Temporada 2: Da rienda suelta a la productividad

Robert Poynton Escritor y profesor asociado de la Universidad de Oxford

Improvisación: Un nuevo enfoque complementario a la productividad en el trabajo

En mi experiencia como líder, he aprendido que la improvisación es una habilidad subestimada pero poderosa.

  • Adaptarnos a situaciones cambiantes de manera instintiva puede aumentar la productividad y la agilidad en el trabajo.
  • Usando principios de la improvisación, podemos abrazar la incertidumbre y convertirla en oportunidades para el cambio positivo.

Tanto si nos damos cuenta como si no, improvisamos cada día. Lo hacemos porque tenemos que adaptarnos a una serie de circunstancias cambiantes e impredecibles que se escapan a nuestro control, y lo hacemos de forma instintiva, sin ser conscientes de ello. Esta es una capacidad que tenemos, pero que no sabemos que tenemos. Esto significa que, cuando nos atascamos o nos enfrentamos a nuevas dificultades, no solemos aprovecharla ni desarrollarla.

Nos ceñimos a nuestra forma habitual de resolver los problemas y acabamos trabajando aún más creyendo que eso arreglará las cosas de forma milagrosa. Sin embargo, resulta mucho más efectivo aprender a entender, confiar y desarrollar nuestra capacidad natural de improvisar, no como sustituta de otras capacidades, sino como complemento para aumentar nuestra productividad.  

Improvisa para obtener mejores resultados

La improvisación subyacente es un método muy sencillo que cualquiera puede aprender. Para improvisar bien no se requiere ningún talento especial, ni tampoco tiene por qué ser algo caótico. Este método supone hacer una serie de cosas muy sencillas en lugar de trabajar más que te ayudarán a sentir menos preocupación y estrés y a obtener mejores resultados.

Llevo más de veinte años empleando las mismas herramientas e ideas que emplean los actores en su trabajo y aplicándolas al mundo de la empresa. Por ejemplo, veo los errores como tomas falsas, como intentos que forman parte de un proceso iterativo de mejora. O pruebo a entrar en una situación antes de saber de qué va y ver qué pasa.

Si quieres nuevas ideas, no te quedes sentado en tu despacho. Date una vuelta por la planta de producción o por la tienda. Llama a tu propia línea de atención al cliente para ver cómo te tratan. Hazte con tu producto, o con el de la competencia, y trastea con él hasta que llegues a conocerlo a fondo. He observado que estas prácticas pueden aplicarse en cualquier sector o cargo (ya seas asistente o CEO) para entender y lidiar con los imprevistos.

No se trata de pensar rápido, sino de cambiar de actitud. En lugar de precipitarte, aprendes a hacer una pausa y a reaccionar como corresponda, lo cual te hace más ágil en tu trabajo diario.

El cambio es una constante y nunca desaparece. Por lo tanto, la clave está en aprender a gestionarlo en lugar de resistirse a él. Por muy productivos que seamos, siempre podemos serlo más si desarrollamos la capacidad de improvisar. 

Prepárate para cualquier cosa

Independientemente de en qué sector o industria trabajes y de cuál sea tu cargo, al adoptar este método podrás aprender a prepararte para casi cualquier cosa. Eso te hará más adaptable y ágil y te permitirá pensar sobre la marcha, abrazar lo desconocido en lugar de temerlo y obtener mejores resultados en tiempo real. Estas habilidades también te ayudarán a abrazar el flujo constante del liderazgo y a dar un paso adelante o atrás en función de las circunstancias.

Emplear las ideas en las que se basa la improvisación significa que se nos pueden ocurrir cosas en el momento menos pensado. Los estímulos que recibimos de otras personas pueden desencadenar pensamientos o ideas que pueden sernos de utilidad. Cada sugerencia desata nuestra creatividad y productividad: es el resultado de escuchar y trabajar de forma colaborativa. Esto no requiere trabajar más o esforzarnos más, sino hacer un esfuerzo diferente.

Ocho palabras que te ayudarán a improvisar

La práctica de la improvisación puede resumirse en tres ideas principales y ocho palabras que te ayudarán en el trabajo: Fíjate más. Olvídate de ciertas cosas. Úsalo todo.

Estas sencillas prácticas son cosas que siempre podrás hacer, pase lo que pase. Son fáciles de entender, sencillas de aprender y siempre te serán útiles.

Fijarse más significa observar, escuchar y apoyarte en tus sentidos. Significa abrirse a cosas, personas, ideas o sentidos a los que normalmente no prestaríamos mucha atención. Esto nos permite ver o crear nuevas oportunidades, fijarnos en el tono y el sentido de lo que dice alguien y no solo en el contenido para obtener más información sobre lo que está ocurriendo en realidad. ¿Estás escuchando a esas personas que normalmente no hablan mucho, estás buscando ideas fuera de tu propio mercado?

Olvidarse de ciertas cosas consiste en «soltar» ideas preconcebidas y expectativas. No significa olvidarse de todo lo que sabes, pero sí cuestionar las cosas que sueles dar por hecho. Puede que tengas que olvidarte de la idea que tienes de alguien («Jorge es solo un tío de números») o incluso de ti mismo. Olvidarse de los procesos o de las formas tradicionales de trabajar puede liberar tu mente y ayudarte a ver las cosas de otra forma.

Usarlo todo significa tratar constantemente de trabajar con aquello que tienes delante, ya sea una equivocación, un error o algo en lo que acabas de reparar. A menudo tratamos de hacernos los listos o de ser originales en nuestro trabajo, pero eso puede convertirse en un estorbo. Usar lo que otras personas tienen que ofrecer (sus interpretaciones, experiencias y perspectivas) puede dar lugar a ideas que de otro modo no se nos ocurrirían. También es una potente forma de ver las dificultades o las desgracias desde otra perspectiva. Pase lo que pase, basta con preguntarse qué puedes usar olvidándote de tus prejuicios, lo cual es tan constructivo como liberador.

Estas tres ideas están relacionadas entre sí: Fijarse más nos da más cosas que podemos usar. Olvidarse de ciertas cosas nos libera para poder fijarnos más. Y al usar todo aquello que tenemos a mano, nos olvidamos de las ideas preconcebidas y vemos las cosas de forma constructiva.

Todo eso se resume en la frase «todo es una oportunidad», que encapsula todas las prácticas en una para quedarnos con una sola cosa que recordar y a la que volver cuando lo necesitemos.

¿No sabes qué hacer ahora? Improvisa

La improvisación supone un nuevo enfoque a trabajar de forma más productiva. Reconoce que lo que llamamos errores pueden ser también oportunidades. Este método demuestra que no siempre es necesario planificar mejor, trabajar más duro o controlarlo todo para dar forma a, influir en y generar un cambio positivo.

Si no tienes claro qué hacer a continuación, ¿por qué no improvisas?