Tecnología e Innovación

Los Medios de Pago y el Comercio Electrónico en España

Sage

El Comercio Electrónico está creciendo al 20% en España y eso a pesar de que los medios de pago no están avanzando al ritmo que el sector online necesita. Las empresas de hosting, de desarrollo web, de marketing digital, de logística, todas han evolucionado para dar respuesta a la creciente demanda de negocios online y de consumidores. Sin embargo, la oferta de medios de pago bancarios no evoluciona al mismo ritmo y, con la crisis financiera, algunos bancos consideran a los negocios online como un riesgo que no quieren o no saben asumir.

Desde que se inició la crisis financiera, con el consiguiente crecimiento exponencial de la morosidad en tarjetas, los bancos han ido reduciendo su inversión en medios de pago. Algunas entidades especializadas en el crédito consumo instrumentado en tarjeta, caso de Capital One, Barclaycard, o MBNA (Bank of America), se marcharon del mercado. Esto ocurría casi al mismo tiempo que el eCommerce empezaba a despuntar en España. La crisis empujaba a los consumidores a buscar y comparar productos en internet y a adquirir el «chollo» online. Gracias a los clubes de venta online, especializados en moda, las mujeres se incorporan masivamente a la compra por internet en los años 2009 y 2010. El incentivo, en forma de descuentos de hasta el 70%, venció claramente al miedo a utilizar las tarjetas en la red. El eCommerce inició su ascenso imparable.

Sin embargo, esa misma crisis financiera ha hecho que se fusionen muchas entidades financieras en el mercado español, sobre todo cajas de ahorros, reduciendo cada vez más la competencia. Antes del apogeo de la crisis, los negocios de procesamiento de Sistema 4B y Sermepa se fusionaron, creando Redsys. Cada una había desarrollado su pasarela de pago de comercio electrónico para sus entidades adheridas, al igual que Euro6000 tenía la suya para sus cajas adheridas. Sin embargo, la tendencia es que sólo queden dos, la de Redsys, con un 80% de cuota de mercado, y la de Euro6000, con sólo un 20%. Esta reducción en la oferta competitiva no ha hecho más que entorpecer el crecimiento del comercio electrónico.

tasas bancarias en medios de pago

Por último, las tasas bancarias por aceptar tarjetas de pago en los comercios se han ido reduciendo considerablemente en los últimos años. Lo que es una buena noticia para los comercios offline, no lo es tanto para el comercio online ¿Por qué? Pues porque la reducción de márgenes en este negocio hace que los bancos pierdan interés en invertir en la obligada innovación tecnológica que exige el comercio electrónico. Hemos pasado de ser el país de Europa con tasas más caras, a ser el más barato. Con el beneplácito e, incluso, instigados por los sucesivos gobiernos de España, la negociación por las tasas dejó de ser un WIN-WIN. Lo que nadie acertó en ver es que esto traería consecuencias negativas para el comercio, sobre todo el electrónico.

Entidades de la importancia de «la Caixa», Banco Santander y Banco Popular han vendido el 50% de sus negocios de comercios (offline y online) a Global Payments (HSBC), Elavon (US BanCorp) y Evo Payments, respectivamente, que son especialistas en el negocio adquirente. Con ello, las entidades españolas han hecho caja y, al mismo tiempo, se han quitado un «problema» de encima. Y es que las entidades financieras españolas no se sienten cómodas gestionando negocios con márgenes tan estrechos. Sin embargo, estos especialistas procesan millones de transacciones en todo el mundo y las economías de escala les permiten ser muy eficientes. No obstante, no descarto que a medio plazo haya un repunte de las tasas bancarias, ya que estas entidades están acostumbradas a trabajar en mercados con tasas más altas y con mucho más volumen de transacciones que el nuestro.

Afortunadamente, estos movimientos han generado oportunidades en el mercado del comercio electrónico que algunas entidades no van a desaprovechar. En todos los mercados avanzados en comercio electrónico, cada vez es más habitual que el proveedor financiero y el proveedor de la pasarela sean distintos. Una cosa es la intermediación financiera, absolutamente imprescindible, y otra cosa es la solución tecnológica, que debe reinventarse constantemente para satisfacer las necesidades de unos usuarios, comercios y consumidores, cada vez más exigentes.