Estrategia y Gestión

Autónomo colaborador: ventajas y obligaciones

Si estás pensando en dar trabajo a alguien de tu familia, o contemplando la posibilidad […]

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Si estás pensando en dar trabajo a alguien de tu familia, o contemplando la posibilidad de abrir un negocio familiar, te interesa conocer más a fondo las opciones que tienes a tu disposición.

  • En este artículo nos interesa ver un tipo de trabajador concreto, que es el autónomo colaborador
  • Te contamo más detalles sobre una figura relativamente desconocida para muchos

Ya sabemos que para que se pueda dar la situación de un autónomo colaborador, éste debe ser familiar directo del autónomo titular, siendo uno de los principales requisitos convivir en el mismo domicilio. Tienen derecho a acogerse a esta modalidad el cónyuge, los hijos en edad laboral (incluyendo los adoptivos), padres, hermanos, abuelos, suegros y cuñados.

Anteriormente, las parejas de hecho también podían optar a convertirse en autónomos colaboradores. Sin embargo, esa opción se suprimió en 2015.

La figura del autónomo colaborador trae consigo ciertas obligaciones y requisitos, pero destacan más las numerosas ventajas que ofrece tanto al autónomo titular, como a sus familiares colaboradores. Te las explicaremos todas a continuación.

Requisitos básicos y obligaciones

Además de los dos requisitos básicos ­­–la convivencia y la consanguinidad de segundo grado­– que hemos visto más arriba, también se han de cumplir los siguientes puntos:

  • El autónomo colaborador debe ser un trabajador habitual en el negocio del autónomo titular y no puede estar dado de alta como trabajador por cuenta ajena.
  • El autónomo titular debe pagar las cotizaciones a la Seguridad Social.
  • El negocio debe estar a título propio del autónomo principal.
  • Las circunstancias iniciales a la hora de darse de alta como autónomo colaborador se han de mantener en el tiempo, si se quiere disfrutar de las ventajas de esta modalidad de manera indefinida. Es decir, causas como el divorcio o que las partes dejen de convivir en el mismo domicilio serán motivo de baja.

Ventajas de ser y trabajar con un autónomo colaborador

Convertirse en autónomo colaborador es un proceso muy sencillo y bastante rápido. Esto se debe a que no requiere muchos trámites, sobre todo en comparación con la burocracia que implica el alta como autónomo convencional, además de las obligaciones correspondientes una vez se inicia la actividad.

  • El autónomo colaborador no necesita estar inscrito en Hacienda. Simplemente tiene que darse de alta en Seguridad Social como familiar colaborador.
  • Las obligaciones fiscales también son mucho menores, puesto que no necesitan elaborar declaraciones trimestrales del IVA e IRPF, quedando esas tareas en manos del autónomo titular. Solamente tienen que presentar la declaración anual de la Renta, en el caso de que sus ingresos superen el mínimo establecido por la Agencia Tributaria.
  • El autónomo titular disfrutará de una bonificación del 50% en la cuota de autónomos durante los primeros 18 meses, y de un 25% durante los 6 meses posteriores, haciendo la transición hacia la cuota normal mucho más gradual y llevadera.
  • Tener a un familiar trabajando en tu negocio es más económico que hacer un contrato por cuenta ajena. Además, a nivel contable, el salario del familiar colaborador se registra como un gasto deducible.