Estrategia y Gestión

Cuáles son las bases para afrontar la transformación digital de tu empresa

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Las empresas de nueva creación ya nacen digitales. Las organizaciones que tienen años en el mercado, aquellas que arrastran sinergias del pasado, son las que tienen que adaptarse al nuevo entorno. No basta con hacer unos pequeños cambios en diferentes áreas, sino que tienen que llevar a cabo la completa transformación digital de su empresa desde la base para dar a los usuarios y clientes la experiencia que hoy demandan.

Es, además, una necesidad para poder competir. Porque mientras nuestra compañía se está adaptando -o poniendo parches que mejoren algún área concreta- la competencia ya está digitalizada. Los clientes se han empoderado. Ha cambiado el consumidor y, a día de hoy, demanda poder acceder a los servicios y productos desde cualquier dispositivo y en cualquier lugar. Pero no solo eso. Tienen más información a la hora de realizar la compra y, además, reclaman poder comunicarse con la empresa desde diferentes canales sin que el proceso sea unidireccional, como hasta hace unos años.

La estrategia de transformación digital de la empresa

Muchas empresas confunden estar informatizados con estar digitalizados. Y esto les hace ir mejorando algunos aspectos y cambiar determinadas áreas para mejorar. Pero siguen creando nichos que no tienen relación con el resto del negocio. De esta forma, es complicado beneficiarse del ecosistema digital. Es necesario un cambio desde los cimientos del negocio.

Los directivos y ejecutivos de la mayor parte de las empresas están convencidos de que es necesario llevar a cabo una transformación digital. Aunque lo cierto es que lo ven más hacia las empresas con las que se relacionan que en su propia organización. Muchos de ellos son «inmigrantes digitales», a los que les cuesta ver el verdadero potencial para la empresa de la transformación.

El proceso de cambio en una empresa es una inversión que la convierte en más competitiva. Por eso, es importante dar algunos de estos pasos:

  • Mejorar los procesos internos de la empresa, para que nuestra transformación signifique que los flujos de trabajo entre las distintas áreas de la organización se optimizan, de modo que supongan un ahorro de tiempo.
  • Mejorar el servicio al cliente disminuyendo los tiempos de respuesta, de entrega y la eficacia en la atención. Al final es el cliente el que acaba por notar el cambio y cómo la empresa está a la altura de sus expectativas.
  • Encontrar nuevas vías de negocio gracias a la implantación de herramientas digitales. Por una lado, al ser más eficaces, nos permite captar un mayor volumen de pedidos. Por otro, se descubrirán nuevos canales de venta, servicios o productos que hasta ahora no estaban puestos en valor ni explotados debidamente.
  • Mejorar el servicio postventa que nos permita estar más cerca de nuestros clientes. No se trata solo de comunicarse con los clientes cuando la empresa quiere vender, sino mantener canales abiertos para conocer sus opiniones, fidelizarlos y mantener al cliente en el centro del negocio.
  • Potenciar la imagen y la marca de nuestra empresa, que nos ayude a captar más clientes, gestionar un mayor volumen de negocio. No hay mejor influencer que un cliente satisfecho, que se convertirá en nuestro mejor embajador.

Es necesario desarrollar una estrategia completa para la transformación digital

Lo cierto es que el 74% de las compañías tienen ya una estrategia digital. Sin embargo, solo una tercera parte de esos ejecutivos están satisfechos con esa política de transformación, y sólo el 21% creen tener a las personas adecuadas para diseñarla.

Una de las cuestiones que más frenan el cambio es la estrategia del inmovilismo que durante años se ha mantenido. El «si funciona no lo toques» hace que algunos no quieran realizar la transformación que realmente necesitan. Sus estructuras y procesos del pasado hoy en día son un freno para poder llevar a cabo una renovación de sistemas, mejorar los procedimientos y obtener la mejora de la productividad que les haga ser más competitivos.

Este es un proceso que no termina nunca. La empresa debe estar en constante transformación. Además, dentro de la organización deben existir líderes digitales que velen por el éxito del cambio, que conozcan al consumidor digital y sepan mantener su confianza a través de los nuevos canales de comunicación.

En definitiva, no pierdas de vista este artículo con algunos apuntes sobre cómo afrontar la transformación digital del negocio.