Finanzas

IVA de caja: cómo calcular si me interesa acogerme a este nuevo régimen

Libro mayor

Entrando el a recta final del año, muchas empresas están evaluando aún si les conviene o no solicitar la inclusión en el régimen especial del IVA de caja. Este cambio, es un cambio que hay que meditar y que tendremos que evaluar desde diferentes ópticas para decidir finalmente si nos incluimos en él o no.

Tenemos que considerar antes de esta decisión, los efectos sobre nuestros clientes, los efectos sobre nuestra tesorería y los efectos sobre nuestros programas de gestión ¿cómo analizo cada uno de estos casos?

El efecto financiero del IVA de caja: analiza los balances

Para determinar el efecto sobre nuestra tesorería del impacto del IVA de caja, tenemos que desarrollar el siguiente modelo:

  • Determina el volumen de facturas emitidas y sus cuotas de IVA en cada trimestre que no se han cobrado dentro del mismo trimestre o mes si tu empresa presenta declaraciones mensuales.
  • Realiza el mismo cálculo con las facturas recibidas. Es decir, calcula qué porcentaje de facturas pagas fuera del trimestre o mes.
  • Calcula los IVAS soportados y repercutidos que están pendientes de cobro y realiza la diferencia. Esta magnitud trimestral, es la que estamos adelantando o recibiendo de Hacienda cada trimestre si estamos en el devengo y que habría que sumar o restar en el caso de incluirnos en el criterio de caja.

Por ejemplo, si tengo pendiente de cobro en el trimestre 1 35.000 euros con una cuota de IVA de 7.350 euros y en facturas recibidas, tengo pendiente de pago 15.000 euros con una cuota de IVA de 3.150 euros, al estar en el criterio del devengo en el IVA estoy adelantando a Hacienda 4.200 euros. Si mi empresa hubiera estado en el criterio de caja, en la liquidación de IVA de ese trimestre, habríamos ingresado 4.200 euros menos.

Este cálculo hay que realizarlo para todos los trimestres y en simultáneo, hay que analizar las previsiones de compras y ventas sujetas a IVA para el siguiente ejercicio. Con esta simulación, tendremos el efecto real sobre la tesorería de nuestra empresa, si estamos en un sistema u otro.

Para realizar una aproximación sencilla a este cálculo, podemos tomar como importes pendientes de cobro y pago, los saldos de balance de las cuentas de clientes y proveedores a cierre de cada trimestre y desglosar el IVA de dichas partidas.

El IVA de caja y los efectos sobre nuestros clientes

Nos guste o nos guste, el hecho de que el IVA repercutido por las empresas acogidas al régimen de caja no sea deducible hasta que la factura se pague, está creando tensiones para empresas que les interesaría acogerse al sistema pero que sus clientes no aceptan en principio.

En esta tesitura, debemos analizar si nuestros clientes nos han comunicado algo a este respecto, si tenemos algún tipo de presión comercial para que no nos acojamos al IVA de caja y si realmente nos interesa económicamente hablando. Cuidado con los cálculos anteriores que si realizamos los escenarios propuestos, podremos comprobar cómo la inmensa mayoría de las empresas sólo notan el efecto del IVA de caja en el primer trimestre que realizan este cambio.

Es muy importante tener en cuenta la evolución de la empresa al año próximo, su variación en las ventas y sobre todo, el caso que decida trabajar con la administración pública o algún cliente que nos establezca un periodo de

La mejora en los sistemas de gestión, obligatoria

Por último, nos acojamos o no al régimen especial del IVA de caja, tendremos que actualizar nuestros softwares de gestión porque desde el momento que tengamos un solo proveedor acogido a este sistema, tendremos que incluir información adicional en los libros registro de IVA, que son las fechas de cobro y pago y los medios de pago utilizados.