Estrategia y Gestión

Claves sobre los descansos durante la jornada laboral

Sage

Durante la jornada laboral, se pueden producir determinados descansos o pausas que tenemos que tener en cuenta si queremos evaluar el desempeño de un trabajador en su puesto de trabajo. Hay descansos que son obligatorios por ley, otros que son beneficiosos para la salud laboral y la productividad del trabajador, pero también en otros casos pueden suponer un problema de pérdida de tiempo. Vamos a ver una serie de claves sobre los descansos durante la jornada laboral para tratar de aclarar algunos aspectos.

Luego, dentro de cada organización y de la relación laboral que empleados y empresa llevan, siempre se puede ser flexible a la hora de exigir, por ambas partes, el cumplimiento de las disposiciones legales establecidas sobre las pausas durante nuestra jornada de trabajo. Lo ideal es que exista un acuerdo entre ambas partes y no se produzcan abusos, ni de los trabajadores tomándose más tiempo del debido, ni de la empresa negando la posibilidad del descanso.

Descansos habituales en la jornada laboral

El tiempo del bocadillo es una de las pausas más habituales en la jornada de trabajo. Aquí tenemos que distinguir de si se trata de una jornada continua de más de ocho horas, donde el descanso del bocadillo está contemplado como parte de nuestro tiempo de trabajo y suele durar entre 15 y 20 minutos, dependiendo del convenido y el número de horas de la jornada, siempre que supere las 6 horas.

En caso de tener jornada partida y descanso para comer, el tiempo de bocadillo nos sería jornada efectiva, y tendría que ser descontado, ya sea del tiempo de la comida o recuperarlo antes o después de la jornada. Lo mismo ocurriría con la pausa del café, siempre que se salga fuera de las instalaciones de la empresa. Una cuestión diferente es si tenemos un pequeño office donde preparamos nuestro café y luego nos lo tomamos en el puesto de trabajo mientras vamos organizando nuestras tareas.

La hora de la comida no cuenta como tiempo efectivo de trabajo y da lugar a las jornadas partidas. De esta forma la jornada se prolonga por nueve horas, en caso de tener una para la comida o diez si el tiempo para comer es de dos horas. En estos casos, este descanso es del trabajador, que lo puede emplear en lo que considere oportuno, ya sea para comer durante todo esta pausa o para irse de compras, hacer una gestión, etc.

Descansos durante la jornada laboral para ser más productivos

Pero también tenemos una serie de pausas que son recomendables para mejorar la productividad de nuestro trabajo. Se trata de descansos que tenemos que hacer cada cierto tiempo si estamos efectuando una tarea repetitiva o continua. En cada sector es importante tener en cuenta la legislación vigente. Si trabajamos delante de un ordenador visualizado datos en una pantalla, tendríamos que hacer un descanso cada hora de cinco minutos para relajar vista y a ser posible realizar unos estiramientos.

Además de una cuestión de salud laboral, es una cuestión de ayuda para mantener la concentración. Simplemente por el hecho de levantarnos de nuestro puesto y cambiar de postura ya se produce una descompresión que nos permitirá relajarnos y luego retomar la tarea con una facilidad mayor para mantener la concentración en nuestro trabajo.

En todo caso, estas pausas no deberían utilizarse para consultar el smartphone o redes sociales personales en nuestro ordenador del puesto de trabajo. Si el objetivo es que descanse nuestra vista de la visualización de datos, no lo lograremos si pasamos de una gran pantalla a otra todavía más pequeña o no nos levantamos y simplemente cambiamos de actividad. Así conseguimos un descanso mental, en la actividad que desarrollamos, pero no físico y ambos deberían ser complementarios.

En otros sectores de encuentra regulado de diferente forma, por ejemplo, un trabajador que está en el exterior a pleno sol en verano, donde los convenios colectivos de los diferentes sectores suelen contemplar descansos periódicos, diferentes en función de la época del año y las temperaturas que se alcanzan en cada zona. No será igual para un trabajador que está en la zona del cantábrico que otro que hace el mismo trabajo en la zona sur.