Finanzas

Mi casa es mi despacho: Cómo afecta a la declaración

Muchas y muy variadas son las razones que llevan a un autónomo a montar la […]

Muchas y muy variadas son las razones que llevan a un autónomo a montar la oficina en el domicilio familiar. Te contamos todo en este post.

A veces, son las circunstancias las que obligan, pero lejos de tomarlo como un inconveniente, debes pensar que trasladar el despacho a casa tiene sus ventajas, sobre todo desde el punto de vista fiscal.

Si trabajas donde vives o vives donde trabajas podrás desgravar una serie de gastos en tu declaración del IRPF. Lo fundamental es demostrar que son costes derivados de tu actividad profesional.

Lo primero: informar a Hacienda

  • Para que trabajar desde casa te salga rentable a nivel fiscal, antes de nada debes comunicar a Hacienda dónde está tu nueva oficina mediante una declaración censal (modelo 036 o 037).
  • Cuando lo hagas, informa de qué porcentaje de la vivienda destinas a tu actividad profesional, ya que ese será el máximo a deducir. Por ejemplo, si tu casa tiene 120 metros cuadrados y has montado un despacho de 30, el cálculo te permitirá desgravar hasta un 25% de los gastos deducibles.

¿En propiedad o de alquiler?

La propiedad de la vivienda es un dato importante, pues los gastos que puedes incluir como deducibles en el modelo 130 son diferentes si es tuya o la tienes arrendada.

  • Si vives de alquiler, es imprescindible que el contrato esté a tu nombre para poder desgravar la parte proporcional de la cuota mensual de arrendamiento.
  • Si se trata de una vivienda en propiedad podrás deducir el porcentaje que destinas a espacio de trabajo (un 25% según el ejemplo anterior) de la tasa de basuras, los recibos de la comunidad y el IBI, el seguro de la casa y los pagos de la hipoteca.

Los suministros no desgravan

  • Por lógica, al trabajar en casa gastarás agua, luz, calefacción… sin embargo es muy difícil que Hacienda acepte estos gastos como deducibles.
  • La única manera es instalar contadores diferenciados para la zona de trabajo y el resto de la casa, sólo de esta forma podrás demostrar ante la Agencia Tributaria lo que has gastado en suministros durante las horas de trabajo.

¿Y los gastos de viajes y comida?

  • Con esta partida pasa algo similar a lo que sucede con los suministros. Aunque trabajes en casa, las salidas (reuniones, citas con clientes…) son habituales. No es extraño tampoco que tu actividad profesional te obligue a tomar algún tren o avión para cubrir viajes de trabajo; y mucho menos que tengas que comer fuera de casa.
  • En teoría, todos estos son gastos derivados de tu actividad profesional y, por tanto, deducibles cien por cien. Con los billetes de avión o tren es fácil demostrar que su uso ha sido profesional, pero si el desplazamiento se hace en coche particular la cosa cambia. Lo más sencillo es tener un coche sólo para el trabajo, de lo contrario es posible que Hacienda no lo acepte como gasto deducible en el modelo 130.

Después de todo este repaso, montar el despacho en casa no es mala opción, ¿verdad? Sólo exige un pequeño esfuerzo extra para separar la economía doméstica de la profesional; a cambio, ahorrarás a la hora de cumplir con Hacienda.