Revolución digital: obstáculos y oportunidades para España
A punto de entrar en la segunda década del siglo XXI y en pleno despegue de la cuarta revolución industrial, nos enfrentamos a un futuro de grandes cambios en todos los ámbitos de nuestra sociedad.
Estos cambios impulsados por el desarrollo tecnológico no solo impactan de una forma significativa, como nunca habíamos visto en la historia de la humanidad, en la economía, en las empresas, en los mercados y en la vida de los ciudadanos de los países de todo el mundo, sino que además lo hace a una velocidad que se acelera a un ritmo exponencial.
Este entorno supone un tremendo reto de adaptación y transformación, no solo para las empresas, sino también para los países y sus sistemas político, económico y social. Retos que pueden convertirse en obstáculos u oportunidades para liderar esta revolución digital y, aunque a muchos pueda resultar extraño, España se encuentra en una posición destacada dentro de la Unión Europea para hacer frente a estas oportunidades.
Situación de España en el último Indicador de Economía y Sociedad Digital
Al menos eso dicen las cifras del último Indicador de Economía y Sociedad Digital (DESI en sus siglas en inglés) que publicó la Comisión Europea el pasado mes de junio. Este índice muestra el grado de competitividad de los Estados miembros en lo relativo a Economía y Sociedad Digital analizando los valores de hasta 44 indicadores relacionados con la conectividad, el capital humano, los servicios de internet, la integración digital y los servicios públicos digitales.
España ocupa en el 2019 el puesto undécimo del índice DESI de los 28 Estados miembros, la misma posición que en 2018 pero mejorando su puntuación, que pasa de 53,2 a 56,1, superando la media de la UE que se sitúa en 52,5.
De entre las grandes potencias europeas, España se sitúa solo por detrás del Reino Unido y por delante de Alemania, Francia e Italia.
Servicios Públicos Digitales
De los cinco aspectos o dimensiones analizadas, España destaca en Servicios Públicos Digitales, ocupando la cuarta posición y subiendo dos con respecto al año pasado.
- Esta dimensión refleja un alto nivel e interacción electrónica entre las administraciones públicas y los ciudadanos, destacando los indicadores sobre datos abiertos (2ª posición), servicios de sanidad electrónica (5ª posición) e intercambio de datos médicos (6ª posición).
Conectividad
España también destaca en la dimensión Conectividad pasando de la posición 10 a la 9 en 2019.
- Esta dimensión hace referencia al despliegue de infraestructura de banda ancha fija y móvil, su calidad y su precio, donde destaca en preparación para las redes 5G (8ª posición), cobertura (7ª posición) y penetración (9ª posición). En 2018, el 87% de los hogares tenían disponibilidad de acceso a redes ultrarrápidas y el 94% de los hogares tenían cobertura 4G.
- Respecto a la adopción de estas tecnologías, el 77% de los hogares disponían de acceso a banda ancha fija y el 97% de los subscriptores de telefonía móvil tenían acceso a banda ancha móvil.
Servicios de Internet
El uso de servicios de internet por parte de los ciudadanos mide el uso de los contenidos, comunicaciones y transacciones en línea por parte de los ciudadanos.
- En esta dimensión, España mantiene el puesto 11 del año 2018. Según el índice DESI, el 83% de los españoles utilizaron regularmente Internet en 2018, un indicador que incluye lectura de noticias online, uso de redes sociales o banca en línea, cuyo valor se sitúa en la media de la Unión Europea.
- Destaca en esta dimensión el indicador de personas que utilizan internet para realizar cursos online (3ª posición) y por el contrario el indicador de uso de video llamadas cae a la posición 27.
¡Comparte! Cuáles son los obstáculos y oportunidades que pueden llevar a convertir a España en un líder de la revolución digital.
Tecnología digital
La integración de tecnología digital en España, que mide la eficiencia y la reducción de costes que experimentan las empresas que utilizan herramientas digitales, pierde un puesto con respecto al año pasado quedando en la 10ª posición.
- Cabe destacar en esta dimensión el indicador sobre comercio electrónico de las pymes, que se sitúa con un 18% por encima del 17% de la media de la Unión Europea de pymes que venden online.
- También destacamos en uso de redes sociales por parte de las empresas (7ª posición) y en el intercambio electrónico de datos (4ª posición).
- Por el contrario, nos encontramos con que las pymes españolas no realizan ventas online a otros países miembros, quedando este indicador en la posición 20.
Capital humano
El peor resultado de España, de las cinco dimensiones analizadas, y que puede suponer una gran barrera para el futuro desarrollo de la economía digital en nuestro país es el capital humano.
- Este indicador mide las habilidades necesarias para provechar las posibilidades que ofrece el mundo digital y España se sitúa en la posición 17.
- Dentro de esta dimensión el peor indicador es el porcentaje de especialista TIC (18ª posición) y el porcentaje de mujeres especialistas TIC (18ª posición).
- También, según el informe, los niveles de habilidades digitales de los ciudadanos siguen siendo inferiores a la media de la UE. Sólo el 55% de las personas entre 16 y 74 años tienen capacidades digitales básicas, frente al 57% de la media europea.
Conclusión: es necesario trabajar en el desarrollo del talento digital
Muchas veces la operativa del día a día nos lleva a ver solo los problemas, inconvenientes o fallos de los sistemas, ya sean de la administración pública, los servicios públicos, servicios digitales y de comunicación de operadores de telecomunicaciones o de terceras empresas. Índices como el DESI nos permiten ver estas mismas situaciones desde una perspectiva más elevada y con un contexto más específico, comparando y midiendo las métricas de proyectos de inversión, campañas de formación, despliegue de infraestructuras, etc. que nos permiten valorar los resultados obtenidos y ajustar los planes y estrategias para la consecución de los objetivos deseados a medio/largo plazo.
El Índice de Economía y Sociedad Digital 2019 nos muestra un ligero avance de España con respecto a la media de la Unión Europea y una cierta ventaja en indicadores relevantes como la conectividad, el uso de servicios de internet y la integración de la tecnología digital en las empresas. Sin embargo, es necesario y urge, trabajar en la creación y formación de talento digital con las habilidades necesarias para impulsar y desarrollar los procesos de transformación digital en las empresas y administraciones públicas.
Todo ello con el fin de aprovechar las ventajas y beneficios que la cuarta revolución industrial trae consigo.