[PODCAST] De necesidad personal a crear un negocio millonario: El caso de Zapato Feroz

En este episodio de Sage Advice Podcast, «Gestión empresarial como clave del éxito», Joan Boluda charla nos descubre la historia de Zapato Feroz. Una empresa que con coste prácticamente cero en publicidad ha logrado facturar casi 11 millones de euros. ¡Te la contamos!

• Gracias a un proceso de crecimiento estructurado y prudente, Zapato Feroz evolucionó de un primer diseño básico a una colección más amplia.
• Gran parte de su éxito se debe al valor intangible que ha logrado crear alrededor de la marca y la conexión con las comunidades de crianza natural.

Lo que comenzó como un pequeño proyecto, gestionado con recursos propios y validaciones constantes, se ha convertido en una marca consolidada con una legión de clientes fieles. Los creadores de Zapato Feroz han sabido combinar los principios de lean startup con un crecimiento orgánico, enfocándose en proporcionar una experiencia integral que transforme cada interacción en una oportunidad de conexión y aprendizaje.

¡COMPARTE! ¿Quieres saber cómo una empresa en el sector del calzado infantil ha logrado facturar casi 11 millones en menos de diez años? La historia de Zapato Feroz.

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Los primeros pasos: de la idea a la puesta en marcha del proyecto

Convertirse en padre o madre transforma la manera de ver el mundo y, en algunos casos, también actúa como un catalizador de proyectos empresariales. Eso fue lo que le ocurrió a Héctor Nebot y Laura García en 2015, cuando su hijo estaba a punto de dar sus primeros pasos.

Tras informarse sobre el tema, se dieron cuenta de que tenían una necesidad que el mercado español no cubría: un calzado respetuoso para su hijo. Así decidieron emprender y crear su propia marca, Zapato Feroz, que se ha convertido en un referente en este tipo de calzado.

En 2016 abrieron su tienda online con una línea exclusiva para bebés como un proyecto colateral que compaginaban con sus respectivos trabajos. Aprovechaban las noches, después de que su hijo se durmiera, para sacar adelante sus ideas. 

Durante los dos primeros años aproximadamente, diseñaron y produjeron para ellos mismos y para su familia, amigos y allegados, terminando los zapatos en casa. De hecho, reconocen que contar con una sólida red de apoyo, tanto a nivel familiar como social, fue esencial para dar esos primeros pasos tan difíciles en el mundo del emprendimiento.

No obstante, cuando estrenaron un modelo nuevo y vendieron 300 pares de zapatos en un solo día, se dieron cuenta de que podían crecer mucho más. En ese punto, el mercado había hablado con claridad y el reto era gestionar la expansión.

Una estrategia de crecimiento gradual y orgánico, respaldada por una gran comunidad, ha sido clave para el éxito de Zapato Feroz.

Sin prisa, pero sin pausa, el crecimiento de Zapato Feroz 

Desde el inicio, Zapato Feroz apostó por un enfoque lean startup, centrado en lanzar productos de forma ágil, validar cada avance en el mercado real y evitar inversiones innecesarias.

Su primer paso fue desarrollar un Producto Mínimo Viable (PMV): un modelo de zapato infantil sencillo, funcional y adaptado a las necesidades morfológicas del pie en sus primeros años. Esa simplicidad inicial no solo facilitó el diseño, también permitió reducir significativamente los costes de producción.

Durante las primeras etapas, la financiación de Zapato Feroz procedía exclusivamente de los recursos propios de sus creadores. Héctor y Laura utilizaron sus ahorros para cubrir la inversión inicial en moldes, troqueles y una producción mínima.

En vez de apostar por un amplio catálogo desde el primer momento, optaron por crecer de forma orgánica y gradual. Fueron incorporando nuevas tallas a medida que su hijo crecía, lo que les permitió probar los diseños de forma directa antes de ampliar la producción.

Cada nuevo modelo o talla se validaba como una pequeña iteración del PMV, lo que evitaba acumular stock o inmovilizar capital en productos que todavía no habían sido probados en el mercado. También implementaron un sistema de “cola virtual” para comprar sus zapatos en la web. Esa forma de trabajar les permitió minimizar riesgos, aprender rápido y ajustar el producto en función de la aceptación real. Así, mantenían siempre el control sobre la inversión y la producción.

Zapato Feroz: mucho más que una marca de calzado

En la actualidad, Zapato Feroz factura cerca de 11 millones de euros. Cuenta con un equipo de 14 miembros y sus zapatos se producen en Portugal, en una fábrica con unos 87 trabajadores. Tiene una producción responsable y, aunque emplea tecnología puntera en todo el proceso, no pierde de vista el toque artesanal y el cuidado de los detalles. 

La marca usa materiales de alta durabilidad, promueve la reparación antes de reemplazar y no hace marketing en los envíos. No obstante, parte de su éxito se debe a que sus fundadores han sabido crear mucho más que una marca de calzado respetuosa con el desarrollo infantil.

Zapato Feroz defiende valores como la honestidad, la calidad, la coherencia y el respeto, lo que crea un valor intangible relacionado con la marca que genera fidelización en sus clientes. Así ha logrado aproximadamente un 80% de recurrencia.

El apoyo de la comunidad, clave para crecer

Héctor y Laura han sido capaces de aglutinar una comunidad sólida alrededor de Zapato Feroz. Se han apoyado en profesionales para generar valor y siempre se han preocupado por brindar contenido educativo que ayude a los padres. De hecho, constataron que el trabajo con influencers no les funcionaba, por lo que prácticamente no invirtieron nada en publicidad convencional. 

En su lugar, han apostado por un modelo de atención altamente personalizado. No se limitan a vender zapatos, acompañan y orientan a las familias en el proceso de elegir el mejor calzado para sus hijos. Han construido en torno a esa filosofía una comunidad que comparte una visión más consciente y natural de la crianza.

En 2023 dieron otro salto estratégico con la creación de Ferozland, un espacio de 4.000 m² que funciona como su centro neurálgico. Sin embargo, es mucho más que unas oficinas: integra una tienda conceptual, una sala de movimiento libre para los más pequeños y un jardín pensado para que las familias puedan disfrutar, aprender y relacionarse. Es, en esencia, la materialización física de su propuesta de valor.

Con una facturación que no para de crecer, Zapato Feroz no busca expandirse a cualquier precio, quiere diferenciarse ofreciendo una experiencia completa que garantice la máxima satisfacción de sus clientes. Y ya no es solo para los más pequeños de casa, la marca lanzó su línea de calzado para adultos, de manera que ahora acompaña a toda la familia en sus aventuras.

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