¿Femresignadas?

Cuando me tachan de «feminista», no me gusta demasiado, porque yo soy «anti-juicista«: quiero que se trate sin juzgar a todo el mundo. No creo en la igualdad como sinónimo de trato similar, sino que creo en aceptar la naturaleza, ritmos, diferencias de cada persona.   

Así, en días como hoy, no puedo evitar pensar que sigue habiendo pocas mujeres en la esfera política, en las ciencias, en las tecnologías… y lo seguimos normalizando. Es como con el consumo sostenible y la conciencia ecológica, que ganan adeptos día a día, pero lo cierto es que el 49% de la población mundial (según datos de Kantar Media del 2019) sigue siendo «ecoresignada«: consumidores que no tienen mucho interés por los retos medioambientales a los que se enfrenta el mundo y no realizan ninguna medida para mejorar.   

En algunos casos, es una cuestión emocional la que nos lleva a no actuar en situaciones así, no nos atrevemos a alzar la voz.   

¡Comparte el dato! El 49% de la población mundial sigue siendo «ecoresignada.  

Yo misma, en las clases que doy de comunicación política o en las de empresa en la universidad, por ejemplo, animo a las nuevas líderes a confiar en su mensaje y visibilizarse. Estamos sobradamente preparadas intelectualmente… pero emocionalmente aún nos cuesta.   

En mi libro Liderar en Femenino comparto un estudio de la Universidad de Yale en el que yo misma participé, que cuenta que las mujeres líderes consiguen resultados más lentos y caros porque buscan siempre el consenso y la reafirmación por miedo. 

5 razones que nos frena para invertir en nosotras mismas 

Aquí van 5 razones habituales que nos frenan, especialmente cuando se trata de invertir en nosotras mismas, recopiladas por la Forbes:  

• Las mujeres necesitamos consultar las decisiones con alguien más por inseguridad. 
• No estamos seguras de que este sea el momento «correcto». 
• No tenemos claro el retorno de la inversión ▶️ Requiere de una investigación saber si una inversión valdrá la pena, pero también de confianza y compromiso para asegurarnos de que el dinero que gastemos en nosotras mismas valdrá la pena a largo plazo. 
• Tenemos miedo de tener éxito. 
• Creemos que este dinero estaría mejor invertirlo en nuestra familia u otras personas. 

Y el artículo continúa: “Si solo una mujer supera cada día su brecha de confianza y se prioriza e invierte en ella misma dinero, tiempo y esfuerzo para su propio crecimiento y éxito (y luego enseña a otras cien mujeres a hacerlo), habrá un progreso real para las mujeres”. 

El cambio empieza por priorizarnos, por dejar de posponernos.
Cuando nos hacemos pequeñas, empequeñecemos también el mundo.

El artículo continúa diciendo:” ¿Existe una inversión que has estado posponiendo que te ayudará a contribuir de una manera más grande, más gratificante y emocionante en el mundo? Por favor, hazla”.   

Llega una crisis económica el 2021 con réplica el 2027 que evidencia que todo nuestro sistema cae: crisis económica, política, de valores…   

Es el momento, más que nunca, de ponernos las pilas y de prepararnos para ser nuestra mejor versión, para que realmente el mundo vaya hacia donde queramos, porque la década que viene se presenta movidita.