Personas y Liderazgo

Consejos para afrontar una entrevista de trabajo en tiempos de coronavirus

Entrevista de trabajo

En este post podrás descubrir cómo afrontar una entrevista de trabajo en tiempos de coronavirus.

  • La mascarilla limita las posibilidades de comunicación no verbal.
  • Flexibilidad y adaptación son claves en estos tiempos.

Una entrevista de trabajo en tiempos de coronavirus no deja de tener ciertos tintes especiales. Los candidatos deben saber mostrar que son las personas adecuadas para cubrir las vacantes en este momento.

Conviene, por tanto, tener claras algunas peculiaridades de las entrevistas de trabajo que se realizan en este contexto. Veamos los principales consejos.

¡Comparte! Y descubre los consejos más importantes para afrontar una entrevista de trabajo en tiempos de coronavirus.

Entrevista de trabajo

Candidata llegando a la entrevista de trabajo con gesto de seguridad y confianza.

La adaptación en la entrevista de trabajo en tiempos de coronavirus

La adaptación y la flexibilidad son dos de las palabras clave del momento. Y debe manifestarse en tres direcciones:

  • En la propia entrevista. Hemos de mostrar flexibilidad para adaptar el formato de la entrevista a las circunstancias. Puede que sea necesario complementar la parte presencial de la entrevista por otras modalidades como la conversación telefónica, la videollamada, los chats, el correo electrónico, etcétera. Incluso, es posible que haya que sustituir el encuentro por estas u otras alternativas.
  • La adaptación a la empresa. La mayoría de las empresas llevan tiempo viviendo un gran número de transformaciones propiciadas por cambios sociodemográficos, financieros y tecnológicos. Las circunstancias de los últimos meses han remarcado todavía más, si cabe, la necesidad de que sus empleados muestren flexibilidad ante los cambios.
  • Uno mismo como factor de adaptación. Debemos ser capaces de transmitir que nuestra incorporación a la plantilla aporta un plus de flexibilidad. No solo se trata de recibir positivamente las indicaciones de cambio, sino de mostrarse proactivos. En estos tiempos, son muy valorables los empleados que saben moverse con agilidad en contextos complejos y cambiantes.

En un contexto complejo y cambiante, ser flexible es una necesidad

La higiene como señal

Las empresas no lo saben todo sobre nosotros cuando acudimos a una entrevista. Sin embargo, deben buscar un conjunto de información suficiente que permita hacerse una idea sobre nuestras cualidades. En definitiva, hay señales que orientan sobre cómo somos.

Las actuales medidas de higiene ante el COVID-19 son una señal de que entendemos las normas y que prestamos atención a los detalles. Muestran información sobre nuestro grado de atención y concentración.

El cumplimiento de las normas de higiene señaliza nuestra capacidad para asimilar protocolos empresariales

Alguien que es capaz de interiorizar un protocolo higiénico y de hacerlo parte de sus hábitos es probable que sea un trabajador concienzudo. La mayoría de las personas cumplidoras puede que también sigan mejor los protocolos internos de la empresa.

Además, la desatención de la higiene en una fase presencial puede ser percibida como un riesgo para el propio entrevistador. Minimizar la probabilidad de contagio es un gesto de cortesía que favorece la empatía.

El smart working como tema en la entrevista

En el entorno actual de la COVID-19, la necesidad de perfilar formas de smart working se hace más patente. Las vicisitudes de lo que sucede entre los convivientes de un mismo hogar repercuten en la empresa. La conciliación entre lo que sucede dentro y fuera del trabajo es una forma de mejorar tanto la vida de los trabajadores como su rendimiento.

La entrevista de trabajo puede ser una oportunidad para aproximarse hacia el smart working

Pero hoy sabemos que el smart working tiene muchas opciones y que es el resultado de aproximaciones sucesivas. Empresa y trabajador buscan alternativas que optimicen el encaje. La entrevista puede ser una buena ocasión para intercambiar las primeras impresiones sobre el tema.

La mascarilla: una parte más del vestuario

Dependiendo del trabajo al que aspiremos, existen distintas costumbres y tendencias. Al poner una mascarilla hay que tener en cuenta observaciones semejantes.

  • En un trabajo muy formal es preferible escoger una mascarilla quirúrgica o una reutilizable de tonos neutros y formas sobrias. La vestimenta en general es un riesgo y la forma de minimizarlo es elegir elementos de uso general.
  • Si aspiramos a un puesto creativo y en el que se valore mucho la originalidad, quizá convenga hacer una apuesta personal por una mascarilla que pueda sorprender. En este caso, hay que valorar el alineamiento con los valores de la empresa. No solo se trata de aportar algo diferente, sino que impacte positivamente en nuestro interlocutor.
  • En determinados puestos relacionados, por ejemplo, con los compromisos sociales y ambientales de las empresas, las mascarillas con motivos relacionados con la causa concreta pueden ser interesantes. En todo caso, no deben llevar logos, lemas u otros signos relacionados con competidores. Además, hay que trasladar a lo largo de la entrevista un compromiso creíble.

La comunicación no verbal

La mascarilla es un elemento que limita la visión que los demás pueden tener de nuestras expresiones faciales. Eso puede tener un impacto en la comunicación verbal, en la medida en que la forma en la que movemos la boca ayuda a comprender las palabras que estamos diciendo. De hecho, complica el entendimiento para muchas personas con dificultades auditivas.

La mirada tiene una importancia redoblada en la comunicación no verbal durante las entrevistas de trabajo en tiempos de coronavirus

Sin embargo, el mayor impacto se produce en algo muy importante en una entrevista de trabajo: la comunicación no verbal. Gran parte de la cara no se ve, lo cual nos priva de la información que transmite el tipo de sonrisa (o su falta). Además, la gestualización de todo el cuerpo se limita en un contexto de distanciamiento social.

En tales circunstancias, hay que tener claro que la mirada redobla su importancia. Es la que puede ayudar a empatizar y a trasladar nuestro estilo comunicativo. Hay que buscar un equilibrio entre la naturalidad y la necesidad de aportar con los ojos lo que el resto del rostro no puede transmitir.

La comunicación verbal

Dado que perdemos una parte relevante de la comunicación no verbal, las palabras cobran especial importancia. Debemos procurar hablar suficientemente claro y despacio. Tampoco debemos perder de vista el ritmo y el énfasis en las partes más destacadas de nuestras respuestas o preguntas.

Hablar de forma clara y audible es más necesario que nunca

Otro aspecto para tener muy en cuenta es la concisión. Seguramente, tendremos muchas cosas que transmitir, pero la situación reclama brevedad en los contactos físicos. Respetar los tiempos es ahora más necesario que nunca. Por ello, puede ser útil hacernos un pequeño guion mental de los puntos esenciales que queremos proyectar.

Las entrevistas de trabajo van poco a poco evolucionando. Son dependientes del momento y los candidatos han de saber adaptarse a diversos tipos de circunstancias.

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