En la “nueva normalidad”, ¿qué retos y oportunidades afronta el sector servicios de limpieza y desinfección?
Según una encuesta realizada por Tandem (empresa proveedora de productos y servicios de limpieza), un 58% de los empleados desea volver a sus oficinas, pero, sin embargo, temen contraer el coronavirus.
- En esta situación, nunca un sector tan infravalorado como el del “facility management” relacionado con la limpieza y desinfección ha tenido tanto protagonismo.
- Es un momento clave para la reflexión y para evaluar dimensionamientos, estrategias, posicionamientos, etc., en un sector que es y será vital en los negocios.
¡Lávate las manos! ¡No toques eso! No sabemos si está desinfectado.
Antes de comer, a lavarse las manos. Después de usar el lavabo, hay que lavarse las manos
¿Te suena? ¿No te recuerda escuchar a tu madre, abuela, hermanos, etc., recordándote algo tan sencillo y básico como eso?
Pues sí, lo más básico (la HIGIENE) antes y ahora es de lo más importante; no ya para lo cotidiano, sino para la empresa, los negocios.
La limpieza, la desinfección, etc., esas tareas que estaban, supuestamente, consideradas como tareas residuales, para ser llevadas a cabo como recurso para personas con menos cualificación, ahora han pasado a estar valoradas como de primer nivel en cuanto a necesidad.
De hecho, su importancia podríamos que es casi “vital”. Y es que, sin este servicio, no se podrían iniciar-reiniciar muchas oficinas y negocios.
Por todo ello, este sector aborda un momento crucial en su transformación empresarial, necesitando evaluar sus infraestructuras (de personal, tecnológica, material, etc.) para ser más competitivo y poder afrontar nuevos retos y necesidades del mercado.
“Momentum” de oportunidad
Sí, es “EL” momento de grandes oportunidades que, como tales, habrán de ser tratadas con toda la inteligencia de negocio posible y no por querer abarcar en exceso, morir de éxito.
Por eso, el aplicar “inteligencia” y, a poder ser, ayudarse con tecnología y buen asesoramiento de negocio, será clave para una buena travesía.
Sobre el papel sopla buen viento y el mar, aunque agitado por la tormenta COVID-19, es navegable. Habrá que revisar si la embarcación está suficientemente preparada para surcar los mares cercanos o incluso atreverse con algunos océanos.
¿Por qué esta reflexión? Porque en el sector, las pequeñas y medianas empresas son mayoría (como en el total del tejido empresarial estatal) y deberán competir con las grandes o muy, muy grandes, para obtener más mercado (mares cercanos u océanos lejanos).
Y para ello, deberán de aplicar tecnología (tanto en gestión interna, como en recursos) y formarse. Pero, sobre todo, renovarse. Porque el “siempre se ha hecho así”, ya no vale.
Cómo afrontar los nuevos retos del sector
Si creías que en tu sector todo estaba muy visto, la situación que nos ha traído el coronavirus ha dejado claro que no es así.
En tiempo récord han aparecido nuevos conceptos de protección personal, dispensadores de gel automáticos, máquinas expendedoras de elementos de seguridad/higiene, robots autónomos que sanean espacios, nuevos productos desinfectantes, equipos de ozonización, drones que evalúan temperaturas personales, o que analizan ocupación de espacios, etc.
También han aparecido nuevas necesidades y protocolos en materia de ejecución de la limpieza:
Lo que antes hacía 1 persona, ahora deber ser más.
- El tiempo para limpiar o higienizar una estancia es superior o que es necesario hacerlo con más frecuencia.
- Y eso conlleva o más personal o más tiempo y esfuerzo, más productos…En definitiva, más recursos en general.
En definitiva, los retos a los que se enfrenta el sector serán múltiples. He aquí los más importantes:
- Adecuarse a un incremento de oportunidades (pedidos) de negocio
- Adaptarse a llevar a cabo revisión de contratos
- Ser efectivos al abordar nuevas tareas, protocolos, finalidades, etc.
- Evaluar adecuada y rápidamente a nuevos tipos de potenciales clientes
- Afrontar crecimientos en logística, nuevas tecnologías y nuevos productos en materia de limpieza y desinfección
- Saber mimar su tesorería o saber financiarse correctamente
- Cuidar, proteger, formar a su personal.
- Potenciar, optimizar, apostar por su proceso de digitalización
Herramientas tecnológicas para afrontar los retos
Adaptarse a la “nueva normalidad” llevará una mayor exigencia y esfuerzo al sector.
Por ello, dotarse en lo posible de tecnologías para aplicarlas en cualquier situación o necesidad permitirán minimizar ese “más de todo”. Lo que será primordial para la competitividad del negocio.
Y, para ello, deberás apoyarte en herramientas y recursos que te permitan absorber ese plus adicional de trabajo y de negocio.
¡Evalúate!
- ¿Qué puntos débiles debes fortalecer?
- ¿Qué necesitan tus colaboradores para ser más efectivos?
- ¿Qué nueva tecnología o productos o servicios te pueden hacer ganar nuevos contratos frente a tu competencia?
Ok, de acuerdo. Tienes ya elementos más que suficientes para abordar esos nuevos retos. ¿Conoces a fondo los nuevos protocolos relacionados con COVID-19? ¿Has identificado si existen nuevos escenarios de trabajo más restrictivos que antes de la pandemia?
Conocer de antemano todos esos cambios significa que debes haberte formado o informado sobre el asunto. Vamos, dedicar tiempo y esfuerzo a ello. Y no sólo el tuyo, sino el de tus empleados o colaboradores.
Tener herramientas o servicios que te ayuden a esa evaluación, junto con tecnología que te permita tener un planning 360º de tareas, colaboradores, disponibilidad de tiempos o materiales y cálculo de rentabilidad-beneficios de forma ágil y precisa, te ayudará a cumplir con tus nuevos compromisos.
Tesorería bajo control para afrontar los retos
Y junto a esa mejora de competitividad, tienes la necesidad de tener la retaguardia cubierta.
Me refiero a tus finanzas.
Y es que, sin liquidez, será imposible afrontar cambios o invertir en esa tecnología adicional que se pueda necesitar.
Por lo que mimar tu tesorería es capital. Y más en estos tiempos de aceleración de negocio, de resaca del parón y quizá de deudas aplazadas, en momentos en que la banca está atareada en otros menesteres y que el acceso a créditos convencionales pueda ser complicado.
Tener una visión única del estado de tus finanzas, aunando los pagos, cobros, saldos bancarios, albaranes pendientes de facturar o de recibir, contratos/ingresos periodificados, previsión de impuestos, personal, etc., te va a permitir pilotar esa tesorería para poder tomar decisiones de negocio.
También, en este apartado, necesitas de uso de la tecnología, ya que, en momentos de crecimiento, tener ese cuadrante perfecto, esa planificación flexible, ese estudio de costes de personal y materiales, te dota de un nuevo poder para ser más eficiente.
Digitalizarse no es sólo adquirir más o menos tecnología
Digitalizarse significa evaluar todos tus procesos de negocio y crear una estrategia empresarial que te permita ser más eficiente, optimizando circuitos, mejorando tareas, transformando hábitos, costumbres, formas de hacer que nos permita ser más competitivos.
Y sí, para eso necesitas de tecnología, pero no lo es todo.
Es más importante saber detectar y cómo mejorar situaciones concretas e ir avanzado en nuevos procesos, que adquirir lo más de lo más en informática o en robótica.
Tan sencillo como que:
- Simplemente un colaborador tuyo emplee menos tiempo y esfuerzo en reportar una incidencia.
- Lo que hace rellenando un papel y llevándolo físicamente a su lugar de destino, lo pueda hacer por medios digitales y registrarse al momento en tus sistemas.
- Un cliente, a través de su móvil o equipo, acceda a una plataforma tuya y te informe de una incidencia o petición de servicio al instante, y que recibas aviso y tu sistema programe intervención o respuesta inmediata.
- Necesites una firma de alguien para cerrar un trato o un parte o una validación o un documento clave para evaluar un trabajo. Que esa firma se pueda llevar a cabo por medios digitales te hará ahorrar tiempo, esfuerzo y te aporta proximidad y confianza.
- Cualquiera pueda acceder a ese plano, documento, fotografía, factura, etc., con un simple clic, es digitalización de la buena. Y no por el hecho tecnológico, que sí, sino por todo lo que aporta.
Si lo aplicamos al sector que nos ocupa, que dispensador de gel, que una máquina de limpieza o que un sensor de calor te mande un aviso automático de necesidad “x”, es digitalización.
Es productividad. Es posible. Es real.
Conclusión
Hoy en día es primordial y esencial mantener unas medidas de higiene y limpieza eficaces en el ámbito profesional y empresarial, ya que dirá mucho de la cultura de cada empresa.
¿Quién no ha tenido experiencias en este sentido al usar los servicios de un hotel, tienda, restaurante, calle, país, etc., en donde evaluamos el grado de limpieza al visitarlo?
Esa experiencia queda en nuestra mente y recomendamos o no en función de ello. O recordamos lo bien o mal que nos fue.
Por eso, no se puede “jugar” con la higiene en momentos clave como los actuales y en según qué tipo de establecimientos o servicios. Todos necesitan disponer del mejor de los servicios de limpieza y desinfección proporcionándonos siempre la seguridad que esperamos de ello.
Aprovechemos el “momentum”.