10 consejos para fijar tus precios sin problemas (infografía)
El precio es mucho más que una relación de intercambio, es una herramienta clave en la comercialización del producto. El precio es una forma de posicionar a tu producto o empresa en el mercado e, incluso, de aumentar (o disminuir) el valor percibido de lo que vendemos Debemos tener muy presentes diversas variables (costes, competencia, […]

El precio es mucho más que una relación de intercambio, es una herramienta clave en la comercialización del producto.
- El precio es una forma de posicionar a tu producto o empresa en el mercado e, incluso, de aumentar (o disminuir) el valor percibido de lo que vendemos
- Debemos tener muy presentes diversas variables (costes, competencia, demanda…) relacionadas con los precios y que influirán en nuestro beneficio
Cómo decide el cliente si el precio le convence o no
El precio es una decisión que, como empresa, debemos tomar basándonos en muchos puntos. Pero hay algunas inquietudes que, en una primera aproximación, tienen la mayoría de los empresarios:- ¿Le parecerá caro o barato a mi cliente?
- ¿Es un precio que lleva a comprar o a ignorar la oferta?
- ¿Cómo funciona la mente del cliente ante los precios?
10 variables para dar con el precio óptimo
Fijar el precio puede convertirse en una ardua tarea. Conscientes de su importancia, en Sage hemos elaborado una infografía en la que damos algunos consejos que podemos seguir para realizarla de manera óptima. Por ejemplo, antes de lanzarnos a la piscina debemos conocer la demanda que va a tener nuestro bien o servicio y nuestro mercado objetivo. No es lo mismo que nuestra venta se dirija a personas de 17 a 24 años que de 30 a 40 años, ya que en el primer intervalo el presupuesto a destinar seguramente sea mucho menor que en el segundo. Otro ejemplo: serán diferentes los ingresos de un producto estacional que se vaya a vender solo en verano que un servicio que genere ingresos durante todo el año. Debemos estudiar todos los costes que hay detrás de ese bien o servicio hasta que conseguimos darle salida a un cliente. Si no tenemos en cuenta tanto los costes directos (la materia prima, mano de obra, trabajos realizados por terceros) y los indirectos (mantenimientos, suministros, etc.) quizás estemos fijando un precio que no suponga ni un 40% de todos los costes que se generan. Por ello, parémonos a echar números. Otra variable para valorar son los precios de la competencia. Fijarlos en función de ellos consiste en apoyar la idea de que los competidores ya han elaborado su estrategia de fijación de precios y ya tienen conocimiento y experiencia en el mercado como para haberlo, incluso, equilibrado. Por lo tanto, al establecer el mismo precio que la competencia, una empresa de reciente creación puede evitar los costes de prueba y error del proceso de establecimiento de precios. Sin embargo, cada empresa es diferente y así lo son también sus costes.Consejos para fijar tus precios
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