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¿Qué pasaría si se gravase algunos servicios digitales gratuitos?

Sage

Analizamos las posibles repercusiones que podría tener el establecimiento de impuestos que graven algunos de los principales servicios digitales gratuitos.

  • La experiencia libanesa muestra lo complicado que es gravar un servicio que, hasta ahora, haya sido gratuito
  • Los impuestos a servicios digitales gratuitos se muestran como una posible nueva fuente de recaudación fiscal en un momento desafiante para las finanzas públicas de un gran número de países

El gobierno libanés liderado por Saad Hariri, que llegó a dimitir el pasado 29 de octubre, tuvo como una de sus últimas intenciones la creación de un nuevo impuesto relacionado con un servicio hasta ahora gratuito, como es el de WhatsApp. Todo apunta a que, al menos de momento, su idea puede caer en el olvido en su propio país.

El establecimiento del nuevo impuesto ha sido el detonante perfecto para que terminase de estallar la Revolución del Whatsapp libanesa

Sin embargo, ello no significa que no pueda rondar la cabeza de otros gobernantes en otras partes del mundo. De ser así, algunos de los servicios digitales gratuitos más populares podrían dejar de serlo. Veamos, por tanto, cuáles podrían ser las principales consecuencias.

El posible efecto de arrastre

En principio, la mayoría de estos servicios gratuitos empleados por grandes masas son prestados dentro de un ecosistema liderado por su prestadora. Así lo vemos en el caso de WhatsApp, que forma parte del amplio conjunto de servicios de Facebook.

Ello implica dos consecuencias importantes:

  • Es habitual que sus prestadores conciban estos servicios para estar integrados con otros de la misma empresa.
  • Una parte de los beneficios del servicio gratuito no viene de fuentes propias (como la publicidad o las versiones premium), sino de su impacto en otras áreas de la empresa (especialmente por el empleo de los datos).

¡Comparte! Descubre los posibles efectos de un impuesto a un servicio gratuito digital en otras actividades

La simple creación de un impuesto a un servicio gratuito de masas puede arrastrar a otras actividades, no necesariamente de la misma empresa. Por ejemplo, si ponemos un impuesto a WhatsApp, todas las apps relacionadas sufrirán un castigo.

 

Uso de aplicaciones de mensajería en todo el mundo. Fuentes: Wame.chat / Landbot.io / Hootsuite

¿Hay peligro de abandono del país?

El caso de Google News nos muestra cómo es posible que un endurecimiento de condiciones traiga consigo un cierre de la actividad. En el fondo, estamos hablando de una situación en la que la estrategia es muy importante.

Por un lado, la prestadora deberá considerar el efecto que va a tener la repercusión del impuesto en la demanda del servicio. En general, ello supondrá una merma de beneficios, ya que estos suelen estar ligados, por una u otra vía, al volumen de usuarios. Por ejemplo, puede disponer de menos datos, menos anunciantes, menor atractivo de otras actividades, etcétera.

La creación de un impuesto a un servicio digital gratuito puede ser considerada por la empresa prestataria como una señal de progresivo endurecimiento de la normativa

Además, si no toma medidas ante la nueva normativa hostil a sus intereses, está lanzando una señal de que podría aceptar nuevos endurecimientos de condiciones. Otros países podrían emular la medida e, incluso, ir más allá.

Pero, por el otro lado, la prestadora ha de considerar el posible impacto en la confianza de proveedores y clientes que puedan tener las represalias. En el fondo, esa reacción está moviendo muchas piezas de un puzle delicado.

La compleja delimitación del hecho imponible

Difícilmente, entre otras razones por un principio de generalidad, un país va a dictar una ley cuyo artículo 1 dice: “se establece un impuesto a la empresa X”. Más bien, lo normal es que diga que las actividades con tales o cuales características quedarán gravadas, sin nombrar a la empresa.

Sin embargo, ello lleva a una compleja labor de delimitación.

  • Si se es demasiado general, es probable que el nuevo impuesto llegue a afectar a empresas a las que no se pretende gravar, especialmente empresas de tamaño medio.
  • Si se es demasiado concreto, seguramente, la prestadora podría eludirlo cambiando algunas condiciones del servicio.

Los efectos sobre competidores más pequeños

Normalmente, el principal objetivo de este tipo de impuestos es favorecer a competidores más pequeños. Se entiende que, dada la escala, es difícil que puedan prestar un servicio gratuito con los costes suficientemente reducidos como para que les compensen los ingresos o reducciones de costes que perciban por otras vías.

El repliegue de los gigantes digitales en determinadas áreas puede dar una oportunidad a otras empresas más pequeñas

Se considera que es una forma de dar una oportunidad a empresas más pequeñas de competir con los gigantes digitales. Además, se piensa que pueden ganar cuota de mercado formas alternativas de prestar el servicio que podrían aportar avances tecnológicos.

 

Line, Telegram o WeChat son algunas de las alternativas de Whatsaap

El beneficio recaudatorio

La disponibilidad de nuevas fuentes factibles de recaudación tributaria ayuda a consolidar las cuentas públicas. Uno de los problemas que estas tienen en muchos países es la dificultad para encontrar dónde crear nuevos impuestos, teniendo en cuenta que la recaudación de algunos de los antiguos puede verse sometida a crisis importantes.

Por ejemplo, en un escenario de gran movilidad de personas y capitales, la imposición a la renta de personas físicas o jurídicas tiene límites estrechos. Lo mismo sucede con impuestos especiales a los hidrocarburos en un escenario de progresiva descarbonización. Tampoco se quiere elevar mucho otros impuestos indirectos por su impacto en la competitividad de las empresas nacionales ni las cotizaciones sociales por sus efectos en los mercados de trabajo y de bienes y servicios.

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En ese contexto, la imposición a servicios gratuitos digitales comienza a ser una de las alternativas que se consideran. Tiene sus dificultades, pero su mera disponibilidad pone su granito de arena para que no aumenten los tipos de interés de la deuda pública y, como consecuencia, de la privada.

La repercusión en los hábitos de empresas y consumidores

Cuando un servicio deja de ser gratuito, es normal que muchos usuarios particulares y empresariales busquen alternativas. En el ámbito empresarial, no es difícil imaginar que ello pueda afectar tanto a los cauces de relación con los clientes como a los propios procesos internos.

Por lo tanto, cualquier gobierno que pretenda crear un impuesto de este tipo debe contar con previsiones no solamente sobre el impacto en la demanda del servicio, sino también en los hábitos de consumidores y empresas.