¿Sirve de algo contratar a una empresa consultora de recursos humanos?
Muchos negocios recurren a empresas de servicios de recursos humanos para ejecutar las tareas relacionadas con la selección de personal. Esta opción de subcontratar, a veces, es cuestionada porque el departamento destinatario del puesto se queja de que no le llegan los candidatos que requiere. Sin embargo, desde otros frentes se apunta a la importancia de subcontratar estas tareas para poder dedicarle el tiempo al negocio. ¿Cuál de las dos visiones es la correcta? ¿Sirve de algo contratar a una empresa consultora de recursos humanos?
Claves para subcontratar servicios de selección de personal a una consultora de recursos humanos
A la hora de subcontratar servicios de selección de personal a una empresa consultora de recursos humanos, existen una serie de claves para que el resultado del proceso sea un éxito. Al igual que en cualquier otro proceso que se encargue a una tercera empresa, deben seguirse una serie de requisitos, como los siguientes:
- La responsabilidad última del proceso es de la empresa que subcontrata, no de la consultora de recursos humanos. Dejar que ésta última se encargue de todo y elija el candidato final, es un error que se pagará, tarde o temprano. La empresa es la que debe elegir a sus candidatos finales y decantarse por el definitivo.
- Para que el proceso funcione, a la consultora de recursos hay que aportarle una buena definición del puesto a cubrir y de los requisitos deseados para el candidato ideal. Si es demasiado difusa o si se busca el candidato perfecto, difícilmente podrá llevarse a cabo el proceso de captar candidatos.
- Si existe más de un perfil compatible, es bueno facilitarle este requisito a la consultora para que pueda desarrollar mejor su trabajo, pero sin olvidarse de que es necesario concretar.
- Los favores se acaban pagando, así que si se le encarga un proceso a una consultora porque en ella «trabaja un amiguete y nos hace precio» y resulta que ésta no es especialista en los perfiles que se buscan, la probabilidad de que surja un sobrecoste es directamente proporcional al nivel de amistad.
- El nivel del reclutador debe ser acorde al perfil profesional buscado, así como el procedimiento de toma de contacto y conversaciones. En otras palabras, poner a un becario a seleccionar al CEO de una gran empresa no es una buena idea, ya que al primer «ola ke ase» el candidato saldrá por piernas.
- Es un error pensar que LinkedIn puede hacer el trabajo de una consultora de recursos humanos seria. La consultora tiene contactos, sabe dónde buscarlos, preseleccionarlos, interpretar un currículum, qué preguntas hacer a los candidatos, interpretar sus respuestas y, en definitiva, actuar como filtro para elaborar un conjunto de candidatos ideales para el puesto ofertado.
Entonces, ¿merece la pena subcontratar a una empresa de recursos humanos?
No es sencillo que todos los procesos de selección sean un éxito y, si nos fijamos en los que fallan, muchas veces es porque se ha saltado algún control, se ha decidido optar por un candidato que no se aproximaba al ideal (en contra de la recomendación de la empresa consultora) o se ha aportado información de entrada poco precisa para definir los requisitos del puesto.
Por tanto, la respuesta a la pregunta de si merece la pena subcontratar a una empresa de recursos humanos para un proceso de selección de personal, en general, la experiencia dice que sí. Tanto para empresas pequeñas, como para empresas medianas y más grandes, siempre puede ser de gran ayuda el hecho de contar con la aportación de un equipo externo que pueda proporcionar contactos, hacer selección y filtrar los candidatos que a priori pueden encajar. Así, el tiempo y recursos son utilizados de forma más eficiente y se puede atender mejor el negocio.
Eso sí, si se trabaja con una consultora y no se consiguen resultados por su incompetencia, hay que huir de ella como de la peste. En cualquier mercado hay quien hace bien su trabajo y quien no, lo que significa en el de los recursos humanos que hay quien ofrece personas que son posibles candidatos y hay quien los ve sólo como «un pedazo de carne» y los mandan por kilos. Lo mejor es que con estas últimas, es aquello de «una y no más, Santo Tomás».