ingresos indebidos.

6) Temor a una inspección

En cualquier momento, puede tener lugar una visita de la inspección, por lo que conviene preparar la contabilidad. Dado el papel del asesor en la orientación ante un procedimiento de estas características, es muy beneficioso contar con herramientas informáticas que, como Sage for Accountants, faciliten la relación entre asesor y cliente.

Por otro lado, deben estudiarse los aspectos jurídicos de nuestra actividad y, de forma especial, su incidencia fiscal. Hay muchos supuestos de dudosa interpretación. Es importante comprender por qué tributas como lo haces.

Ayuda mucho tener preparados con anticipación los argumentos ante una posible inspección. Y conviene tener presente la doctrina administrativa y la jurisprudencia de casos semejantes. Contribuye a prever un itinerario razonable de recursos administrativos y judiciales y los costes de ese trayecto. Hay que cultivar la relación entre el personal de la empresa encargado de las tareas contables y fiscales, los asesores externos y, en su caso, los abogados.

7) Miedo a no tener todos los datos

Los datos son fundamentales para cumplir con las obligaciones fiscales. Lo son para presentar la declaración de la Renta, pero también los diferentes modelos del IRPF y de otros impuestos, como el IVA. Además, son necesarios para obtener la información con la que planificarás tus decisiones.

En nuestros días, la forma natural de tener los datos en orden es utilizar un software. En ese sentido, no olvides que desde la Ley Antifraude de 2021 este tiene que cumplir ciertos requisitos. Además, a partir de julio de 2025 será obligatorio que esté adaptado a determinadas características adicionales

8) Empleados que solicitan un adelanto para el pago

Es posible que algunos empleados soliciten un adelanto para el pago de la cuota diferencial del IRPF. En ese caso, es necesario prestarles algún soporte.

  • Primero se le debe apoyar con información. Es bueno que conozcan las alternativas de fraccionamiento y aplazamientos, lo mismo que las ofertas de financiación por parte de las entidades financieras. También puede ser una ocasión para que el empleado analice la conveniencia de un probable incremento de las retenciones para el futuro.
  • Incluso, en algunos casos, es posible que en realidad deban pagar menos de lo que parece en un inicio. Es conveniente incidir en que deben revisar el borrador antes de la presentación. Puede, por ejemplo, que tengan derecho a deducciones que no se han tenido en cuenta.
  • Hay que estudiar caso por caso los posibles adelantos de sueldo. Por último, conviene tener presente el impacto en la gestión de la tesorería de la empresa. Hay que analizar con antelación las necesidades previsibles para este mes y ver si se cumplen. Además, si ahora se realizan más adelantos, en futuros meses habrá que corregir las previsiones de pagos.

El fin de la campaña de la Renta es un momento que plantea diversas preocupaciones en la gestión de la empresa. Hay que prestar atención suficiente a las soluciones, ya que las hay y, en muchos casos, no son excesivamente complejas.

Nota del editor: Este artículo fue publicado con anterioridad y actualizado a 2024 por su relevancia.