Personas y Liderazgo

Cómo preguntar a tus empleados por su satisfacción laboral

Conocer la satisfacción laboral de los empleados puede hacernos mejorar como empresa. Planteamos cómo preguntar por esta felicidad laboral.

Sage

Conocer y medir la satisfacción laboral de los empleados es algo muy importante para todas las empresas. Una frase atribuida a Richard Branson, presidente de Virgin, sentencia que si cuidas de tus empleados, ellos cuidarán de tus clientes.

  • Además, los empleados son los primeros prescriptores de tu marca, tanto en las redes sociales como en la vida real.
  • Cuando hablamos de satisfacción de los empleados o satisfacción laboral nos referimos a cómo de contentos o satisfechos están los empleados con sus trabajos.

¿Cómo podemos conocer este dato? Con las encuestas. Un formulario con el que debemos abordar las diferentes sensibilidades y aspectos que pueden conformar que las personas se sientan más o menos a gusto en su entorno laboral: salario, jefes, conciliación, carga de trabajo, responsabilidad, desarrollo personal y profesional, trabajo en equipo…

Gracias, además, a estas preguntas, podremos saber si hay algún problema en algún departamento concreto o con alguno de nuestros responsables de negocio. Además, tanto el departamento de Recursos Humanos como la dirección general tendrán a su disposición más información sobe cuáles pueden ser las medidas más efectivas que se pueden tomar para aumentar el grado de satisfacción de los empleados.

Además, es un buen sistema para implicar aún más al talento de nuestros equipos y que nos den ideas sobre cómo podemos mejorar nuestra empresa y ayudar a que siga teniendo éxito, contando para ello con la felicidad de los empleados.

Qué preguntar en una encuesta de satisfacción del empleado

Estas encuestas de satisfacción de los empleados pueden variar mucho en cada compañía. De hecho, y aunque algunos patrones pueden ser similares, lo ideal es adaptar las preguntas a cada situación corporativa. En cualquier caso, un denominador común es que sean encuestas anónimas, con el fin de que haya un clima de más transparencia que quizá las reuniones de evaluación del desempeño con el inmediato superior no se de.

Preguntas claras y sencillas

Por eso, se recomienda que la redacción de las preguntas sea lo más clara y sencilla posible, para que no haya posibilidad de malinterpretación:

  • Algunas de ellas deben ser abiertas, con el fin de no condicionar las posibles respuestas.
  • Si se ofrecen respuestas para que el empleado escoja con la que está más de acuerdo, deben tenerse en consideración diferentes opciones.
  • Es decir, no es lo mismo contestar un «No» a secas que condicionarlo con emociones («No me importa»), conocimientos («No estoy familiarizado con este tema») o certezas («No estoy seguro»).

Preguntas en bloques

A la hora de hacer estas preguntas, lo ideal es establecer varios bloques. En cada uno de ellos puede medir un componente concreto de esta receta de la satisfacción laboral: su trabajo, su compensación, su relación con compañeros y jefes… Esta organización facilita a los empleados el poder responder información clara y específica de cada área y las empresas ven de forma más clara dónde están mejor posicionadas y dónde deben trabajar más para aumentar la satisfacción laboral.

Así, algunos de los bloques en los que se pueden dividir su encuesta son:

  • Liderazgo empresarial. Las cuestiones a plantear van desde si tiene confianza en los gestores que llevan las riendas de la empresa, si conoce la política de futuro de la compañía y si está de acuerdo con ella…
  • Su inmediato superior. Además de preguntar por el consejo directivo, la encuesta indagar si los empleados sienten que su inmediato superior les apoya, si les motiva y recompensa por los esfuerzos y si es cordial en su gestión.
  • Su trabajo. Ésta es, evidentemente, una parte central de la encuesta. Además de preguntar sobre si cree que su compensación es adecuada, hay que indagar sobre el papel que cada empleado cree que tiene en la organización, si le gusta el trabajo que desempeña o le gustaría cambiar, si se siente valorado, si tiene aspiraciones de mejora laboral y siente que podría desarrollarse dentro de la organización.
  • Cultura empresarial. Las empresas deben saber si hay un buen ambiente, si este se fomenta, si la comunicación (hacia arriba, hacia abajo y lateral) es buena y si esta cultura empresarial coincide (o no) con los valores de las personas que forman parte de la empresa.
  • El equipo. Puede que un empleado talentoso no esté con el equipo más adecuado para él. Por eso, hay que preguntar no solo por su rendimiento o por su superior, sino por todo el departamento en el que trabaja y por los compañeros que tienen.
  • Formación y desarrollo profesional. Las cuestiones en este apartado deben indagar sobre si los empleados reciben la formación que necesitan, si se le permite aspirar a puestos de responsabilidad o cambio de departamento…
  • Recursos. Además de esta capacitación, las empresas deben saber si los empleados disponen del material necesario para trabajar, si hay medidas de flexibilidad y si los recursos materiales (como mesas, sillas o espacios para comer) son los correctos y están en buen estado.

Ya tengo las respuestas. ¿Y ahora qué?

Tan importante es la realización de estas preguntas para conocer la satisfacción laboral como su posterior análisis. Es más, la empresa debe estar preparada para recibir todo tipo de críticas (constructivas o no), debe comunicar los resultados de la encuesta con transparencia y debe poner las medidas oportunas para solucionar los puntos de conflicto.

Es más, debería incluso preguntar con posterioridad a los empleados si creen que las opiniones vertidas en estos formularios han servido para cambiar a mejor la compañía. O, incluso, abordar con ellos cuáles serían esas medidas que ellos tomarían para mejorar los puntos débiles de la corporación.

Dar estos pasos es también una forma de tener una preocupación sincera por la felicidad de nuestros trabajadores. Y con ello, además, conseguiremos que aumente el compromiso de nuestra fuerza laboral y, por tanto, que resulte más sencillo llegar, entre todos, a los objetivos empresariales. Diversos informes constatan que cuando aumenta la satisfacción laboral también lo hace la productividad, se reducen los índices de rotación laboral y es más fácil atraer talento.

No en vano, según un estudio que realizó la Universidad de Warwick en Coventry (Inglaterra) los empleados que se sienten felices en sus puestos son un 12 por ciento más productivos que aquellos empleados que no están contentos.