Estrategia y Gestión

Todo lo que se sabe sobre cómo y cuánto cotizarán los autónomos en 2019

SAGE

Tras varios borradores y múltiples reuniones entre Gobierno y asociaciones de autónomos, parece que ya existe un acuerdo sobre cómo y cuánto cotizarán los autónomos en 2019. En todo caso, se trata de un pacto transitorio hasta acordar el nuevo escenario de cotización por ingresos reales.

  • Cuánto suben las bases mínimas en 2019 y los tipos que afectan a dichas bases
  • Qué conceptos deben cotizar los autónomos de forma obligatoria para mejorar sus coberturas

La pretensión inicial del Gobierno era subir las bases mínimas vinculadas al IPC y los tipos de cotización hasta el 31,4%, un incremento que suponía multiplicar por cinco la subida media de los últimos cinco años. Tras varias reuniones con los representantes de los autónomos dichas pretensiones se moderaron o, al menos, se hicieron progresivas para alcanzarse en los próximos años y se llegó a un acuerdo. Por lo que ya están fijadas las cotizaciones para los autónomos en 2019.

El pacto es transitorio, puesto que está destinado a fijar el marco regulatorio mientras no se llegue a un acuerdo de cotización por ingresos reales, que es el objetivo final de todas las partes. Se pretende alcanzar el definitivo en los seis primeros meses de 2019, por lo que previsiblemente entrará en vigor en 2020. Sería raro que se anticipara y lo hiciera ya en el segundo semestre del próximo año.

La subida de bases y tipos

La base mínima subirá un 1,25% en 2019, un porcentaje acorde con las subidas medias de los últimos años. Esto situará dicha base de cotización en los 944,35 euros. En los años sucesivos, de no llegar a un acuerdo sobre cotización por ingresos reales, anticipo de elecciones o cualquier otra contingencia que pueda surgir, la base mínima subiría según lo que marquen los presupuestos elaborados por el Gobierno respectivo.

Pero, además de subir la base mínima, también se han subido los tipos que afectan a dicha base. En 2019 se aplicará un tipo del 30% sobre la base de cotización, un ligero incremento respecto del 29,8% que se venía aplicando hasta ahora. Sin embargo, en este caso, sí se han acordado los incrementos de los tipos aplicables en lo sucesivo, que supondrán un aumento de un 0,3% anual hasta 2024, año en el que los tipos quedarían fijados en 30,90%.

De esta manera, en los años sucesivos los autónomos tendrían una doble subida: por un lado, la de las bases mínimas mientras no se cotice por ingresos reales y, por otro lado, una subida de tipos sobre dicha base. Puede parecer poco, pero visto con la perspectiva de cinco años será algo que notarán sus bolsillos.

En el caso de los autónomos societarios, la cuota pactada ascendería hasta los 364,22 euros al mes, un ligero incremento de algo menos de 7 euros más al mes que lo que venían pagando en 2018.

Obligación de cotizar por conceptos antes voluntarios

El aumento de dichos tipos se debe entre otras cuestiones a la necesidad de mejorar la cobertura de los autónomos. En este caso, se emplearán para flexibilizar cuestiones como el cobro de la prestación por cese de actividad, que actualmente solo cobran algo menos de la mitad de los solicitantes. Lógicamente, los autónomos estarán obligados a cotizar por esta contingencia, hasta ahora voluntaria.

No será el único caso, puesto que también se verán obligados a hacerlo por incapacidad temporal, accidente de trabajo o enfermedad profesional y cese de actividad. También se incluirán otros conceptos de cotización como la formación. A cambio los autónomos mejorarán sus coberturas puesto que:

  • Cobrarán la prestación por accidente de trabajo o enfermedad profesional desde el primer día de baja. Además, no tendrán que pagar cuota a la Seguridad Social después del segundo mes de baja por enfermedad o incapacidad temporal hasta el momento del alta.
  • Tendrán derecho a la formación continua y se establecerán planes específicos para los autónomos.
  • Las autónomas que vuelvan de una baja de maternidad tendrán derecho a una tarifa plana de 60 euros durante 12 meses en los dos años posteriores a su reincorporación al RETA.

Por último, y pese a las intenciones iniciales del Gobierno, la tarifa plana para los nuevos autónomos se mantendrá, al menos por el momento, en las condiciones que se acordaron tras la aprobación de la Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo, así como las bonificaciones que posteriormente se han incluido.

También se mantiene la posibilidad de realizar hasta cuatro cambios de bases de cotización a lo largo del año. Respecto a las bases máximas y los límites, de no aprobarse nuevos presupuestos no se tocarían respecto a las ya vigentes en 2018.

En el caso de que los diferentes grupos lleguen a un acuerdo de última hora para unos nuevos Presupuestos Generales del Estado, lo más probable es que no entrasen en vigor hasta el segundo trimestre de 2019, como muy pronto.