¿Cómo pueden las empresas evitar el despido?

Se ha creado un nuevo modelo de ERTE pospandemia con el objetivo de que las empresas puedan evitar el despido cuando la economía se contraiga.

• Conoce los nuevos instrumentos que se han puestos en marcha para que las empresas puedan evitar el despido.
• Detallamos otras novedades dirigidas a acabar con la precariedad, pero también a mejorar y adaptar los puestos de trabajo a la era digital.

El Gobierno está diseñando nuevos instrumentos de flexibilidad laboral alternativos al despido y a la alta temporalidad. En este sentido, se prevé, por ejemplo, la creación de una nueva figura jurídica: el ERTE estructural o permanente. Además, también se está estudiando una nueva regulación que incluya la derogación parcial de la reforma laboral de 2012.

Aprovechado los fondos europeos y bajo el paraguas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, estas medidas verán la luz a lo largo de 2021. El objetivo está claro: evitar despidos masivos y equilibrar el panorama laboral futuro.

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Nuevos instrumentos de recuperación para evitar el despido

El Gobierno se ha comprometido con Europa a aprobar un nuevo sistema que aporte flexibilidad interna a las empresas y estabilidad en el empleo. Así lo refleja el documento “Plan de Recuperación y Resiliencia” cuyo componente 23 incluye, en materia laboral:

• La derogación parcial de la reforma laboral del PP, que entrará en vigor antes de que acabe el año.
• Cambios en el sistema de prestaciones por desempleo, previsto para el 2022.
• Los ERTE permanentes o estructurales, para que el empresario no despida a un trabajador en momentos de caída transitoria o cíclica en la actividad de la empresa.

UE Next Generation será el instrumento europeo encargado de sufragar la recuperación económica para combatir la crisis sanitaria.

Mecanismos para evitar el despido en la era pospandemia

Los ERTES por COVID, que actualmente dan cobertura a más de medio millón de trabajadores, vencen el 31 de mayo, lo que apremia la búsqueda de alternativas. Por ello, el ejecutivo ya está diseñando nuevos instrumentos para evitar la destrucción del empleo. ¿Cuáles son?

1. ERTE estructural o permanente

La novedad principal del Plan de Recuperación y Resiliencia es la creación de los ERTE estructurales, una nueva modalidad de ajuste interno que aportará mayor flexibilidad a las empresas. Estas son sus características principales:

• Se da la oportunidad a las organizaciones de desprenderse de forma esporádica de sus plantillas, sin perjuicio de garantizar el empleo de dichos trabajadores.
• Otra novedad reside en su financiación: no solo será el estado el que sufrague los ERTE estructurales, sino que también se financiarán con aportaciones de empresas y trabajadores cuando llegue otra recesión.

2. Ajustes de jornada

Otros instrumentos de flexibilidad interna alternativos al despido y a la alta temporalidad conllevarán incentivos al ajuste del tiempo de trabajo.

Ante las caídas de demanda, ya sean cíclicas o extraordinarias, el ejecutivo se compromete a acompañar los procesos estructurales de transición en sectores que se encuentren en reconversión.

3. Reducción de los tipos de contrato

Para evitar el despido, también se plantea la reducción de los tipos de contrato a tres:

• Estable: para el conjunto de las actividades.
• Temporal: para los empleos que tengan esa naturaleza.
• Contrato de formación o de prácticas: para facilitar la inserción en el mercado laboral.

La simplificación de los contratos busca estabilizar el empleo, garantizando que se corresponda con la naturaleza del trabajo, dentro de un marco adecuado para la formación.

4. Plan de choque para paliar el desempleo juvenil

Este plan de acción busca, a corto plazo, la formación e impulso en la contratación de los jóvenes. Entre otras cuestiones, se pone el foco en la formación en nuevos puestos de trabajo en sectores tradicionales y de futuro, para los que se ha detectado una carencia de oferta de mano de obra cualificada.

Para conseguirlo, se pretende impulsar una “capacitación masiva de trabajadores desempleados y recualificación de empleados para que no haya cuellos de botella para el despliegue del Plan”. Además, también se prevén importantes bonificaciones y ayudas para los contratos de formación.

Teletrabajo regulado e implantado: y después, ¿qué?

Si en 2020 el gran reto pasaba por acelerar la transformación digital de las empresas, 2021 es el año de la búsqueda de herramientas que favorezcan la agilidad y la flexibilidad laboral. Al fin y al cabo, el teletrabajo ha llegado para quedarse, lo que se traduce en la necesidad de implementar un modelo híbrido cuando las restricciones empiecen a difuminarse.

¿Qué dicen los últimos estudios sobre esta nueva realidad híbrida?

• Según recoge el Índice de Confianza Empresarial, la mayoría de las empresas mantendrá el teletrabajo durante el primer semestre de 2021, pero muchas pretenden volver al trabajo presencial en cuanto la situación lo permita.
• IDC Research España revela en un reciente estudio que esta nueva realidad, centrada en el trabajo híbrido, ya se está materializando. El 45% de los CEOS en España tiene nuevas prioridades de inversión dirigidas a la modificación y flexibilización del puesto de trabajo para la adquisición y retención de talento.
• Otros estudios, como el realizado por la Guía HAYS 2021, también apoyan este planteamiento. El 63% de las empresas revisará las políticas de teletrabajo que tenía antes de la pandemia para incrementar la flexibilidad laboral durante 2021.

Uno de los mecanismos con más garantías para no tener que prescindir del equipo y seguir funcionando en el mercado presente y futuro conlleva la digitalización empresarial.