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Así queda el límite de tributación por módulos en 2021

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En este artículo conocerás todo lo que has de saber sobre la trayectoria de la tributación por módulos en 2021.

  • El límite de la tributación por módulos en 2021 se mantendrá de forma indefinida.
  • La línea de la orden de módulos de 2020 es continuista.

De las novedades en el régimen de módulos, la principal es, paradójicamente, la ausencia de novedades en algunos aspectos críticos que hace años que esperan una reforma. De hecho, en noviembre de 2020 se aprobó una orden de módulos para 2021 bastante continuista. Además, los presupuestos prorrogarán el régimen transitorio que mantiene el límite de tributación por módulos en 2021.

No obstante, eso también es importante, ya que, en cierto modo, va contra una tendencia de largo plazo. Aunque mucho se ha debatido y se sigue debatiendo, sobre si debe o no restringirse su aplicación, lo cierto es que es más una cuestión de fechas que de fondo. A medio plazo, la estimación objetiva se aplicará a muy pocos contribuyentes o, incluso, puede llegar a desaparecer. Veamos cómo se ha llegado hasta aquí.

¡Comparte! Y descubre cuál ha sido la evolución del régimen de estimación objetiva en el IRPF y en el IVA y qué se puede esperar para el futuro.

El nacimiento de los módulos

Décadas atrás, en los años 70 y 80 del siglo pasado, la idea de un régimen de módulos tenía bastante sentido. Comenzaba a ser técnicamente factible y respondía a la necesidad de gravar la actividad de los pequeños negocios con los mínimos requisitos formales.

La Administración Pública comenzaba a disponer de abundantes datos sobre la actividad económica. En esos momentos, por ejemplo, la contabilidad estaba inmersa en un proceso de normalización propiciado por el Plan General de Contabilidad de 1973. Además, el avance de la informatización permitía plantearse alternativas para tratar esos datos.

Empezaba, por tanto, a ser factible la posibilidad de una estimación objetiva. A través de métodos estadísticos, la Administración podía estimar cómo diversas variables podían influir en la base imponible.

“Históricamente, la principal ventaja de la tributación por módulos ha sido el ahorro de formalidades para pequeños negocios”

Internamente, además, ello daba a Hacienda la posibilidad de tener un elemento de comparación. Se pueden reforzar los controles en los sectores en los que los contribuyentes no declaran en la línea de lo esperable. Incluso, estas estimaciones pueden ser una referencia para poder liquidar la deuda en casos de incumplimiento en las obligaciones formales.

Externamente, los módulos facilitaban mucho la vida a un gran número de contribuyentes. Con unos pocos datos, podían calcular el rendimiento de su actividad económica. Además, con la llegada del IVA, les ayudaba a simplificar también la liquidación de este impuesto. Y, para ello, no necesitaban llevar una contabilidad conforme al Código de Comercio ni afrontar otras complejidades formales.

La evolución de la estimación objetiva

Uno de los problemas es que el paso del tiempo se deja sentir en los módulos. Si, por ejemplo, calculamos que un empleado aporta X rendimiento, eso puede cambiar con los años. Las causas pueden ser muy variadas, como, por ejemplo:

  • Inflación.
  • Cambios en la productividad.
  • Alteraciones de los costes no salariales que supone contratar un trabajador.
  • Cambios en la valoración de nuestros productos.

Lo mismo puede suceder con cualquier otra variable que se considere para la estimación objetiva. Por lo tanto, para que funcionase el sistema correctamente, necesitaría una actualización muy frecuente.

Esto supone un enorme reto estadístico y, además, hay que recoger un gran número de datos contables y extracontables. Habría que valorar las muestras, la calidad de la información, los modelos econométricos, etcétera.

Sin embargo, ello presenta algunas dificultades adicionales al coste y complejidad de los estudios necesarios para una actualización de calidad. En la práctica, lo normal es que el crecimiento económico propicie unas bases más elevadas. Ponerlas al día supone también que los contribuyentes paguen más.

Cada año, por tanto, representa un dilema de gestión pública. Hay que ver cómo o hasta dónde se actualiza. Lo normal es que la actualización de los módulos no llegue nunca a reflejar la magnitud de los cambios que propicia el tiempo.

“Es difícil que la actualización de los módulos refleje la intensidad de los cambios que año tras año se producen en los pequeños negocios del conjunto de una economía”

Eso, además, propicia una brecha que selecciona a los contribuyentes. Se acaban decantando por la estimación objetiva quienes, pudiendo aplicarla, observan que, con ella, pagan menos.

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Conversando con la asesora sobre los cambios en los módulos para 2021.

Los cambios propuestos en los últimos años

En la actualidad, vivimos un proceso acelerado de digitalización. Para cualquier pequeño emprendedor es más sencillo llevar al día sus cuentas con un coste mucho más reducido.

La razón es que sus asesores han ahorrado mucho tiempo con el paso de los años. Antes, cada factura suponía un esfuerzo de contabilización relevante. Hoy ya es realidad una contabilidad sin picar asientos.

Por otro lado, la convivencia de la estimación objetiva y la directa genera ciertos problemas. Por ejemplo, pueden producirse fraudes por facturas falsas de contribuyentes que tributan por módulos. Ellos no pagarán más, porque su IRPF y su IVA depende de los módulos y no de las facturas.

A partir de ahí, va siendo lógico que la práctica totalidad de los contribuyentes declaren conforme a datos reales. La estimación directa es, en el fondo, el método que provee datos más confiables y, por tanto, una tributación más justa.

Al mismo tiempo, la mejora en los procesos contables de pequeños negocios también propicia un salto de gestión. Se dice que los datos son el nuevo petróleo y, dentro de ellos, todo emprendedor debe disponer de datos contables. Son la brújula con la que tomar decisiones y el faro que alumbra las de terceras partes.

El pretendido giro de 2014 y el régimen transitorio

En ese contexto, en 2014 se aprobó una reducción de los límites de tributación por módulos a 150.000 euros de rendimiento íntegro. En principio, se hubiese aplicado a partir de 2016. Sin embargo, posteriormente, se introdujo un régimen transitorio que mantenía los límites.

Con el tiempo, lo que parecía transitorio se va convirtiendo en algo indefinido. Año tras año, se va prorrogando y se prevé que los presupuestos de 2021 lo hagan ya con carácter indefinido. La razón que se aduce es que mantener los límites favorece la estabilidad en un momento complejo.

“Los límites de la tributación por módulos en 2021 se mantendrán en los mismo niveles de forma indefinida”.

Los módulos en 2020

Para muchos pequeños negocios, 2020 ha sido un año muy particular. Sus ingresos y costes han tenido una estructura muy diferente. En esas condiciones, tributar por módulos puede elevar su factura fiscal, dado que los módulos se han calculado conforme a otra situación. Por ello, se concedió la opción excepcional de tributar en 2020 por estimación directa y, si las circunstancias cambian, pasar otra vez a objetiva en 2021.

En definitiva, la conclusión a la que se ha llegado es que quizá no sea el momento de introducir cambios obligatorios. Sin embargo, sí parece oportuno flexibilizar la opción por estimación directa u objetiva.

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