Personas y Liderazgo

Rafael Nadal, un modelo excelente para los pequeños empresarios españoles

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Esta semana hemos visto cómo llegaba un éxito más al deporte nacional. Uno de nuestros deportistas de máyor éxito, Rafael Nadal, lograba la victoria en el Abierto de Estados Unidos de tenis, completando así un palmarés de ensueño. Todo esto, tras duros años de trabajo y sacrificio, así como de organización personal y esfuerzo individual por la causa, en su caso, deportiva.

Por los resultados obtenidos y por su comportamiento ante la afición, Rafael Nadal me parece un modelo a seguir. Autónomos y pequeños empresarios, estoy convencido de que muchas veces se habrán sentido como él, tanto dentro como fuera de la pista, viviendo situaciones muy similares en el día a día de sus quehaceres habituales. Ahí van mis razones:

1.- Muchas veces te sientes solo en la pista: Nadie dijo que emprender fuera fácil, ni que llevar una empresa fuera un camino de rositas. Nadal también sufre cuando se le ponen los partidos cuesta arriba y la sensación de soledad en la cancha es similar a la que siente muchas veces el empresario en su mesa de trabajo.

2.- Las lesiones aparecen cuando menos te lo esperas: Una baja no gusta a nadie, ni a Rafa ni a ningún empresario. Estar prevenidos y asumir que, tarde o temprano, puede llegar una baja inesperada, no está de más. Estar preparado y tener un plan de contingencia (seguro, «plan b»,…) es algo que todos deberíamos tener preparado.

3.- Puede haber competencia, pero nunca se pierde la camaradería: Rafa Nadal es el mejor, junto con Roger Federer. Ambos lo saben y se pelean por el primer puesto de la clasificación mundial constantemente. Los pequeños empresarios también pelean en sus mercados y aquí tienen un ejemplo excelente de camaradería. Marketing de guerra, logística de colaboración. No hay por qué ser enemigos, si sólo somos empresarios y competidores. Somos personas.

4.- Para ser respetado, no hace falta ser el número 1: A Rafa le respetaban igual que ahora cuando era número 2 de la clasificación mundial, por detrás del todopoderoso Federer. Ahora, que ha recuperado el número uno el tenista español, también. Si no eres líder en tu mercado, puedes ser un excelente número 2 y ganar dinero. Cada uno tiene su sitio, si te toca vivir a la sombra de alguien mejor, intenta superarle pero no olvides que tú también eres respetado.

5.- Los resultados sólo aparecen cuando hay detrás un duro entrenamiento: Que alguien alcance el nivel de juego y resultados de Rafael Nadal no es fruto de la casualidad. Una definición de objetivos ambiciosos, una planificación adecuada, duros entrenamientos, un control constante de los resultados, aplicación de acciones correctoras ante desviaciones,… ¿De qué me suena esto a mi en la empresa? ¿Lo hacemos nosotros en nuestros negocios?

6.- A veces hay que cambiar de estrategia: Hace años veíamos a un Rafa Nadal hipermuscilado, para lo que era normal en un jugador de tenis. Viendo que su cuerpo no aguantaría a ese nivel mucho más tiempo, se reconvirtió físicamente, pasando a ser un jugador mucho más ligero para poder aguantar el exigente ritmo de partidos. En el mundo de la empresa está pasando en muchos sectores lo mismo. Los años anteriores estaban muchos negocios supermusculados y ahora nos hemos dado cuenta de que hay que solltar lastre para sobrevivir. Ley de vida.

7.- Los partidos se ganan tras duros enfrentamientos: Los clientes también. Cada uno es una batalla, cada operación, una nueva guerra. Nunca se para, apenas hay descanso y la temporada es larga. Para muchos pequeños empresarios, dura las 24 horas de los 365 días del año.

8.- Hay que ser humilde: Por muy bien que nos vaya el negocio, nunca se debe olvidar la humildad. Hemos visto caer a muchos empresarios que iban de «figuras» y en Rafa tenemos uno de los mejores ejemplos de humildad en el deporte. También en la empresa debemos seguir esa línea y ser conscientes de quienes verdaderamente somos. Da igual que seamos líderes absolutos del mercado o los «gallitos» del sector, siempre con los pies en el suelo.

9.- Casi siempre nos toca hacer de todo: Sacar, subir a la red, pegar de derechas, un revés cortado, correr a por un golpe imposible,… En la empresa: igual. Al final el empresario acaba desarrollando parte de la función comercial, organizativa, producción, tareas contables,… Y sí, de vez en cuando, también toca sacarse algún golpe «como se pueda» de debajo de las piernas.

Conclusiones

Ya sé que muchos pensaréis que todo esto no es del todo aplicable a los autónomos y a las pymes, sobre todo si tenemos en cuenta el salario de Rafael Nadal. Vale, estoy de acuerdo en que ya nos gustaría a cualquiera estar tener ese nivel de ingresos, pero al fin y al cabo, estoy hablando de sensaciones de los empresarios en su trabajo del día a día. Ahí sí que cuadran a la perfección.

Estos días que nos toca vivir, en los que el empresario está siendo ridiculizado y maltratado por algunos agentes del entorno socioeconómico, que no hacen otra cosa que vivir gracias a la apuesta de muchos españoles por el emprendimiento, Rafa Nadal es un ejemplo de superación y trabajo que confío nos sirva a todos los pequeños empresarios para sacar este país nuestro adelante ¡Vamos «Rafas»!