Estrategia y Gestión

Mantener modelos de negocio obsoletos, pan para hoy y hambre para mañana

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En muchos mercados funcionan empresas que trabajan con modelos de negocio más típicos del pasado que de los tiempos que corren. Son empresas que funcionan, donde las cuentas salen, hasta que un buen día dejan de encajar los números y se activa la alarma porque el futuro a corto plazo es de color muy oscuro.

Cuando se trabaja con un modelo de negocio obsoleto pero que funciona, muchas veces se debe a que existe una barrera de entrada que desincentiva la llegada nuevos competidores, quedando el mercado en manos de esta empresa no competitiva. Cuando se activa algún factor que permite superar o saltar esa barrera, es cuando surgen nuevos competidores y el negocio obsoleto deja de funcionar.

 

¿Por qué se mantienen negocios obsoletos hoy en día?

Muchos de los modelos de negocio obsoletos que hoy en día sobreviven se deben, principalmente, a la existencia de una barrera de entrada que limita la competencia en ese mercado. Esta barrera puede manifestarse de diferentes maneras, como vamos a ver a continuación en diferentes ejemplos.

Por ejemplo, el típico bar sucio y con mal servicio en el centro de una gran ciudad puede sobrevivir gracias a que el precio de los locales en la zona es muy elevado y esto evita que otros competidores se establezcan en su zona. Si el bar lleva unos años ya establecido y el dueño es el propietario del loca y ya lo tiene pagado, esa barrera a la que la competencia tendría que hacer frente, es transparente para él.

Otro ejemplo es el de los negocios asentados sobre una concesión pública por un período de tiempo largo, los cuales puede llegar un momento en el que pierdan el interés por dar un buen servicio y, como el cliente no tiene más opciones, al final las cuentas van saliendo. Cuando esta barrera en forma de concesión desaparece, llegan nuevos competidores y el negocio basado en un modelo obsoleto, casca. Este es el caso de algunas farmacias, o de establecimientos en lugares turísticos protegidos.

Las librerías o las imprentas lo sufren desde que llegaron las tabletas, el ordenador y las impresoras. Es un modelo que se está viendo resentido, dado que ahora se vende una gran cantidad de libros en formato electrónico, en lugar de papel. La gente imprime pocas cosas, muchas de ellas en su casa y casi ninguna en una imprenta. La barrera de entrada que suponía la tecnología para confeccionar un libro o un documento impreso, ha desaparecido y surgen otras alternativas.

Más vale prevenir que curar: actualiza tu modelo de negocio

Esta obsolescencia en el modelo de negocio puede ocurrir en cualquier sector que uno se imagine. La característica fundamental es que existe una barrera de entrada.

Esta barrera de entrada puede manifestarse de distintas maneras: la tecnología, un permiso legal necesario, el coste de los elementos requeridos para desplegar el negocio (coste de un alquiler, de una compra, entre otros). Pueden ser varias y no sólo una, las que desincentiven a otros posibles competidores.

La rentabilidad es sin duda el factor que provoca que esta barrera se pueda mover. Por ejemplo, esto sucede con las empresas petroleras, que van localizando pozos de petróleo de diferente calidad. En función de la calidad del crudo encontrado, el proceso de refino es más o menos costoso. Gracias a los avances tecnológicos y la evolución de los precios de venta de los carburantes, las barreras que ayer impedían explotar un yacimiento, hoy ya no existen, siendo rentable extraer y refinar un petróleo que antes era una ruina.

Conclusiones

Más vale prevenir que curar, hacer examen de conciencia de nuestro negocio y valorar si nos está pasando esto a nosotros. ¿Hay alguna barrera que nos permita mantener en el lugar que estamos ahora? Si esta barrera desaparece, ¿qué pasaría con nuestro negocio? ¿Sobreviviría?

A veces ocurre a sabiendas, pero otras sucede por puro desconocimiento. Desaparece la barrera de entrada y de repente surgen como setas alternativas para los clientes. Un mercado que estaba «muy aburrido», se anima y las cosas cambian. Normalmente, cuando esto sucede, suele ser tan rápido que muchas veces no da tiempo a casi nada. Es mejor estar prevenido y curarse en salud, valorar cada cierto tiempo si nuestro modelo de negocio tiene riesgo de quedarse obsoleto y ponerse manos a la obra.