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Windows 10 en la empresa, todo lo que necesitas saber si quieres actualizarte

Sage

Hace poco más de una semana que Microsoft lanzó el nuevo Windows 10, un sistema que ha cosechado muy buenas críticas y grandes expectativas entre el mundo de la empresa al recuperar el protagonismo del teclado y ratón para su manejo y que viene a ser el sucesor de Windows 7. Por eso si pensamos actualizar a esta nueva versión vamos repasar algunos conceptos sobre la actualización de Windows 10 en la empresa para no llevarnos sorpresas.

Microsoft ofrece la posibilidad de actualizarse gratuitamente desde Windows 8 y Windows 7, excepto en las versiones Enterprisse, durante el primer año si nuestro ordenador cumple con los requisitos necesarios para su instalación. En la empresa lo ideal es dejar pasar unos cuantos meses antes de ponerlo en marcha y así evitar algunos errores propios de todo sistema nuevo. Es mejor dejar pasar seis meses antes de empezar a plantear la posibilidad de migrar en la empresa por lo menos en un entorno de producción. Mientras tanto podemos tener equipos de test de pruebas o algún empleado que trabaje con el nuevo sistema, pero no implementarlo de forma generalizada.

Cómo actualizar a Windows 10 en la empresa

Los requisitos de hardware son similares a los que ya tenía Windows 7 y 8, un procesador con 1 Gh, 1 GB de memoria RAM en caso de la versión de 32 bits o de 2 GB para los 64 bits, 16 o 32 GB de capacidad de almacenamiento, según versión de 32 o 64 bits, una tarjeta gráfica con DirectX 9 o posterior con un controlador WDDM 1.0 y resolución de pantalla de al menos 1024 x 600 píxeles. Si la actualización la realizamos mediante descarga directa en el equipo tenemos que añadirle 20 GB de espacio libre en disco.

Si actualizamos desde Windows 7 o Windows 8 tenemos que reservar la actualización a Windows 10. Para ello es necesario pulsar un icono de reserva que aparece en la barra de herramientas. En caso de que no aparezca es necesario actualizar el sistema operativo para que nos ofrezca esta posibilidad. Para actualizar desde Windows XP o Vista es necesario adquirir una nueva licencia de Windows 10.

Otra opción si tenemos que instalar en múltiples equipos este sistema es descargar la ISO que nos permitirá grabar el sistema operativo en un USB o DVD que luego nos permita llevar a cabo la instalación sin ningún problema y de forma rápida. En las empresas esta es la mejor manera de poder actualizar varios equipos de forma simultánea.

Si nuestra empresa utiliza el sistema de licencias por volumen la actualización no será gratuita desde Windows 7 y 8. Ya tenemos la versión Business de Windows 10 que podrán probar durante tres meses de forma gratuita para evaluar si se adapta o no a su organización. Microsoft apuesta por un modelo de gestión centralizado para el control de los dispositivos, tanto sobremesa como smartphones, que permite el control de actualizaciones, inventario, seguridad, etc.

Precauciones que debemos tomar antes de actualizar

Antes de lanzarnos a actualizar los equipos debemos tener algún equipo de pruebas que nos confirme que los sistemas, aplicaciones, hardware o periféricos de nuestra empresa van a funcionar . Las pruebas tienen que ser lo más completas posibles para testear nuestro software, el hardware de los equipos e impresoras, fax o escáneres que tengamos en nuestra empresa.

Si tenemos algún equipo con la versión Home, las actualizaciones en Windows 10 serán obligatorias y no se podrán desactivar por defecto. Si no somos amigos de las actualizaciones sin control, mejor quedarnos en Windows 7. Se podrán desinstalar algunas actualizaciones y ocultarlas, pero no elegir que no se instalen.

Además antes de migrar necesitamos hacer una copia de seguridad de los datos, tanto si actualizamos el sistema que ya tenemos, como si hacemos una instalación limpia, que es lo más recomendable. Nuestro escritorio, favoritos, certificados digitales o correo electrónico, la información del día a día en la empresa es necesario guardarla antes de hacer la actualización por si algo sale mal.

Si actualizamos desde Windows 7 o Windows 8 tenemos un mes para decidir si nos quedamos con Windows 10 o volvemos a nuestro sistema anterior. Pasado este tiempo la licencia se transferirá automáticamente a Windows 10. Hay que tener en cuenta que el nuevo sistema operativo supone un incremento del tiempo de soporte de Microsoft, ya que Windows 7 finaliza el mismo en 2020, por ejemplo

Las novedades de Windows 10 para la empresa

El nuevo menú de inicio es uno de los elementos más destacados. Totalmente personalizable y configurable, te permite tener a mano las aplicaciones, carpetas y archivos que más utilizas. También alguna de sus aplicaciones que vienen instaladas por defecto, como el gestor de Correo, lector de PDF o la nueva tienda de aplicaciones.

También tenemos un nuevo navegador Microsoft Edge, más rápido, adaptado a HTML5 y CSS3, y con funciones interesantes como el modo lectura para leer sin distracciones o la posibilidad de realizar anotaciones en una página web que nos muestra y compartirlas. Internet Explorer se mantendrá en el sistema, pero no será el navegador por defecto y lo podremos seguir utilizando para el acceso a la administración electrónica ya que Edge de momento no incorpora los certificados electrónicos.

Otra novedad intereante es Continuum, un sistema para que el escritorio se adapte al tipo de dispositivo que lo está utilizando en cada momento, ya sea tablet, híbrido o móvil, cambiando la interfaz entre modo táctil y de teclado y ratón. Los nuevos smartphones de Microsoft permitirán conectar una pantalla, teclado y ratón y adaptarán su interfaz para trabajar con ellos de forma más productiva.

La nueva vista de tareas es más intuitiva y sencilla de utilizar para ver qué tenemos abierto y ordenar mejor el trabajo. En este sentido, los usuarios de grandes pantallas sacarán mucho partido al escalado de las ventanas que se pueden situar de forma equitativa en las cuatro esquinas del monitor ocupando cada una de ellas un cuarto del tamaño del mismo.

El nuevo sistema está preparado para aprovechar las posibilidades de la nube, tanto a nivel de ofimática, como para gestionar la sincronización de datos a través de OneDrive. Para ello tenemos que utilizar una cuenta de Microsoft, algo que puede ser útil para autónomos y freelances, pero un engorro en pymes si no tenemos una gestión centralizada de estas cuentas de Microsoft.

Por último hay que prestar atención a la privacidad y los datos que compartimos con el sistema. Tenemos que ser conscientes de que datos se sincronizan con la cuenta de usuario o estarán disponibles en otros equipos si se utiliza la misma cuenta a través de OneDrive. Esto puede ser muy cómodo para usuarios que trabajan tanto en casa como en el despacho, pero también peligroso para la fuga de datos. Lo mismo con la información que se comparte con Cortana, el nuevo asistente de voz que llega con Windows 10.