Cómo construir una cultura empresarial fuerte en 2021
Descubre cómo fortalecer la cultura empresarial y cuáles serán los retos de un 2021 marcado por el teletrabajo y la comunicación digital. La transparencia comunicativa y la inclusividad son claves a la hora de construir una cultura empresarial fuerte. El factor emocional cobra especial relevancia en el contexto de transformación digital de la empresa. La […]
- La transparencia comunicativa y la inclusividad son claves a la hora de construir una cultura empresarial fuerte.
- El factor emocional cobra especial relevancia en el contexto de transformación digital de la empresa.
La comunicación clara y directa
Para reforzar la cultura empresarial es necesaria la transparencia comunicativa. Las personas que forman parte de la empresa o se relacionan con ella entenderán qué es lo que está pasando y hacia dónde pretendemos caminar. Sin embargo, la transparencia comunicativa plantea algunos retos:- Protección de datos
- Confidencialidad
- Mejora de la cultura estadística
- Estilo comunicativo
- Cambio en el lenguaje no verbal
- Empatía
- Depuración del lenguaje

La integración de perfiles diferentes resulta enriquecedora para la cultura empresarial.
La cultura empresarial inclusiva
La inclusividad es clave para una buena comunicación. Ser más inclusivo propicia mayor reclamación de transparencia. Y, al revés, una cultura empresarial más transparente beneficia la atracción de talentos dispares. Por este motivo, la aceptación de la diversidad es uno de los grandes retos del liderazgo de nuestro tiempo. Hay que saber incorporar el valor de diferentes vivencias, características, puntos de vista, formaciones… En ese sentido, la integración de minorías es una prueba de fuego. Las empresas deben mostrar que sus mensajes inclusivos son una realidad en la que creen. Además, nos encontramos aquí con un profundo mensaje empresarial. No se trata de dividir la empresa y generar reductos donde incluir perfiles diferentes a los habituales. Al contrario, se busca que cada aportación personal multiplique el valor de las demás.La inclusividad es una prueba de mejora organizativa dentro de una empresa.En definitiva, hay que exprimir las ventajas de la diversidad en un contexto de inteligencia colectiva. ¿Cómo? Construyendo día a día organizaciones en las que la diferencia suma, refuerza. Los puntos de fricción se convierten en la base para encontrar soluciones que otorguen mayor coherencia al conjunto. La inclusividad laboral otorga una perspectiva mucho más completa. Fruto de ella, las empresas pueden adaptarse a entornos muy diferentes con enfoques innovadores. Es más fácil encontrar soluciones y las organizaciones son más resilientes.
El reto de la comunicación estudiada
Las políticas transparentes y la inclusividad fortalecen la comunicación empresarial, tanto interna como externa. En cierto modo, podríamos decir que la transparencia y la inclusividad son como una semilla. La planificación y el control de la comunicación interna y externa serían los cuidados que necesita la planta cuando crece. Un buen organigrama ayuda a construir una buena organización. Pero es fundamental que se acompañe de un estudiado flujo de comunicación, tanto interno como externo. Tradicionalmente, se buscaba la persona adecuada para un puesto, confiando en que esta resolviera los retos comunicativos. Sus dotes personales debían facilitar un buen flujo de órdenes e información y un adecuado control. Sin embargo, en la práctica, este enfoque eludía un problema: la comunicación no solo depende de las personas, sino también del contexto. Toda empresa debe estudiar activamente qué es lo que funciona y lo que falla en su comunicación interna y externa.A la persona adecuada para cada puesto debe sumarse el entorno idóneo para que fructifique la colaboración.Actualmente, se desdibujan los límites de lo interno y lo externo. Son muchos los proyectos en los que diversas empresas deben compartir estructuras y procesos. Lo mismo ocurre entre diferentes departamentos de una misma empresa. En definitiva, 2021 debe ser el año de la colaboración y trabajo en equipos transversales. Uno de los requisitos para el éxito es examinar en profundidad los procesos y valorar cómo introducir tecnologías colaborativas para optimizarlos.