Estrategia y Gestión

Estos son los principales frenos administrativos del autónomo para emprender

La eliminación de frenos administrativos al emprendimiento es una vieja reivindicación de los autónomos y las asociaciones que los representan. Aunque se han producido acuerdos para la eliminación de trabas administrativas, en fechas recientes, la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) ha solicitado la eliminación de hasta 40 obstáculos adicionales.

Tengamos presente que el desarrollo de los negocios depende, entre otros muchos factores, del contexto administrativo, normativo e institucional. Los frenos administrativos al emprendimiento son una pieza clave del contexto en el que se desarrollan los negocios. Éstas son las principales categorías de frenos administrativos que se encuentra el autónomo para emprender.

¡Comparte! Emprender es una carrera de obstáculos, algunos administrativos

Los trámites y requisitos para la puesta en marcha de negocios

Una primera dificultad que observa quien se plantea iniciar una actividad como autónomo es la pluralidad de organismos administrativos ante los que deberá presentar solicitudes, presentar información o recibir la aprobación administrativa correspondiente.

Los trámites y requisitos a cumplir varían en función del negocio que vayan a iniciar, pero suelen incluir relaciones con múltiples organismos. Son habituales la consejería y/o ministerio del ramo en el que van a iniciar el negocio, Hacienda, Seguridad Social, Registro Mercantil, Registro de la Propiedad, Ayuntamiento, colegios profesionales…

Las soluciones que se vienen tomando a lo largo de los años vienen girando alrededor de dos ejes: la reducción del número de trámites y la creación de ventanillas únicas.

Pero la reducción de los trámites y su simplificación a través de ventanillas únicas no resuelve el problema por completo. Muchos trámites pueden no ser obligatorios, pero sí convenientes y es necesaria una posición activa del emprendedor en la búsqueda de esos trámites. En general, cada trámite tiene un efecto sobre las consecuencias jurídicas de los actos del emprendedor que éste debe conocer antes de comenzar su actividad.

Los diferentes efectos de los trámites de creación de negocios son una fuente de incertidumbre para el autónomo. El desconocimiento de dichos efectos es, en esta fase de creación, uno de los principales frenos administrativos a los negocios. Las soluciones a este problema pasan por la formación de los autónomos y el asesoramiento profesional tanto privado como público (en los Puntos de Atención al Emprendedor).

Los impuestos, tasas y cotizaciones a la Seguridad Social

Los tributos pueden suponer un freno administrativo a través de diversas vías. Es así, en particular, si el autónomo es incapaz de trasladarlos a otras personas como sus consumidores (en forma de mayores precios sin reducción sustancial de la demanda), o los trabajadores que tenga a su cargo.

El freno de la carga tributaria

En caso de no poder trasladar los tributos, éstos reducen los rendimientos derivados de la actividad de los autónomos. Un caso extremo es el de aquellos autónomos con pocos ingresos a los que una tasa o una cotización mínima a la Seguridad Social puede hacer insostenible poder desarrollar su actividad.

Presión fiscal indirecta

Otro gran freno administrativo del autónomo para emprender que tiene origen fiscal es la presión fiscal indirecta, es decir, el coste derivado del cumplimiento de las obligaciones tributarias.

Las soluciones para que la presión fiscal no se convierta en un importante freno al emprendimiento pasan por la formación e información tributaria a los autónomos, por el asesoramiento especializado y, fundamentalmente, por la simplificación de los procesos relacionados con el cumplimiento de sus obligaciones tributarias.

En ese sentido, el avance tecnológico está simplificando mucho el cumplimiento de las obligaciones fiscales y contables. Por ejemplo, Sage 50cloud permite hacer más sencillos los procesos contables y financieros de pymes y autónomos, permitiendo, además, presentar modelos como el modelo 303 de autoliquidación del IVA.

La complejidad de las normas fiscales

El tercer gran freno administrativo de origen fiscal es la incertidumbre que produce en muchos autónomos tanto la complejidad de las normas como sus cambios. Muchos autónomos no conocen muy bien cuáles serán las consecuencias fiscales de afrontar su actividad de una u otra manera.

La simplificación normativa es siempre deseable, pero no siempre es posible. Por eso la principal medida para resolver este problema pasa por hacer el asesoramiento (tanto administrativo como privado) más accesible, incluso cuando el autónomo necesita un asesoramiento más especializado. Una vez más, el avance tecnológico está siendo el gran aliado en esta tarea.

Además, el avance tecnológico está poniendo a disposición de todo el público, no solamente del público especializado, cuantiosa información tributaria: textos normativos, manuales, guías, jurisprudencia tributaria, consultas tributarias, etc. Pero, para sacar provecho de esa información, es crucial avanzar en la senda de la mejora de la cultura tributaria del autónomo.

El manejo de la información por la administración

Desarrollar un negocio supone tener una serie de obligaciones de información que van más allá de la información contable y fiscal. Existe obligación de informar sobre múltiples aspectos relacionadas con la actividad como, por ejemplo, en las encuestas del INE.

Pero la información va en los dos sentidos. Existen también dificultades de los autónomos para acceder a las fuentes de información administrativa que les permitan estar al tanto de subvenciones, procedimientos de contratación, de información pública, de iniciativas de fomento de determinadas actividades, etc.

Este aspecto es fundamental, ya que el autónomo que desconoce esta información se encuentra en una situación de desventaja frente a otros competidores que sí la conocen, lo que puede ser un freno administrativo definitivo para la actividad de estos autónomos.

Los frenos relacionados con los procedimientos administrativos

Más allá de aquellos casos en los que el autónomo se queja de alguna deficiencia en el trato profesional o humano, las dos principales quejas son las derivadas de la lentitud y complejidad de algunos procedimientos administrativos.

Particular importancia tienen los supuestos en los que el autónomo no está conforme con la actuación de la administración y se puede ver en un largo y complejo proceso de alegaciones y recursos como los recursos de reposición y de alzada o, ya entrando en el ámbito judicial, los recursos contencioso-administrativos.

La pluralidad de marcos normativos

Muchos autónomos quieren realizar sus actividades fuera de su comunidad autónoma o fuera de su país. En ese ámbito, uno de los frenos administrativos que encuentran más frecuentemente es la existencia de regulaciones diferenciadas en distintos territorios. Cada requisito diferente supone unos costes de adaptación que, en muchos casos, suponen que el autónomo tenga que abortar sus proyectos.

La principal solución que se viene intentando a este freno administrativo al emprendimiento no está exenta de complejidad. Son acuerdos de coordinación o de aproximación normativa entre diferentes territorios como, por ejemplo, determinados tratados internacionales.

Frenos administrativos que persiguen frenar determinadas actividades económicas

El desarrollo de actividades económicas puede, en algunas ocasiones, entrar en conflicto con otros intereses, que las normas consideran que deben protegerse mediante la prohibición de realizar la actividad de una determinada forma.

En ese sentido, todo autónomo debe tener presentes los límites normativos que restringen sus posibilidades de elección para desarrollar su negocio.

Los límites más frecuentes están relacionados, entre otros aspectos, con la protección de la salud y la prevención de los riesgos laborales, la sostenibilidad ambiental, los intereses de los consumidores, derechos de la propiedad intelectual, la existencia de patentes y marcas, la defensa de la competencia y la política de regulación de los mercados, la protección de datos o el mantenimiento del orden público.

Existen diversos frenos administrativos del autónomo para emprender, ante los cuáles el autónomo, la Administración y la sociedad en general debe ir buscando continuamente soluciones. La mayoría de ellas pasan por el avance tecnológico, la mejora de la calidad normativa y de la organización y procedimientos administrativos, la formación y la información del autónomo.