Sé un motivador de la productividad

Desde mi experiencia como cofundador del estudio de diseño de productos ustwo y como inversor en empresas creativas en fase temprana, he aprendido que ser un motivador y animador es clave para lograr un trabajo excepcional en equipo.

• Recuerda que a pesar de los desafíos y fracasos, hemos aprendido que los momentos difíciles pueden conducir al éxito si se convierten en oportunidades de aprendizaje.
• No olvides la importancia de crear un ambiente donde los miembros del equipo se sientan apoyados y motivados ayuda a filtrar distracciones y aumentar la productividad.

Como cofundador del estudio de diseño de productos ustwo e inversor en empresas creativas en fase temprana, mi papel siempre ha consistido en motivar e inspirar a las personas para que hagan un trabajo excepcional. Ser un motivador no implica ir por ahí con mallas de neón —¡aunque no me lo pensaría dos veces!—: me he pasado la vida sin tomarme las cosas muy en serio y entre esas cosas está dirigir una empresa y un equipo.

Acepta el «fraquéxito»

ustwo ha tenido muchos altibajos. En nuestros seis primeros años, lanzamos 16 productos digitales y ninguno de ellos funcionó. Sin embargo, nunca dejamos de trabajar, de apasionarnos por lo que hacemos, de divertirnos, de ser productivos.

El fracaso no siempre es algo malo; a veces puede llevar al éxito y convertirse en «fraquéxito». Yo suelo comparar el éxito de ustwo con uno de mis maratones de resistencia: el camino ha sido largo y a veces las hemos pasado canutas, pero gracias a estos fracasos hemos podido ver lo que iba mal. Nunca hemos cometido el mismo error dos veces. Sobre todo, hemos aprendido que tenemos que centrar más al equipo protegiéndolo de las distracciones y dejando que haga su trabajo. E incluso cuando las cosas no han salido como nos gustaría, hemos seguido dejando que asuma riesgos. ¿Que cuál fue uno de los más grandes? Invertir más de un millón de libras en el desarrollo de un juego para móvil llamado Monument Valley.

Sé un animador

A pesar de estos altibajos, nunca he dejado de creer en mi equipo ni de animarlo constantemente. Siempre he sido su mayor fan y he intentado que no se desviara del camino. Todas las empresas necesitan un líder dedicado a motivar y animar a los demás, de modo que todos los miembros del equipo crean que son capaces de grandes cosas y sepan que pueden pedir ayuda cuando la necesiten. Si a los miembros de tu equipo les gusta lo que hacen y creen en ello, serán capaces de filtrar el ruido y de ser mucho más productivos.

Como motivador principal, también debes generar interés, no solo de cara a la prensa y a los clientes, sino también de puertas para adentro. Cuando estábamos trabajando en Monument Valley, el resto del mundo nos decía una y otra vez que el tipo de juego que estábamos creando nunca triunfaría. Así que envié un correo al equipo (con muchas mayúsculas y exclamaciones) pidiéndoles que no hicieran ni caso y recordándoles que, si seguíamos a lo nuestro, acabaríamos creando un juego increíble que ganaría muchísimos premios y al que jugaría todo el mundo. Les dije que tendría que hacerme pensar: «ojalá ustwo hubiera hecho eso». Y funcionó. Logramos sacarlo adelante. El juego tuvo más de 200 millones de descargas y nunca he sentido mayor orgullo que cuando ganamos un Apple Design Award —y dos BAFTA— por Monument Valley en 2014. Subirme al escenario de la sede de Apple en Cupertino fue increíble para mí.

Forma una familia

Otro «Mills-ismo» para ti: «fampañía». Me apasiona formar equipos de personas que entablen amistad fuera del trabajo, vayan más allá y muestren lealtad hacia los demás y hacia la empresa. Para ello se necesita crear el entorno en el que a ti te gustaría trabajar y donde tú te sentirías a gusto. Solo entonces sacarás lo mejor de las personas que has elegido y en las que has confiado para que formen parte de tu «fampañía».